Sociopolítica

De Podemos a Ortega y Gasset, un país todavía por ‘vertebrar’

«Los componentes de esas muchedumbres no han surgido de la nada (…) Los individuos que integran estas muchedumbres preexistían, pero no como muchedumbre. Repartidos por el mundo en pequeños grupos, o solitarios, llevaban una vida, por lo visto, divergente, disociada, distante. Cada cual -individuo o pequeno grupo- ocupaba un sitio, tal vez el suyo, en el campo, en la aldea, en la villa, en el barrio de la gran ciudad

(Ortega y Gasset, La rebelión de las masas)

Masas

Entre un puñado de intelectuales…

Que tal vez era posible establecer ciertos paralelismos,además de sus respectivas disonancias, entre algunos episodios de la filosofía y la política de Slavoj Zizek y Ortega y Gasset, lo proponía yo (aunque de soslayo) durante mi turno en el congreso de la Sociedad Académica de Filosofía del año pasado (2013). A muchos hubo de parecerles un sinsentido, o una tarea poco fructuosa. Sin embargo, hete aquí que durante los últimos meses esta intuición se ha ido agudizando, al punto que ni siquiera yo era capaz de imaginar por aquel entonces qué de crucial habría en una afirmación «tan arriesgada», filosófica y académicamente hablando.

Lo que les propongo, es un breve ejercicio en el que se muestran algunos de los puntos comunes entre el proyecto de Podemos y el que Pepe Ortega tenía para la España de sus días -que hoy, en muchísimos aspectos, continúa siendo igual de cainita-. Curiosamente el nexo de unión no es otro que el polémico Zizek, quien por otro lado, acaba de publicar un libro junto a Shrecko Horvat y, prácticamente, Alexis Tsipras (líder de Syriza, partido de izquierda radical griego). En esta obra, un recopilatorio de distintos artículos, entrevistas e intervenciones en coloquios, lo que hace este fabuloso trío del pensamiento crítico europeo, es abordar de pleno la problemática que nos azota. Lo único a lamentar es que, pese a que recibe el respaldo nominal de estos tres autores en un reciente comunicado de distintos intelectuales de todos los países (junto a Toni Negri, Chantal Mouffe, Naomi Klein, Noam Chomski, ETC.), no se habla ni una sola palabra de Podemos en este libro.

La explicación de esta ausencia, en realidad, es muy sencilla. Cuando se escribió el libro, Podemos todavía no había dado «el golpe». Ahora sería imposible reescribir ciertas partes del libro sin referirse explícitamente al movimiento que este ‘partido’ ha generado. Y es a que a todos/as nos ha pillado de sorpresa. Por ejemplo, yo mismo intentaba fondear en las vicisitudes de mi tesis pero, dado que esta trata sobre Ortega y, por otro lado -aunque no demasiado lejos-, de un movimiento social tan importante y trascendental como la ecología, no he podido resistirme a ponerme a pensar en el problema actual de España.

A propósito de las acusaciones en torno a los lazos con ciertas políticas latinoamericanas que se han emitido contra Podemos, no diré nada, la respuesta correcta puede hallarse en la red y buceando un poco en el recorrido tanto de los implicados, como de su movimiento (Podemos), puede valorarse su veracidad. Sin embargo, para alimentar la polémica, me gustaría proponer que sí debemos analizar la emergencia de Podemos desde la perspectiva de los movimientos emancipatorios en Latinoamérica, pero no desde la de regímenes como el chavismo. Y de hecho, cabría añadir lo mucho que aprender que tiene Podemos, de ciertos movimientos en concreto. Son muchos, y muchas, los que han sostenido la imagen del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional como un paradigma para los movimientos sociales; yo me incluyo entre ellos.

El tipo de política que ha esgrimido el EZLN ha sido identificado como una «política prefigurativa». Ya he prometido muchas veces componer una pequeña entrada explicando cuales son las bases de dicha política, aunque todavía no está la cosa en su punto como para presentarles algo ‘digerible’. No obstante, espero poder ofrecerles algunas líneas claras en la próxima entrada que por acá publique (si es que los redactores lo consideran oportuno). Por el momento, les ofrezco una nueva referencia, el politólogo Hernán Dario Ouviña, activista argentino en estrecha colaboración con el EZLN. Con él, junto a Joel Kovel y algunos fragmentos del mismo Zizek, intentaré capturar la esencia de una «política prefigurativa».

miedo a las masas

…y el gobierno de las masas

Pablo Iglesias, entre otros, han acudido a prestigiosos seminarios impartidos por figuras como Alain Badiou o Slavoj Zizek. Llama la atención que encontremos, sin embargo, ciertas disonancias en las enseñanzas de éste último y el programa ‘oficial’ de Podemos. A Zizek le han llamado de todo, incluso yo mismo he propuesto conocerlo como el «Shrek de la ecología política» -aunque eso sea otra historia-; pero una de las acusaciones que ahora más interesa es la de ser un antidemocrático. Verán, esa acusación no es del todo cierta, Zizek sólo se ha ocupado en señalar las dificultades de la democracia directa, participativa desde las bases. Considerando la cuestión de la ralentización para los procesos de toma de decisiones que esto supone, las dificultades prácticas para llevar a cabo tamañas consultas, o partiendo de la idea de que la gente «no sabe lo que le conviene» -básicamente porque el ciudadano/a ideal que la democracia teórica supone no existe-, tampoco podríamos decir que Zizek va del todo desencaminado. Ahora bien, de ahí a decir que lo que necesitamos en una Margaret Tatcher de izquierdas, como hace en el libro que les mencionaba, va un trecho -y sin embargo, les animo a que consideren su argumentación-.

La cuestión central es que Podemos es bien consciente de esta dificultad y que, por otro lado, soslayando algunas voces dentro de su propio seno, ya ha asumido la necesidad de referirse, en ocasiones, a cierta estructura que no puede detenerse a consultar. Entiendo esa decisión, la democracia directa es agotadora. De todos modos, si me preguntaran sobre las condiciones históricas necesarias para un cambio -no ya el cambio, sino un mero cambio-, diría sin titubeos que son las de hoy.

Hablar del gobierno de las masas, remite forzosamente -aquí y en cualquier despacho de filosofía política del mundo- a La rebelión de las masas, publicado allá por los años 30 de mano de Ortega y Gasset. El miedo de Ortega era la invasión vertical de un auténtico bárbaro, el que la masa tratara de usurpar el lugar reservado para las minorías. Como podrán suponer, esta idea ha recibido todo tipo de comentarios, incluidos aquellos/as que piensan todavía que sirve como un alegato por defender las multitudes. Nada más lejos de la realidad, Ortega se refiere explícitamente a la necesidad de que gobiernen ciertas élites, una minoria selecta de entre la ciudadanía: como está desarrollando una antigua compañera de estudios, Ortega se refiere al político aristos.

La sorpresa es que, precisamente, cuando Zizek se refiere a una nueva Tatcher, acaba por puntualizar que es una parábola, o más bien un chiste socarrón, para representar la necesidad de que gobiernen élites en las que podamos confiar nuestras políticas (evidentemente, no defiende el modelo social de Tatcher, pero destaca otras cualidades que bien valdrían para la izquierda actual). Por otro lado, qué duda cabe de que la cabecera de Podemos representa a una élite intelectual izquierdista y española que, quitado de algunos catedráticos vampirescos como Montoro y un puñado de licenciados y ‘mediomagisters’, no encuentra parangón en la cateta derecha que domina España. Ellos y ellas (Podemos) son, además, esa clase de intelectuales que tanto echaba a faltar Ortega en el socialismo revolucionario español de su época -quitado de, curiosamente, otro Pablo Iglesias-.

Ahora, el reto que afrontará Podemos, será precisamente ese, como lograr mantener un ritmo asambleario sin que los bárbaros se nos cuelen por el escotillón, por emplear una frase de Ortega. Aunque también habrá de dar respuesta a un problema que fue de los primeros que trastorno a Ortega: el hecho de una España tan desestructurada, tan invertebrada. Como yo lo veo, este problema puede traducirse a las prácticas, en la dificultad que debe afrontar Podemos a la hora de pensar sus alianzas entre los distintos partidos, también de izquierdas, a nivel estatal. Respecto de Europa, parece haberse dado de nuevo un idilio entre España y Grecia; es decir, entre Podemos y Syriza, la gran sorpresa para los comicios europeos en el estado griego. Esperemos que éste sea más cierto y fructifero, que el que ya se diera entre el infame ‘Bri-Borbón‘ y la estoica Sofía de Grecia y Dinamarca.

De las alianzas que Podemos establezca de aquí a los comicios que nos esperan, dependerá seguramente el destino de su propia formación y, tal vez, de toda España. Me reitero en mi opinión de que el kairós es el adecuado, tan sólo falta ver qué vamos a claudicar para formar programas generales que incluyan a más partidos de la izquierda. Sospecho que la ecología será uno de ellos; pero, si quieren, ya continuamos hablando de esto, y más cosas sobre Ortega, en otra ocasión. Les dejo con la continuación de la cita de Ortega que nos introducía, ¿no es cierto que si hablamos todos a la vez terminamos por no entendernos? Estamos en riesgo de que al final, como dirá Ortega, no quede más que coro: entonces, sorprendentemente, estamos en las mismas de las que queríamos huir.

«Ahora, de pronto, aparecen bajo la especie de aglomeración, y nuestros ojos ven dondequiera muchedumbres. ¿Dondequiera? No, no; precisamente en los lugares mejores, creación relativamente refinada de la cultura humana, reservados antes a grupos menores, en definitiva, a minorías.
La muchedumbre, de pronto, se ha hecho visible, se ha instalado en los lugares preferentes de la sociedad. Antes, si existía, pasaba inadvertida, ocupaba el fondo del escenario social; ahora se ha adelantado a las baterías, es ella el personaje principal. Ya no hay protagonistas: sólo hay coro.»

(Ortega y Gasset, La rebelión de las masas)

PD. Tal vez el contenido presenciado no sea merecedor de tan solemne título, les pido disculpas, pero no es tampoco el contexto como para mayores exposiciones. Como decía, son cuestiones que voy a continuar trabajando; sirva esto como anuncio de nuevas  pifias literarias por mi parte, así como de invitación a cualquiera que se anime a investigar esta curiosa confluencia. De hecho, aprovecho para invitarles a mi ponencia en el LI Congreso de Filosofía Joven «Poder y Movimientos«, Mesa 7: Nuevos Movimientos Sociales y Poder, día dos de julio en la Complutense. Aunque iré desgranando los contenidos en posteriores publicaciones.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.