Excavando diferentes zonas de los arrecifes de Bocas del Toro, Panamá, y analizando los restos fósiles a distintas profundidades, los investigadores construyeron una línea temporal con los cambios ecológicos desde el siglo XIX hasta hoy.
Así hallaron importantes cambios en capas anteriores a 1960, esto es, previo al impacto del cambio climático, señaló a SciDev.Net Katie Cramer, de la Red de Vigilancia Mundial de Arrecifes de Coral y autora del estudio publicado en Ecology Letters (30 de marzo).
Algunos de estos cambios fueron la disminución de especies dominantes —como el coral cuerno de ciervo (Acropora cervicornis) y la ostra (Dendostrea frons)—, la reducción del tamaño de bivalvos y la transición de corales ramificados hacia no ramificados, lo que supone menos huecos y rincones para alojar organismos típicos de arrecifes.
Según Cramer, la cronología de estos cambios coincide con la deforestación iniciada en la zona a principios del siglo XX. Este fenómeno aumentó la escorrentía de sedimentos, nutrientes y contaminantes desde la tierra hacia el mar.
Además, la autora destacó que tortugas, manatíes y peces como el mero y el pargo, entre otros, fueron ya explotados en tiempos de la colonia y hoy son poco frecuentes en Bocas del Toro, por lo que la sobrepesca afectaría el equilibrio ecológico de los arrecifes desde hace siglos.
“Nuestros resultados apoyan la tesis de que los arrecifes de todo el Caribe comenzaron a deteriorarse antes de los impactos del cambio climático”, agregó Cramer.
Para evitar que continúe la degradación, los autores proponen implementar mejores prácticas de uso del suelo que consideren la conexión entre la tierra y el océano y una pesquería más sostenible.
“Debe regularse la emisión de gases de efecto invernadero para disminuir el impacto del cambio climático, pero mientras tanto debemos asegurar que los arrecifes sean resilientes mitigando impactos de la pesca y la deforestación”, aseguró Cramer.
“Estos hallazgos forman parte de una serie de descubrimientos hechos en los últimos 15 años que demuestran que el impacto humano en el ambiente marino antecede ampliamente al tiempo que llevamos estudiándolo”, dijo a SciDev.Net Andrew Baker, experto en conservación marina de la Universidad de Miami.
“Los nuevos datos muestran que los signos de deterioro están allí desde hace mucho tiempo, y deben motivarnos a proteger el ambiente”, concluyó.
Enlace al estudio completo en Ecology Letters
REFERENCIAS
Ecology Letters. doi: 10.1111/j.1461-0248.2012.01768.x
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Daniela Hirschfeld
SciDev.Net