EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Para que vamos a ir con engaños y confusiones, a Julián Assange, el máximo responsable de Wikileaks, no lo quieren detener las “autoridades” británicas por la presunta violación de cuatro mujeres en Suecia, por cierto en un primer momento se habló de dos mujeres, al parecer su estancia en Suecia Assange se dedicó a violar mujeres a diestro y siniestro. La verdad es que resulta “emotivo” el hecho de que las “autoridades” inglesas se preocupen tanto de un presunto violador, que de ser cierto se merece un serio correctivo, y no se preocuparan en su día de entregar a los tribunales internacionales de justicia a Augusto Pinochet responsable de miles de muertes violentas y morales por motivos políticos y por tanto de ataque a los más elementales y sagrados derechos humanos. A Pinochet le entregaron el salvoconducto para que pudiera salir de Inglaterra sin ningún problema y a Julián Assange se lo niegan, yo no sé qué diferencia puede haber entre un presunto violador y un individuo que ha cometido asesinatos en masa, en esta cuestión esta apreciación escapa a mi capacidad de comparar y establecer la desemejanza entre un asesino y un violador, para eso está justicia, pero creo que si en el caso de Assange es merecedor de que no se le entregue el salvoconducto para salir de la pérfida Albión, Pinochet tampoco lo era y sin embargo se le entregó.
La verdad es que lo que subyace en el fondo de este interés por parte de las “autoridades” inglesas por extraditar a Assange a Suecia, es que este al final vaya a parar a los Estados Unidos donde sus dirigentes no le perdonan al responsable de Wikileaks el que pusiera en el “escaparate” la miseria, la ruindad y la degradación moral de algunos individuos que pertenecen a la clase política, esto es lo que realmente les ha jodido, lo otro, lo de las cuatro mujeres presuntamente violadas, no es más que una excusa para llevar a cabo esa pretendida extradición a Suecia. Todos tenemos muy claro que por este hecho, el de la presunta violación, jamás se hubiera levantado tamaña polvareda y el Gobierno británico nunca hubiera amenazado con entrar por la fuerza en la embajada de Ecuador que es un territorio inviolable. Aunque en un país que en tiempos pasados se desarrolló gracias al “trabajo” de sus piratas y que ahora nos quiere imponer a los españoles donde no pueden faenar nuestros pescadores, a quien puede extrañar semejante bravuconada.
El error de Assange, al margen de que pueda ser cierto o no lo de las violaciones, fue el de “meterse” con los poderosos, violar su inconfesable y deshonesta forma de proceder y ponerle cara con nombre y apellidos a todos aquellos que quieren controlar el mundo con mentiras, cinismo y abuso de poder. En definitiva dar pelos y señales de la actitud de unos individuos que son un riesgo para la libertad de las personas. Esa, fue la principal equivocación de Assange, el que, violaciones aparte, si es que las hubo, merece el reconocimiento de todos por su valentía al dar cuenta al mundo entero de la corrupta forma de proceder de los poderosos en cuyas aviesas manos está el destino de todos nosotros.