Hay un viejo dicho de los campesinos hortelanos, que refiriéndose a la indiferencia de los humanos, dicen… “Son como los pájaros de la vega… se han acostumbrado a las voces”. O sea que los tales “pájaros” ni le asustaban las voces del hortelano, ni tampoco los espantapájaros que éste ponía… por tanto finalmente tenía que liarse a tiros con aquellos pájaros que le asolaban la cosecha que fuere.
Aquí en España (no sé lo que ocurre en otros países: pero ni me interesa ello, allá cada cual con su problemas)… “los pájaros de la vega, se han acostumbrado a las voces, a los tiros y todo lo que pueda hacerles alguna mella; saben que son fuertes en sus andanzas y se ríen de todos; sobre todo del ya indefenso contribuyente que es el que pagamos los destrozos, debido a la inutilidad de nuestros gobiernos y a las leyes y aparatos judiciales (que ya son abundantísimos) y que dicen gobernarnos… y defendernos”… cosa que no se la creen ni ellos, por torpes que sean, puesto que por ciegos que estén, o sordos; “se les tenía que caer la cara de vergÁ¼enza el haber llegado a la situación actual y que ya es insostenible”, puesto que la alarma social es una realidad.
En sólo veinticuatro horas leo u oigo las siguientes noticias.
“La delincuencia ha crecido en adolescentes de 14 a 18 años – Ochenta por ciento de los delitos son robos en vehículos, tirones y robos con fuerza en las cosas – La mayoría de los delitos son cometidos por delincuentes que reinciden – Una farmacia ha sido atracada veintisiete veces – En una zona de invernaderos se llega a pedir una policía especial, debido a la gran cantidad de robos, de todo lo que contienen estas explotaciones, sean frutos, maquinaria, utillaje, etc.” Digamos que los menores en España, están prácticamente inmunes y pueden hacer lo que quieran, que a lo sumo, los internan en “magníficos hoteles donde pueden practicar hasta el deporte de la equitación”… no se ría por favor, que esto es serio.
Esto ocurre en España y lo dan entre los días 18 y 19 de Enero, prensa de papel, radio; y alguna televisión nacional en sus informativos. Cuando estoy escribiendo esto; ya y mediante votaciones, los jueces de diferentes comunidades han amenazado con una huelga, dicen que por falta de medios (los juzgados en España se han multiplicado por diez o quizá más veces y en pocos años: por lo visto mientras más gatos más ratones)… no hace mucho el juez decano de los de Córdoba, decía por la televisión, que la Justicia en España estaba colapsada… todo ello no nos dice nada más que una manifiesta inutilidad de unos y de otros… “y sálvese el que pueda”; pues nosotros los paganos de todos esos desastres, nos importa un pito lo que digan unos y otros, puesto que el desprestigio que acumula tanto la política como el aparato judicial en España, es como para no tener en cuenta nada de lo que digan unos y otros; la realidad justifica ello y de forma contundente.
Los jueces y subordinados están descontentos; los policías y guardias civiles, también; estos últimos dicen que incluso tienen que comprarse ellos los chalecos antibalas. Denuncian igualmente que la dotación de vehículos deja mucho que desear, por su preparación y cuido para que sean herramientas óptimas. Se quejan igualmente de que es inadmisible, que las fuerzas “o mesnadas de las taifas o virreinatos de las autonosuyas”; estén mejor pagados que las fuerzas nacionales y que son en realidad la fuerza que debe velar y defender los intereses de todos, incluidos los de la nación.
El día que escribo esto; el nefasto Zapatero sigue con sus discursos “a la Luna y al viento”; la denominada oposición al Gobierno (el ya también nefasto Rajoy y allegados) andan de pelea ya abierta, por cuanto y aún no teniendo nada y estando en manifiesta decadencia; “se están tirando de los pelos para ver quién va a capitanear esa nada que hoy tienen”. Vamos como para mondarse de risa, si la cosa no fuera tan seria o trágica como es la realidad, de esta España que se desmorona cual castillo de naipes; mientras “los ejércitos de parásitos que viven de ella no hacen ni el huevo”.
He cumplido ya setenta años… y jamás de los jamases imaginé que iba a ver tantas y tan perniciosas cosas en el país en que nací y donde más que españoles, aquí y como mercenarios o apátridas; cada cual va “a su ombligo” y caiga quien caiga… y así nos va hoy: mañana será mucho peor.