Sociopolítica

Déficit, Sanidad pública, abusos… y más cosas

            Cuándo todo se desmadra (y en España “somos maestros en ello”) vienen las penurias y calamidades hacia las que caminamos, puesto que lo que tenemos encima, no ha finalizado; ni mucho menos. Se ha malgastado mucho, se ha tirado más y ahora hay que reponerlo, sea como sea; pero desde luego, desde el rey  hasta el sepulturero del último municipio y como “empleados públicos”, tienen que marcar pauta rebajándose sus salarios y “anexos”, que por ser fijos los tienen seguros, cosa que el resto de españoles no.

            Se habla del “déficit”; que unos entendemos pero que la mayoría no; por lo que hay que explicarlo de forma entendible. Si usted gana mil euros cada mes y se gasta mil doscientos; su ruina es previsible y si no corta a tiempo, reduce sus gastos en su casa y paga la deuda acumulada, se queda… “hasta sin rollo de papel higiénico”, por cuanto llegado el momento de quiebra, le embargan “hasta el apellido”.

 

            En los gobiernos es lo mismo y sean los de un pequeño ayuntamiento o del Estado nacional y sus aparatos; sólo que en estos casos, ellos tienen unas leyes en que no se les puede embargar y de ahí el abuso, puesto que de esos desastres tampoco responden los regidores, como debieran responder, con sus propios bienes e incluso yendo a la cárcel, puesto que hacen malversación de fondos, gastándolos en absurdos.

            Por tanto y para prevenir estos desastres que hoy gravitan sobre todos nosotros, puesto que nos obligarán a  pagar “los platos que otros han destrozado”; debemos pedir y que sea impuesto por ley, el déficit “cero”; o sea, que ningún organismo oficial, pueda gastar ni un céntimo más de lo que recaude y si lo hace, el responsable y de inmediato, sea detenido y a la cárcel, embargándole todo lo que tiene él y sus más directos allegados; hijos y consorte… seguro que así, no se desviaban ni en un céntimo.

 

            Esa administración aún así no es la correcta; puesto que lo correcto es lo que cualquier sensato hace en su propia casa, o sea, que no se gasta todo lo que ingresa sino que guarda una parte para  prevenir futuros más o menos lejanos y en que pueda necesitar de ese ahorro.

 

            Yo estimo que en el aparato oficial, se debiera ahorrar como mínimo un diez por ciento de los ingresos y para imprevistos necesarios, catástrofes y similares; puesto que es el ahorro el que soluciona ello; y le enseñanza nos la da la propia Madre Naturaleza, en todas sus formas de vida. Simplemente vean ello y estúdienlo.

            Recientemente se ha reunido las que dicen ser “las 20 economías más fuertes del mundo” y visto el desastre de toda la economía mundial (reitero toda: unas más otras menos pero todas) acuerdan cosas, que ya las sabía mis sabia abuela, que era analfabeta… “si ganas cinco, no te gastes más de tres, guarda las otras dos para el porvenir… te harán falta”. Veamos.

            El Grupo de las 20 economías líderes alcanzó un acuerdo sobre la necesidad de aplicar rápidamente recortes presupuestarios para calmar a los mercados financieros globales, atemorizados ante la crisis de deuda en Europa. La ministra de Sanidad confiesa que se está estudiando el “copago”. Las multas de tráfico las han subido de forma escandalosa. Se buscan nuevos ingresos sobre la base de nuevas prohibiciones de fumar en establecimientos comerciales, etc. etc. Todo esto no son otra cosa que nuevas formas de presionar al indefenso súbdito (que no ciudadano) para de forma arbitraria sacarle cuanto más mejor. De ahí la subida del IVA, de los carburantes, del tabaco y de todo lo que se ponga por delante; hasta llegar a aquel triste chiste… “tienes gato pagarás un impuesto… no tienes gato, pagarás igual impuesto, por no tenerlo”.

 

            Lo único lógico y aceptable para mí, es el “copago” médico y el control de las recetas de medicinas a dosis mínimas y necesarias; el derroche de la Sanidad Pública y que viene desde “los tiempos de Franco”, tendría que terminar así; el usuario no es consciente de lo que ello significa y el administrador y empleados, en general, tampoco; todos “a morder” de un suculento botín, el que mal administrado y usado, termina en la ruina que se teme si no se toman medidas correctoras… medidas por otra parte, que ya tenían tomadas y desde hace muchos años, otros países europeos “de campanillas”, por tanto no nos asombremos y colaboremos.

            Así es que a ahorrar todos… pero todos… ya digo, desde el rey al sepulturero.

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

www.jaen.ciudad.org (allí más temas)

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.