En una época en que se busca el éxito fácil, en que se admira a quien alcanza altas metas sin esfuerzo y al triunfador rápido y superficial, aquel que necesita tiempo para lograr alcanzar un objetivo se siente desubicado, se encuentra fuera de juego.
Pero la realidad nos muestra, testaruda como lo son las personas con síndrome de Down, que únicamente con constancia, con esfuerzo, con trabajo, con tiempo, se consiguen los logros importantes de la vida. Una relación estable, una amistad sólida, un nivel de estudios elevado, el aprendizaje de un idioma, el virtuosismo con un instrumento musical, el dominio de una determinada profesión, necesitan tiempo para alcanzarse.
Si hay personas que han debido trabajar para alcanzar los propósitos de su vida, esas son quienes portan trisomía 21: desde niños acuden a terapias, asisten a sesiones de entrenamiento, necesitan de más práctica, de más ejemplos, de más actividades para obtener lo mismo que la mayor parte de los niños consiguen sin conciencia ni esfuerzo. Cada objetivo es mucho más valorado porque sus padres y sus profesores saben el trabajo tan arduo que les ha supuesto alcanzarlo: cuando tienen que sostener la cabeza, cuando tienen que sentarse, cuando tienen que andar, cuando tienen que leer. Nada les es fácil y todo requiere un tesón multiplicado.
Así aprenden, junto a sus padres, a disfrutar, a gozar, a entusiasmarse con los pequeños logros.
Las personas con síndrome de Down se mantienen constantes, perseverantes, firmes, persistentes, tenaces (¿o deberíamos decir tozudas, testarudas, cabezotas, tercas, obstinadas?) en aquello que les interesa. Son capaces de permanecer horas haciendo lo que les gusta y rechazan con vehemencia los intentos de obligarles a cambiar de actividad. Pueden catalogarse como testarudos o sencillamente como persistentes en su conducta y resistentes al cambio, pero el hecho es que la constancia es uno de los campos en los que tienen mucho que enseñarnos. Ojala todos supiéramos defender con la misma intensidad nuestros verdaderos intereses y mantener la misma perseverancia en nuestros objetivos vitales.