Fenecida la dictadura franquista y entrados en la nueva época (dicen que democrática cosa que es mentira) y como ya teníamos dinero en cantidades industriales, no teníamos deudas exteriores, ni el temido déficit que ahora hace temblar; puestos casi de rodillas, los nuevos mandatarios españoles, fuimos admitidos en lo que se denomina “Comunidad Europea”, la que como en las viejas comunidades religiosas, “el que se da la vida padre es el abad y pocos más” (o sea lo que ocurre en la Europa de los mercaderes y en la España de “los vividores”).
Y fuimos admitidos por cuanto éramos el país grande y saneado, que les interesaba a los que no pretendían otra cosa, que el controlarnos económicamente y que es lo que ya ha ocurrido; con el inconveniente terrible, que nos van a “recoger” en la ruina y vamos a tener que tragar hasta con “las salchichas alemanas”.
Recordemos un simple boceto histórico “social” (que no socialista)… Tras la guerra civil quedamos pobres, infinidad de nosotros en la miseria. Tras lo que pasamos y a caballo de la peseta, llegamos a ricos o como mínimo a bien acomodados; y así seguimos un tiempo, para (hoy) terminar y ya eliminada la peseta, en una pobreza galopante y ya en una miseria que alcanza de nuevo a muchos millones de españoles; ¿qué ha pasado? ¿Para qué nos ha servido el euro en menos de una década de la nueva moneda que nos “la pintaban” como el no va más de bienestar para el español?
Veamos “otras pinceladas o brochazos de vergÁ¼enza para los responsables”.
“España era en 2000 la envidia del mundo por el crecimiento y el vigor de su economía. El análisis económico del país en este mes de diciembre no tiene nada que ver con el que se hacía en el mismo mes de 2000. Entonces, España vivía las mieles de haber superado la entrada en la moneda única europea, con un aumento de PIB del 4%, una tasa de paro del 10,5% y un déficit público del 0,3%. La prima de riesgo, un concepto que entonces no ocupaba ni un solo titular, se acercaba al 0%. Sí, al 0%. La amenaza de que el país tuviera que pagar por colocar sus bonos era algo impensable hace diez años. El año 2000, España podía tener problemas, pero desde luego no eran de índole económica. En 1998, el país vivió uno de los hechos más importantes de su historia económica, la incorporación a la Unión Monetaria Europea, es decir, al euro. El PIB español venía creciendo con fuerza, las devaluaciones recientes de la peseta permitían absorber las pérdidas de competitividad producidas por la endémica falta de productividad de la economía (entre 2000 y 2008 sólo ha crecido un 1,6%). Al principio de la década, todo va bien. La economía española crece y se crea empleo. El Estado asume por ley la disciplina presupuestaria, lo que facilita que unos años después, en 2006, se alcance el superávit del 1,8% del PIB tras lograr el equilibrio en las cuentas desde años antes”. (Datos copiados en la red donde hay muchísimos más e igualmente bochornosos).
Vistos todos estos datos, lo primero que el más tonto se preguntaría… ¿y que hace un equipo de gobierno aún en activo, encabezando este desastre nacional? Nadie se lo explica; pero el nefasto, devastador, fanfarrón y ya exterminador (como vaticiné hace mucho tiempo… “éste es capaz de acabar hasta con su propio partido”) político-plaga, sigue en la presidencia, si bien bastante oculto, por cuanto el que ejecuta es “su valido”.
¿Pero y girando el tema… es que los europeos están satisfechos en general?
Recordemos que los astutos ingleses, no entraron en el euro y mantienen la libra esterlina contra viento y marea… cosa esta digna de ser apreciada en toda su importancia, puesto que los ingleses han sido los más grandes negociantes de todo el mundo y a la vista está su poder dinerario y el haber implantado su idioma en todos los negocios, del mundo mundial.
¿Pero y los alemanes, que opinan? Según vengo leyendo, ya la mayoría de ellos “no tragan con el euro” y le están pidiendo a la Señora Merkel, que hay que volver al marco… y quieren volver al marco, por cuanto consideran, que con los impuestos alemanes, se están pagando a muchísimos vagos y maleantes, que son muy abundantes en algunas partes de Europa y no sólo en la de “toros y pandereta”, donde la mayoría de los que de verdad trabajan, viven infinitamente peor que la infinidad que no lo hace, pero que vive opíparamente de los impuestos… y esos alemanes, lo que están viendo es que “ese cáncer continental” va en aumento… y como los alemanes lo que tienen, se lo han ganado con esfuerzo y buena administración; lógico que pidan volver al marco alemán y a la economía teutona, que sabe rehacerse en tiempos record. Cosa que es sencillo de emular, simplemente: TRABAJANDO, SIENDO AUSTEROS Y AHORRANDO.. ¿sencillo… no?
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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