EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Ruego a usted, querido lector, que no se escandalice por tomarme la licencia de emplear una forma de manifestarme tan coloquial para titular este comentario. Dar por saco significa, entre otras cosas, “molestar o fastidiar”, por lo tanto dentro de que se trata de una expresión cotidiana un poco fuerte yo la utilizo, creo y espero, en su sentido más descriptivo y más asumible y comprensible por todos que en este caso es el de “molestar o fastidiar”.
La verdad es que es la forma de expresión más apropiada para referirme a lo dicho primero por Javier Arenas y después por Dolores de Cospedal, la secretaria general del Partido Popular, ambos apoyados por Rajoy, sobre la polémica que desde el PP se ha desatado en relación con la cadena perpetua. A este respecto la número dos del PP ha dicho que su partido no va a llevar esta cuestión en su programa electoral y que tampoco existe la intención de materializarla en una iniciativa parlamentaria, sino que simplemente lo han sacado a la palestra, dice De Cospedal, y también Rajoy, para abrir un debate en la sociedad española.
Si no piensan llevarlo en su programa como una oferta electoral que creen necesaria ni tampoco platearlo en el Parlamento ¿para qué abrir un debate? Lo mismo sucedió con el divorcio y con el aborto mucho protestar, mucho despotricar contra ambas leyes, para después, habiendo estado en el Gobierno ocho años, no derogar estas normas, cuando perfectamente podrían haberlo hecho. O sea, que se trata, por lo que dice De Cospedal y Rajoy, de provocar un enfrentamiento entre los españoles para después decir que ellos no piensan ponerla en vigor si algún día gobiernan.
Por otro lado y en la cuestión de la ubicación del almacén de residuos nucleares y cuando se deja a la libre elección de los pueblos que deseen acceder a que sea instalado en su término municipal, sale Rajoy vociferando y diciendo que esto es el Gobierno quien debe decidir el lugar donde se puede asentar esta instalación. Muy listo el chico. Sería muy interesante oír lo que diría si fuera el Gobierno quien por el método del “ordeno y mando” decretara el emplazamiento.
Si todo esto no es dar por saco…