Ciencia Sociopolítica

Cuidar la salud

El envejecimiento de la población en Europa plantea el desafío de cuidar la salud para prevenir la enfermedad y no seguir la insostenible medicina reduccionista.

De cada diez personas que entran en las urgencias de los hospitales españoles, seis o siete son personas mayores de 65 años. La esperanza de vida es cada vez mayor y los avances en medicamentos y técnicas quirúrgicas hacen que la muerte la veamos cada vez más lejana. El envejecimiento de la población es ya una realidad con repercusiones concretas y las administraciones públicas y los ciudadanos asumimos nuevos retos.

Las personas mayores tienen que recuperar su espacio en la sociedad actual. En muchas ocasiones, son quienes acuden a la consulta del médico o al banco para poder hablar con alguien y ser escuchados. Y los servicios se colapsan. ¿Quién no se ha enfadado alguna vez porque en la ventanilla hay delante una persona mayor que se entretiene hablando sobre el tiempo o contando su retahíla de molestias? El farmacéutico, la enfermera o el médico suplen a la familia o a los amigos. De ahí la importancia de aprender a gestionar el tiempo libre y a tener una vejez saludable y activa. Cuando somos niños y jóvenes nos enseñan a ser «hombres y mujeres de provecho». Cuando somos adultos nuestros objetivos son el desarrollo profesional y conseguir «nuestra propia familia»… Pero, y ¿cuándo llegamos a mayores? Nadie nos enseña qué hacer cuando llegamos a ese punto. A superar los achaques de la edad, a tener todo el tiempo del mundo y a que te consideren «un estorbo».

Este primer reto, más en plano de los afectos, se enlaza con la necesidad de profesionales formados para la atención de las personas mayores y de espacios adecuados para sus necesidades. Se necesitarán más enfermeras, más geriatras, terapeutas ocupacionales, trabajadores sociales… Las residencias deben dejar de ser un lugar donde «aparcar al abuelo» para convertirse en espacios donde puedan vivir con calidad. Allí, se cuidaría de la salud de la persona de una manera integral: dietas, deportes, medicinas, cuidados sanitarios… Según sabiduría confuciana, al médico hay que pagarle cuando se está sano y dejar de hacerlo cuando se enferma.

En este sentido, mucho nos queda por hacer. El sistema sanitario actual trata las enfermedades pero no previene su aparición ni trabaja en el cuidado de la salud. La falta de tiempo y de médicos son causas de este modelo sanitario.

Un estudio del Ministerio de Sanidad español estima que en este país faltan 3.000 médicos. España cuenta con tres médicos por cada mil habitantes, lo que sitúa a este país tan sólo por encima de Grecia e Italia. La Unión Europea prevé que España perderá en los próximos 15 años cerca de 12.000 médicos. Habrá que enfrentarse a jubilaciones, movilidad geográfica por mejores condiciones laborales y bajas laborales por la presión con la que trabajan. En España, aún se puede disfrutar de una sanidad de calidad para todos. La clase política neoliberal, sin embargo, cree que para mejorar la situación hay que trabajar en la privatización de la sanidad y en la formación de los profesionales sanitarios. Repetir modelos donde hacer una simple radiografía supone cientos de dólares. Donde la salud no es más que un negocio. Se olvidan que la salud es uno de los pilares del Estado de bienestar. Un derecho fundamental para todos.

Ana Muñoz Álvarez

Periodista


Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.