“Nuestro espíritu, que después de una larga etapa materialista se halla aún en los inicios del despertar, posee gérmenes de desesperación, carente de fe, falto de meta y de sentido.
Pero aún no ha terminado la pesadilla de las tendencias materialistas que hicieron de la vida en el mundo un penoso y absurdo juego. Sólo una débil luz aparece como un diminuto punto en un gran círculo negro. Sólo es un presentimiento que el espíritu no se arriesga a mirar, pues se pregunta si la luz es sólo un sueño y el círculo negro la realidad”.