Desde 2007 el presupuesto asignado ha sido nominalmente el mismo, pese a una inflación acumulada anual cercana al 30 por ciento.
“Así, la mayor parte del dinero se destina a salarios que ya son deficientes, y a servicios estudiantiles, como comedor, transporte y algunas becas de excelencia académica. Para investigación solo quedan recursos marginales”, dijo a SciDev.Net Félix Tapia, coordinador del Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
El financiamiento de proyectos es una de las áreas más afectadas. Antes de 2008 la UCV realizaba dos convocatorias anuales para financiar proyectos de investigación. Desde 2009 a la fecha se han realizado solamente dos, ambas con un financiamiento máximo anual equivalente a US$3.488 para proyectos individuales y US$34.000 para grupales.
“La media de la región es de US$100.000 por proyecto. Nos estamos quedando atrás a pasos agigantados”, explicó Tapia.
La Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) solo ha podido financiar 50 proyectos de investigación en el último año, con un aporte máximo de US$9.300 por iniciativa.
“No podemos invertir en reposición de equipos ni suministros para los laboratorios, y los investigadores se ven forzados a salir a buscar sus propios medios de financiamiento, distrayéndose de su verdadera prioridad”, dice Yuly Esteves, coordinadora nacional de Investigación de la UPEL.
Esteves, también secretaria ejecutiva de la alianza de consejos de desarrollo de investigación de las universidades venezolanas, asegura que “uno de los mayores problemas [de los centros de estudios públicos] es la estrategia de investigación diseñadas por el Gobierno, que solo tiene cuatro áreas prioritarias y deja fuera a la inmensa mayoría de las ciencias básicas y aplicadas. Es grave, porque limita los recursos”.
La crisis también ha reducido las posibilidades de difundir los resultados de investigaciones, considerando que indexar revistas en índices internacionales supera los US$ 10.000 por publicación.
“Muchas universidades estamos tratando de concretar nuestros propios repositorios”, explicó Esteves. Para eso han tomado como modelo el sistema Saber ULA, un repositorio de artículos de investigación gratuito y de libre acceso creado en 2000 por la Universidad de Los Andes.
“Á‰stos repositorios son la única salida con la que contamos para exponer los resultados obtenidos a nuestros pares, porque tampoco podemos pagar movilizaciones a congresos”, dijo Tapia, quien está haciendo realidad la plataforma Saber UCV.
Los académicos tampoco están muy optimistas tras la reciente reforma a la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación, que centraliza completamente los recursos aportados por la empresa privada a proyectos de investigación.
Ulises Rojas, vicerrector académico de la Universidad de Carabobo, sostiene que han tenido largas discusiones y negociaciones con entes de gobierno para resolver sus déficits: “Aunque somos pacientes, el dinero no siempre llega a tiempo. Recién este año obtuvimos los recursos para pagar por dos años de colecciones periódicas atrasadas. Esperamos que esta situación mejore pronto”.
Andrea Small
7 diciembre 2011
SciDev.Net