DEFLAGRACIÁN EN LA CASA DEL PP
El Partido Popular es necesario, si explosiona habrá que recomponer las piezas. El sistema exige ciertas formalidades conjugadas, no necesariamente contrarias, pero siempre complementarias. Ninguna formalidad define el todo. Las representaciones partidarias, en el cañamazo de la constitucionalidad del Estado español, como lo son las realidades autonómicas, son necesarias. Por tanto el PP es necesario; si no existiera, habría que refundarlo: no sería la primera vez que sobreviniese tal necesidad a causa de la democracia.
Desde el escaño 1714 que ocupo, muy alto en el espacio, aunque bajo en el escalafón, mi función es ver, oír y aprender. Esta es una verdad aprendida: no valen señores, ni propietarios, ni partidos únicos. La pluralidad, la diferencia política no sólo se da, sino necesariamente ha de darse. En consecuencia, debe cultivarse la diversidad parlamentaria. Por lo que observo desde mi atalaya parlamentaria, el PP está en peligro de deflagración. Exactamente.
Mari Cruz una mañana, al amanecer, acercó una cerilla encendida a su cocina de butano y “¡blof!”: ella se quemó, el tejado de su casa, porque vivía en el último piso, voló. Yo lo vi; me interesé por las razones del incidente dañino; El jefe de bomberos, que estuvo desde el primer momento evaluando los daños, dijo “alcalde, ha sido una deflagración”. Porque un alcalde, principalmente es vecino, he seguido con cuidado la salud de Mari Cruz. Está bien, gracias. Ahora, que soy parlamentario de España, tengo que advertir de la deflagración en la casa del PP.
Una deflagración es una explosión con llama a baja velocidad de propagación. Las reacciones que provoca son idénticas a las de una combustión. Para que se produzca se necesita: una mezcla de producto inflamable en su punto de inflamación, digamos que hablamos del Madrid; una aportación de energía de un foco de ignición, pongamos el diario el Mundo y la Cadena Ondas Populares, COPE; una reacción espontánea de sus partículas volátiles al estimulo calórico que actúa como catalizador, supongamos que hablamos de Botella reivindicando “el milagro Aznar”.
Todo ello produce un efecto parecido a la rápida combustión de una carga de pólvora en un arma de fuego; a las mezclas pirotécnicas en los fuegos artificiales o en los dispositivos o cartuchos de fragmentación de roca segura. Aunque la preocupación es la deflagración en la casa del PP.
Manuel Pérez Castell
Diputado de España por Albacete