Tanto Rajoy como su Gobierno, se muestran pletóricos por los resultados obtenidos en el segundo trimestre del presente año sobre el descenso del paro, creación de empleo e incremento de cotizantes a la Seguridad Social, datos todos ellos calificados de incontestables y asombrosos, si bien añadiendo la consabida muletilla de que “todavía nos queda mucho por hacer aunque ya estamos en el camino…” pero como siempre, ni una sola referencia a la calidad y precariedad del citado empleo a la que aluden los desprestigiados sindicatos.
En opinión de muchos españoles, incluidos votantes del PP, bien haría el Jefe del Ejecutivo en dedicar algún elogio al empeño y dedicación demostrado por nuestros empresarios y autónomos tan denostados, incomprensiblemente, por UGT y CC.OO, cuya primera obligación debería pasar por sanear todas esas irregularidades de las que son acusados y actuar con un mínimo de transparencia, que con tanta exigencia reclaman a los demás. Situación que fue gestada y fomentada durante las dos legislaturas de Zapatero, a cambio de no ser criticado y garantizarse la paz social a golpe de cuantiosas subvenciones.
Tampoco es correcto adjudicar exclusivamente a la reforma laboral el positivo giro socio-económico que, aparentemente, está experimentando nuestro país. Rajoy lleva más de un año, y lo que resta hasta las elecciones generales, narcotizando a la ciudadanía, con el mantra de la información macroeconómica, como si no existieran en España otros problemas, como la asquerosa corrupción que nos invade o la amenaza del separatismo catalán, por citar dos solamente.
No obstante, enfrentarse a los dirigentes de la formación conservadora, ansiosos por comenzar sus merecidas vacaciones, para demostrar que no es oro todo lo que reluce ni tan magnífico el panorama como se nos cuenta y aparece en los medios de comunicación afines, cuando todos sabemos por estarlo sufriendo en nuestras propias familias, que nada tiene que ver con la realidad que se respira a nivel de millones de ciudadanos cuyo principal cometido es administrar sus miserias de toda índole y color. El entusiasmo de ciertos periódicos, sin citar nombres, es tal que llegan a afirmar, por ejemplo, «que la sociedad española está en la salida del tunel«, «el nuevo milagro español» o «un salto de gigante al invertir el rumbo«.
Trasladándonos a la oposición y aunque por otros motivos, también se están criticado duramente y con razón, algunas de las baladronados y comentarios pronunciadas por el actual Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez. Anunciar que cuando llegue al poder derogará la reforma laboral denota más imprudencia y deseo de protagonismo que sentido de Estado. De demagogia vamos más bien sobrados cuando lo que necesitamos son gobernantes dotados serenidad y sensatez.. Una segunda versión de Zapatero supondría la ruina de España. Durante la campaña arremetió y con toda la razón contra la corrupción y los corruptos, pero desde que tomo posesión del cargo ni una sola palabra sobre esta repugnante lacra. ¿Cuáles serán sus medidas para luchar por ejemplo contra los EREs o el fraude de la formación y otros presuntos despropósitos de la Junta de Andalucía (PSOE)?
Bien hará el joven político en cuidar sus relaciones con la poderosa Susana Díaz y dificil papeleta la de actuar con «relativa» dependencia de alguien que conoce y ha pasado por todos los cargos en la comunidad andaluza, y por ende, sabedora de la aparente corrupción de organismos y personas. Compleja misión cuando el cometido principal consiste en la limpieza y regeneración del partido, que de no lograrlo será fagocitado inevitablemente por el populismo.
Mire don Mariano, para finalizar solo aclararle que lo que se escucha en la calle, a los amigos, en reuniones, etc, donde se comentan las desdichas de cada uno, no coinciden en absoluto con esa idílica situación planteada por usted y sus ministros. El ciudadano de a pié carece de medios para conocer si todo lo que se le está contando es la realidad o parte de ella. Lo oportuno y necesario sería la creación de una “Comisión de seguimiento del Empleo”, formada por expertos componentes de todos los grupos políticos, para que trimestralmente y una vez auditados todos los datos se procediese a su publicación con un lenguaje didáctico y perfectamente entendible. Tal iniciativa supondría una demostración de coherencia y democracia que eliminaría suspicacias, despejando todas las dudas que suscita este tema Sin duda, tal propuesta tendría una magnífica aceptación general. Anímese y de paso se apunta el tanto.
¡¡Todo sea por lograr la segunda legislatura!!