Me levante y me encontré con un viernes normal todo está en su sitio, la radio sigue haciendo mención a la crisis, la cumbre del g20 parece una reunión de amigos donde la pelea fundamental es quien se sienta con quien, mientras los suspiros ante la presencia del nuevo presidente del gobierno americano no conoce de sexos liqua a ellos y a ellas, a ellos, especialmente a zapatero.
Uno cuando ve, lee o escucha comentarios sobre este tipo de reuniones políticas al más alto nivel no sé si sirve para algo, salvo para una foto de grupo un poco cara, con un montón de lujos y gastos superfluos…
Desconozco si se toman realmente decisiones importantes de las que afectan al común de los mortales, me temo que la respuesta es negativa pero el circo mediático que se monta en estos saraos no lo entiendo, con el dinero que se emplea en reunir a los personajes egregios que dicen conocer los intríngulis de la economía y política, darían para resolver muchos problemas.
Estamos en una sociedad de imagen y gestos permanentes que luego no se traducen en nada concreto, una reunión para decidir que hay que volver a reunirse…
Los políticos son amantes de la imagen y los gestos, las televisiones se alimentan de gestos, las campañas electorales son una sucesión de gestos que siempre quedan ahí.
Las reuniones políticas a alto nivel son un aluvión de gestos que no suelen traducirse en nada concreto, eso si todo vale si se sale en el telediario, se genera entonces una cantidad de información sobre la reunión de marras, se examina todo con lupa.
Acordar algo importante es harina de otro costal, la cuestión parece que únicamente radica en reunir a un grupo con un montón de periodistas haciendo fotos.
Cada vez creo menos en estos eventos, es una manera absurda de tirar a la basura el dinero de sus representados, que nunca son invitados a la fiesta, pero si corren con los gastos de la misma.
Debe ser un chollo eso de que hagan una fiesta y los gastos los pague otro, a mí nunca me han gustado estas cosas, además suena a atraco encubierto, la sociedad se va alejando de los políticos cada vez más y después de lo que se oye en estas cumbres no es de extrañar.
Disparar con pólvora del rey es un vicio muy político, lo de las cumbres suena a fiesta de lujo donde se va pasar el rato y a salir en televisión.