Cada vez son más las personas de 55 años o más que asisten a cursos para adultos o que acceden a estudios universitarios. Estos centros de estudios para mayores, han experimentado un aumento de personas interesadas en ellos en nuestro país.
El perfil de los alumnos de los centros es bastante similar, son gente prejubilada o jubilada que buscan aprovechar al máximo su tiempo libre, demostrando su capacidad de superación y el interés por aprender.
También se dan casos de personas que no han podido estudiar la carrera que querían en su momento, y usan esta etapa de sus vidas para cursar esas materias pendientes. Otro de los motivos más habituales son las inquietudes por adquirir y aprender nuevos conocimientos.
Hay algo claro, y es que no hay una edad máxima para aprender ni estudiar, solamente hay que tener ganas y actitud para cumplir lo que deseas y te ilusiona. Evita que cumplir años te aleje de tus metas, la edad biológica no es un impedimento para estudiar.
Por otro lado, algunos expertos económicos aseguran que el modelo de jubilación activa es el futuro, y que es una fórmula que permitirá a un trabajador jubilarse, pero que a su vez podría seguir manteniendo la actividad laboral y por tanto los ingresos a cambio de una parte de su pensión.
La jubilación activa
Según varios estudios aseguran que vivir 100 años o más, cada vez es y será más habitual. Estos datos conllevaran a que el número de futuros jubilados sea cada vez más mayor, y que estos tengan interés en realizar nuevas actividades como puede ser la de estudiar.
Esta tendencia de jubilación activa se refleja cada vez más en el aumento exponencial de gente de tercera edad que comienza a estudiar.
«Al principio la mayoría de los alumnos eran prejubilados y, en general, muchos más hombres que mujeres», explica Antonio Rodríguez, presidente de la Asociación Estatal de Programas Universitarios para Mayores (AEPUM)
El ejercicio intelectual que supone estudiar un curso en la jubilación es bastante beneficioso, ya no solo hablando de la salud, sino que también ofrece oportunidades de socialización. En cambio, si el estudiante adulto acude a una universidad se relacionará con gente más joven y podrá intercambiar experiencias.
¿Qué puedo estudiar al jubilarme?
La mayoría de universidades o centros de estudios para adultos ofrecen diferentes titulaciones. Las que más éxito tienen en los estudiantes adultos son las tradicionales: Historia, Historia del arte, Literatura, Matemáticas y Geografía.
Pero no todo se resume a enseñanzas universitarias, también hay cursos más específicos que se enfocan a enseñanzas más especializadas. Estos cursos pueden ir desde enseñanzas de arte, desarrollo personal, cursos de historia, idioma…
¿Con qué edad puedo acceder?
Todo dependerá del centro y curso que quieras realizar, en algunos de estos no existe una edad mínima para acceder, en cambio otros te piden tener más de 50 o 500 años. Y los cursos suelen variar según el tipo, pero normalmente van entre 60 a 90 créditos que se completan en tres o cuatros años.
No todas las personas adultas acaban los estudios a la misma velocidad, por tanto, se pueden adaptar el curso al ritmo del alumno y las necesidades del mismo.