Un año da para mucho, da para prometer todo lo prometible y cumplir solo lo factible, da para descreer una crisis, para ningunearla, después, y para sucumbir ante ella al final, da para regalar unas elecciones autonómicas y para perder el rumbo político, en definitiva, da para perder todo el crédito acumulado en cuatro buenos años.
El gobierno de Zapatero cumple hoy, día 9 de marzo, su primer aniversario en el poder, tras ganar las elecciones de 2008 gracias al crédito que había obtenido en sus primeros cuatro años de gobierno, pero a fecha de hoy todo ese crédito se ha convertido en deuda.
Porque el resumen de este primer año de gobierno es claro: ha muerto de Economía.
El Partido Socialista nunca supo afrontar la crisis económica como debía. En un primer momento la negó, lo cuál era comprensible si nos situamos en un contexto de elecciones y con una crisis incipiente, pero, después, tras su victoria la debió haber aceptado desde un primer momento para poder iniciar el proceso de recuperación. Tardó en diagnosticar la crisis por lo que todas sus medidas acaban por mostrarse como ineficientes.
Es evidente que todas las medidas económicas han sido tomadas con la mejor de las intenciones, pero mucho me temo que ninguna de ellas ha tenido el resultado que se esperaba. Tanto ha sido el dislate que Zapatero ha terminado por desgastar a Solbes, el cuál se ha dado cuenta de que no pinta nada en el gobierno y del que ya se habla como ex-ministro (se baraja la fecha del 2 de abril como la de su sustitución).
Por otro lado, la actitud segura y repleta de confianza de Zapatero no ha sido bien entendida por la sociedad, que ve como sus problemas se agudizan mientras que su Presidente les dice que todo va bien y que no hay nada que temer. En estas ocasiones difíciles es cuando los grandes estadistas deben aparecer, deben dar un paso al frente y demostrar a su propio pueblo y, al mundo en general, que pueden tomar decisiones. Porque Zapatero ha demostrado en este año que no es capaz de tomar decisiones impopulares.
Por tanto, tras este primer año no cabe otra nota que el suspenso para el gobierno de Zapatero, especialmente en términos económicos. Bien es cierto, sin embargo, que en asuntos sociales sigue avanzando con lentitud, pero en el buen camino.
Sin embargo, lo más importante, a día de hoy, es la Economía, y Zapatero no la ha sabido gestionar adecuadamente.