Mariano Rajoy, acaba de garantizarnos a todos los españoles que España cumplirá el objetivo de déficit que ha impuesto la UE que lo ha fijado en el 4,4%. Esto es fácil de conseguir si tenemos en cuenta lo que hizo Aznar que hinchó el superávit de Estado y de la Seguridad Social en 2002, y para dar fe de ello me remito a lo publicado por el diario Información de- Alicante el 12 de enero de 2005 que informaba de lo siguiente: “El superávit que el Gobierno de José María Aznar hizo oficial para las Administraciones públicas y del Estado y la Seguridad Social en el año 2002, y que así se comunicó al Tribunal de Cuentas era de 884 millones de euros. El órgano de fiscalización, en el informe al que ha tenido acceso la Cadena Ser, rebaja esa cifra a la mitad, 415 millones de euros.” Sigue diciendo la información: “La Cuenta General del Estado, que el Gobierno envió al Tribunal de Cuentas a finales de 2003, hablaba de un superávit de 884 millones para el año 2002 en las cuentas generales de las Administraciones públicas y de la Seguridad Social. Es decir, excluidos los organismos autónomos. Ahora el Tribunal dice en su informe que ese superávit fue tan solo de 415 millones de euros, menos de la mitad. Esa es la principal denuncia del organismo que controla las cuentas públicas, pero hay más. Por ejemplo, que se hicieron ampliaciones de gasto en los Presupuestos y no se explicó de donde iba a salir el dinero. O que cuando se revisaron las previsiones de ingresos al alza, no se preveía recaudar. Aunque esa información no es obligatoria, el Tribunal de Cuentas afirma que esas deficiencias en las cuentas han dificultado saber si se estaban cumpliendo los objetivos marcados por Europa en el Pacto de Estabilidad”.
Como se puede observar para cumplir con los objetivos marcados por la Unión Europea, solo se precisa “maquillar” adecuadamente los “libros de contabilidad” o llevar a cabo una “obra de ingeniería contable” para posteriormente elaborar unos informes “adecuados”. No sería la primera vez que la UE se “traga” unos informes económicos falsos, no por parte de España, pero sí de otros países asociados. Vistas así las cosas cualquiera, como en el caso se Rajoy, puede garantizar el cumplimiento de los objetivos que señale la UE. No digo que Rajoy lo vaya a hacer, pero sí que lo podría hacer.