Este fin de semana comienzan las vacaciones escolares de verano… Por fin llegan, afortunadamente, somos muchos los que las tenemos bien merecidas, y las esperamos con una gran ilusión, tanto los niños, adolescentes y jóvenes en edad de estudiar, como los adultos. Lo digo por experiencia, pues soy padre divorciado (también he sido profesor y sé lo que las vacaciones significan para los profesores y los alumnos a lo largo del extenso curso escolar…)
Por fin podré gozar de la compañía de mi hija, y ella de la mía, durante un «tiempo suficiente». Algunos que lean estas líneas dirán qué ¿a cuento de qué dirá esto este buen hombre? Pues muy sencillo, mi hija pasa conmigo apenas una semana al mes (días que, sumados a los periodos vacacionales, no superan los tres meses de estancia al año, 90 días de 365…) Y algunos seguirán preguntando ¿Es que este señor es una mala compañía que su hija ha de evitar por algún motivo?
Mi situación personal no es demasiado diferente a la de los miles de varones que en España, año tras año son expulsados de su casa, excluidos de la educación y crianza de sus hijos y convertidos en «padres periféricos», gente a la que con la coartada de «el interés superior del menor», se priva del ejercicio de la patria potestad (mejor cabría decir autoridad parental como la denominan nuestros vecinos los franceses) gente que en la mayoría de los casos es obligada a firmar «acuerdos trampa» (los llamados convenios reguladores) mediante amenazas, coacciones, extorsión, etc. cuando no les son impuestos por el o la juez de turno con la complacencia de «el fiscal de familia», en los que se les conceden migajas (y a sus hijos, y esto es lo más preocupante) llamadas «regímenes de visita». Les recuerdo a quienes lean estas líneas que, en España solamente tienen regímenes de visita los presos y los padres separados no custodios…
Mi problemática no es muy diferente de la de cualquier padre no custodio (también hay madres, ojo, aunque apenas sean el uno por ciento) al que la única «razón» que se le da para no tener contacto asiduo con sus hijos es que «lo mejor es que se queden con la madre», aunque, claro, «es bueno que los menores pasen con su padre los fines de semana alternos y la mitad de las vacaciones escolares.
Algunos partidarios dela CustodiaMonoparentalExclusiva (y excluyente) hablan de que si los niños –y niñas- estuvieran trasegando continuamente, acabarían sufriendo alguna clase de “desestabilización” o desórdenes mentales…
¿Que desorden mental puede ocasionarse en un niño por ver a sus padre y a su madre con frecuencia? ¿Es desastibilizador para los hijos comer todos los días en casa de los abuelos, y pasar la tarde en su casa, cuando los dos padres trabajan, en los casos en que las familias están “intactas”? ¿Es también causa de trastornos mentales comer en el colegio, si mamá y papá trabajan, cuando la familia aún está “intacta”…?
¿No es más traumantizante, desestabilizador, causa de trastornos mentales, ver a papá sólo dos días de cada 15 (eso con un poco de suerte) y tener una relación casi nula con el resto de la familia paterna?
Durante las vacaciones escolares se puede afirmar que los hijos de padres separados poseen Custodia Compartida (pasando el mismo tiempo con uno que con otro progenitor, y alternándose el padre y la madre en el cuidado y la educación de los hijos), si durante tres meses al añola CustodiaCompartidaes “buena para los menores” y los niños no sufren ningún tipo de desorden mental ¿Por qué habrían de sufrirlo el resto del año?
Claro que durante las vacaciones escolares las madres continúan cobrando la pensión por “alimentos”, aunque los niños estén con el padre,… así es muy fácil pasar por alto «los desordenes mentales» de los que puedan ser víctimas los hijos.
¿No será que cuando están hablando de “favor fillii” (interés superior del menor) deberían ser sinceros y llamarlo “favor matris” (interés superior de la madre) No deberían ser sinceros y llamar a las cosas por su nombre y hablar de desequilibrios y desórdenes en el bolsillo de las mamás, y no en las mentes de nuestros hijos?
Pues sí, expulsan a los padres de la vida cotidiana de sus hijos, sin base legal ni científica alguna, y entrando en un dilema absolutamente perverso del tipo «a ver quien es el mejor padre o la mejor madre», en el que por sistema se da por sentado que la madre es el progenitor más idóneo… Esto, según parece, se llama igualdad legal y no discriminación por razón de sexo…
Algunos pensamos que el mejor padre son «ambos padres» y que no hay cuestión más cruel que condenar a los menores a una orfandad estúpida e innecesaria.
Las personas que reivindicamosla Custodia Compartidacomo la mejor solución, tras el divorcio, para que los hijos puedan seguir disfrutando del amor, de los cuidados, de ambos progenitores, estamos hablando de que ambos padres sigan en la manera de lo posible, estando presentes en la vida cotidiana de sus hijos, sin restricciones. Es la única manera de que ambos participen, con plena igualdad de derechos y obligaciones en su educación y en su crianza… Se trata, simplemente, de procurar «el interés superior de los menores» (como obligan las leyes,la Constitución, y los convenios internacionales a los que está adherido el Reino de España)
En la actualidad los papás -varones- están siendo discriminados por el simple hecho de ser varones, cuando se produce una ruptura de pareja, y de paso se priva a los hijos de sus cuidados, de su amor, de su educación…
¿Alguien sabría decirme por qué «es mejor» que los hijos se queden con la mamá en los casos de divorcio, y sobre todo, en qué beneficia a los hijos el apartarlos de su papá…?
Somos legión los que nos preguntamos por qué la guarda y custodia compartida es beneficiosa, necesaria para los hijos en los periodos vacacionales y al entender de jueces y fiscales, es perjudicial en los periodos en los que los niñ@s tienen clases. Á‰ste es el gran misterio a resolver por parte de psicólogos, jueces, fiscales, juristas en general, organizaciones «de mujeres» y de cuantos se oponen a la custodia compartida como norma general (buscando el mayor beneficio para los menores, dicen) y aducen que sería especialmente desequilibrante, perturbadora, y no se sabe cuantas cuestiones más; eso sí sólo en época de estudio, que según parece hay un especial riesgo de que los críos contraigan la grave enfermedad llamada «padritis»…
¿Por qué se me concede la posibilidad de la guarda y custodia compartida durante las vacaciones de semana santa, navidad y verano, y no el resto del año? ¿Acaso los hijos necesitan por igual a su padre y su madre durante los periodos de vacaciones escolares y, en cambio, necesitan sólo a la madre durante el resto del año?
Quienes hablamos de la necesidad de la custodia compartida también hablamos dela Mediación FamiliarObligatoria como condición imprescindible, y por supuesto de la urgente necesidad de desjudicializar las rupturas de pareja y de salir del actual esquema adversarial, de ganadores y perdedores, en el que en realidad no hay un ganador, todos pierden y especialmente los hijos… Pero es que la actual fórmula de divorcio es, también, tremendamente injusta y alienante para las mujeres pese a la aparente percepción que las mujeres puedan tener de victoria…
Mi problema (y el de mi hija) el de muchísima gente: padres separados, hijos de padres separados, tíos, primos, abuelos, amigos es, también, la actual legislación «de igual-da y género» (y especialmente con la denominada “ley integral contra la violencia de género”) alentada por el lobby feminista/fundamentalista, que está instituyendo un sistema de apartheid por razón de sexo en el que con el pretexto, la noble causa (como cualquier otra ideología totalitaria) de proteger a las mujeres se está marginando, perjudicando, maltratando a los varones (discriminación positiva llaman a lo que siempre se ha llamado trato de favor) y destruyendo cualquier cosa que tenga que ver con aquello que siempre se llamó familia.
¿Son todas las mujeres bellísimas personas, madres abnegadas… el súmmum de la bondad y la generosidad, y los padres unos malvados egoístas, de los cuales hay que apartar a los hijos tras el divorcio, no sea que ejerzan una malísima influencia sobre los niños y niñas…?
En todas las vacaciones escolares de mi hija, desde hace más de diez años, me pregunto lo mismo:
¿Es justo un sistema en el que son únicamente las mujeres, cuando se separan de sus maridos, las que pueden decidir cuánto tiempo pueden pasar sus hijos con sus padres?
Los y las que se oponen ala Custodia Compartida(que casualmente son las mismas personas que hablan de la necesidad de una mayor implicación de los hombres –varones- en la crianza y la educación de los hijos, y en las tareas domésticas, y se les llena la boca de “conciliación” y cosas por el estilo…) hablan también de la necesidad del «mutuo acuerdo» entre el papá y la mamá, como «conditio sine qua non» para que se «consienta»/otorguela Custodia Compartidade los hijos tras el divorcio… ¿Conoce alguien a gente que rompa su matrimonio, o relación de pareja «porque se lleve bien»? Yo no conozco a nadie, es de suponer que la gente rompe su relación porque ya no se lleva bien, no se soporta… «Si no hay acuerdo entre los progenitores» es uno de los principales pretextos que ponen los y las contrarios a la custodia compartida de los hijos tras el divorcio… Lo que nunca justifican (pues no tienen argumentos) es que en caso de desacuerdo, los hijos hayan de quedarse siempre con sus mamás, y «divorciarse» de sus papás y de la familia extensa del padre… ¿Por qué ha de ser así? ¿Por qué no al revés? ¿Qué dirían si se quedaran por sistema con papá, y la mamá pasara a ser la progenitora «no custodia» y se la privara de participar en la crianza y la educación de los hijos…? ¿Sería beneficioso para los hijos «perder a su mamá»…?
Resulta, también, especialmente sorprendente la expresión de «niños víctimas de la custodia compartida”, que ya es corriente entre quienes son contrarios a ella ¿Qué es «eso»? Sería mucho pedir que nos explicaran por qué, y de qué manera puede perjudicar a los hijos el que sigan recibiendo el amor, los cuidados de ambos padres (papá y mamá) aunque ambos vivan separados) y los hijos sean educados y criados por ambos, y que sigan teniendo contacto con las familias de ambos, abuelos, tíos, primos…etc.
Yo que, ingenuo de mí, siempre había supuesto quela Justiciaestaba para velar por «el interés superior de los menores», para «hacer justicia», para solucionar problemas y no ocasionar mayores problemas…
Por cierto, mientras no se deroguen la actual legislación de divorcio y la ley «integral contra la violencia de género» la custodia compartida (y por tanto el ejercicio pleno, en igualdad, de la patria potestad por parte de ambos progenitores) es absolutamente imposible, por más iniciativas que se tomen en las diversas regiones de España, o la pretendida reforma legislativa promovida por el actual Ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.
De todos modos, somos muchos los que aún no hemos perdido la esperanza (más de cuatro millones de familias) de que el PP se atreva a hacerlo antes de que termine la legislatura, pues el PSOE ha demostrado sobradamente que está contra la custodia compartida (siguiendo las directrices del lobby de género, comúnmente llamado «feminazi»).