Sociopolítica

De toros, caballos, cerdos y hombres

Un día recibo de un amigo un video en el que se muestran “los horrores” que se cometen en esa denominada fiesta de “los toros” y en la que los martirizados toro y caballo, aparecen en unas escenas verdaderamente horrorosas; acompañadas de unos textos, que haría conmoverse “a las piedras”. Una vez visto y leído todo (cuesta trabajo puesto que dan ganas de no continuar) y dejándolo “reposar varios días”; me decido y lo reenvío a una selección de amigos o personas que entiendo por su sensibilidad e intelectualidad demostrada, pueden recibirlo y luego decirme algo, puesto que mi impresión final (del mismo) fue angustiosa. Y así recibo un texto que me hace pensar, meditar y luego lo respondo… al siguiente día: Lo ofrezco a mis lectores y como siempre, con mi mejor intención de aportar algo positivo… “ya veremos”.

El escrito recibido es el que sigue:

“Lo de realidades, mi querido amigo, es más que dudoso. Además de ser un artículo político por sus expresiones (nada menos que hay un mundo de psicópatas que llena los cosos taurinos y que según ese «experto psiquiatra» al salir irían matando por ahí a troche y moche – es lo que hacen los psicópatas), además, sigo, son risibles sus conocimientos de la anatomía de los bóvidos, descendientes del uro (la subespecie Bos taurus primigenius), antepasado del actual ganado vacuno, son bastante risibles. El uro desapareció de su último reducto en los bosques de Europa central en el siglo XVII. Los partidarios de la tauromaquia arguyen que, debido a la cría selectiva de toros de lidia, el toro salvaje español ha sobrevivido durante los últimos trescientos años. La principal diferencia entre el toro salvaje y el doméstico es la manera de reaccionar cuando se ve amenazado. El toro bravo de origen español seguirá atacando sin cesar mientras algo o alguien se mueva en frente de él. No hay duda de que hay mucho juego sucio en las corridas, pero si el toro fuera tan «martirizado» no habrían muerto tantos toreros, v.gr. el gran Manolete, por hacer caso a un cretino que, desde la barrera le grito «¡ acércate más, cobarde !» Manolete, que no era ningún aficionado, se acercó a un toro que no estaba tan martirizado ya que lo mató de una cornada. este es el caso de centenares de toreros que han acabado igual o con terribles feridas. Y por último, no me gustan los anónimos. Quién no tiene cojones (perdóneme la expresión) para firmar un artículo es un manso (castrado), aunque no le gusten los toros.     Y conste  que como no he ido a ninguna corrida, ni me interesa – como tampoco el fútbol – no quito razón a unos ni a otros, ya que no soy experto en la materia ni de lejos y no oso opinar; pero no me gustan los radicales, por aquello de que cuanto más chillan menos razón tienen; un poco como decía el ilustre Capmany «los ecologíastas coñazos». Pues eso, unos coñazos.     Un abrazo de su amigo,

Mi respuesta: “Agradezco sus razonamientos y el análisis que hace… ¿qué decir yo?… pues que la persona que me envió el video y que no es anónima; me obligó a verlo (precisamente por ello) y la verdad no es agradable lo que cuentan, pero… ¿qué decir vuelvo a preguntarme? Acordándome de por ejemplo; los miles de delfines que masacran en un lugar de la costa del “civilizado” Japón y cada año, convirtiendo aquellas aguas en “un mar de sangre”… y que no es otra cosa que “una de las múltiples masacres que se cometen constantemente en este pobre planeta, en el que todo ha de comer de lo que mata o muere y eso lo hacen hasta las bacterias”… ¿qué decir me pregunto de nuevo?… yo que fui a los toros y me fumaba un largo puro (“somos monos de imitación”) mientras asesinaban al toro… terminé por darme cuenta, que… “los dos únicos seres vivos (puros) que allí entraban, eran el toro y el caballo del picador”… ¿el resto como clasificarlos?… desde entonces y sintiendo asco de mi mismo, dejé de ir (mi mujer si va y le gusta: yo incluso le pago la entrada de mi bolsillo; allá ella)… es verdad, si ese animal desapareciera de las enormes dehesas que ocupa… desaparecería con él alguna o gran parte de la fauna que convive gracias a él y a los cuidos que recibe del hombre, por el dinero que representa como negocio (no nos engañemos)… quizá esas dehesas entonces las dedicaran “a más cerdos”… pero considero que “ya hay bastantes” y… sobra el jamón, que hoy ya no saben donde venderlo y de ahí la bajada de precios… sí y como siempre termino perdido… “fuera y dentro de mi”… y me refugio en el consuelo de mirar hacia la masa de “monos” a la que pertenezco y… incluyéndome yo mismo, suspirar y decir una o varias veces…. ¡¡POBRES CRIATURAS!!… que en definitiva somos inocentes, puesto que no somos CAUSA sino EFECTO… “no pudimos crearnos a nosotros mismos” y por tanto LA CREACIÁN, incrustó en nosotros… “todas esas cosas”… ELLA SABRÁ POR QUÁ‰… “es por lo que cada vez me atrae más el llegar a la muerte… a ver que es lo que tras de ella me encuentro”… no, no tengo prisa, pero tampoco miedo. Tengo la esperanza de que tras ese “temido velo” debe haber alguna explicación. Un abrazo querido amigo… “y prosigÁ¼amos”.

Como complemento decir, que en 1999 y tras muchos años de observar e investigar, publiqué un ensayo… “sobre el toro y el toreo y su mitología”; puesto que “los toros”, vienen desde antes de Cristo… y en España, los corrió… hasta Julio César… Sí, digan lo que digan y lo hagan como quieran… ese mundo del toro y el hombre es enormemente interesante… y como el ensayo se agotó rápidamente, estoy esperando a ver quién se interesa y lo reedita… tiene muchas cosas más.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.