CON EL MIEDO ENTRE LAS SABANAS
«No sabes bien qué peso se me ha quitado de encima, ese hombre debe ser bueno. Dímelo tú que le conoces, cariñete». La señora se refería a mí y a Zapatero, que supone ella que hablamos todos los días. La verdad es que le veo todas las semanas y algunos días, incluso él me ve a mí. Las consecuencias de un inmenso terremoto a veces no se calculan bien y sólo las conocen quienes las sufren. Están lejos del epicentro, pero les llega la onda. Decía Leibniz que si movemos un dedo se varía el curso de los astros. No diría yo tanto, aunque sea verdad, pero lo cierto es que la señora llevaba unos días sin dormir, desde que la televisión reproducía noticias sobre la crisis. «Neveras vacías, ahorros perdidos, ruina total y ustedes dando euros a los millonarios. Los jóvenes mileuristas abandonados, al igual que los mayores pensionistas». Esto lo dijo en el Congreso de los Diputados su señoría Sáez de Santamaría. Lo repite hasta la saciedad una cadena de emisoras entre rezo y rezo del ángelus. Y la señora estaba asustada. Cuando ha oído a Zapatero asegurarle sus pequeños ahorros, que tiene depositados en una Caja de Ahorros: «son para vosotros, a ver si no para quién van a ser, pero mira, niñete, que si los pierdo», se atrevió a procurar dormir.
He comprendido que efectivamente Zapatero es de ideas firmes. Esta crisis no la van a pagar los que menos tienen, tampoco los pequeños ahorradores. Para los parados, más. El Presupuesto General para la cobertura de desempleo, sube un 24’3%. Para las pensiones mínimas, mayor subida. Si el Presupuesto sube el 1’9%, las pensiones un 6%. Y ahora, para estos pequeños ahorradores, un seguro de hasta cien mil euros por cuenta y entidad bancaria española.
Sabemos que esta crisis es financiera e internacional, generada por el modelo económico neoconservador, aplicado en Estados Unidos por los republicanos Bush y McCain. Sabemos que ellos piensan que no hay que repartir beneficios ni compartir sacrificios. Es verdad, que de tan liberales han arruinado el sistema, han producido la mayor paradoja en que puede incurrir un neoconservador ultraliberal, «nacionalizar la banca». Al parecer, es así.
Pero también es verdad que habían entrado tanto miedo entre las sábanas de la señora, que ya no podía dormir. Ha venido Solbes de Estrasburgo y Zapatero ha aireado los miedos de tantos impositores pequeños.
Señora, voy a decirle al Presidente que usted dice que parece un hombre bueno, porque se ha acordado de asegurar el dinero que usted, señora, tiene en el banco «para vosotros, para sus hijos, a ver si no».
Manuel Pérez Castell
Diputado de España por Albacete
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