EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Los familiares de todos aquellos que fueron asesinados por la represión franquista, durante y después de nuestra Guerra Civil, han tenido, y siguen teniendo, que pasar por situaciones de verdadera amargura. No solamente han tenido que soportar el que involucionistas, retrógrados y nostálgicos, hayan hecho, y estén haciendo, lo imposible por evitar el que sus familiares, víctimas de una salvaje represión, puedan gozar de una sepultura digna, sino que además ahora desde algún estamento de la justicia, en este caso de alguien de la fiscalía de la Audiencia Nacional venga y les diga, como ha dicho el fiscal jefe de la AN, Javier Zaragoza, que aquellos asesinatos fueron delito comunes y no crímenes contra la humanidad. En definitiva el fiscal viene a decirnos que no hubo ningún tipo de genocidio y que por tanto al tratarse de delitos comunes y no políticos, estos han prescrito.
Yo no entro en si la decisión del juez Garzón, es acertada o no, y no entro por que aún no tengo claro si lo que pretende Baltasar Garzón, es solamente propiciar el que se pueda proceder a la exhumación de todos los que están enterrados en fosas comunes en campo abierto o en las cunetas de las carreteras para darles una sepultura digna o va más allá y pretende juzgar a quienes consintieron y ordenaron que esos asesinatos se produjeran. Pero si quiero dejar bien claro que como ciudadano me niego a aceptar que a esos asesinatos se les califique de «delitos comunes» por que aquello fue más allá del asesinato. A ver si ahora va a resultar que los asesinatos y la represión habidos en Rusia en la época de Stalin se deben de calificar como «delitos comunes». Ambas, la represión franquista y la estalinista, fueron genocidios en toda la amplia expresión del término. ¿O es que no fueron asesinados por motivos políticos sin tener derecho a las garantías de un tribunal que hubiera podido ofrecerles un juicio justo e imparcial y en cambio fueron lícitos los juicios sumarísimos dejando indefensas a las víctimas?
Lo que ha dicho el fiscal Zaragoza, es cruel, despiadado y poco caritativo a más de querer confundir a los españoles intentando camuflar el genocidio tras la máscara del «delito común». Yo creo que el fiscal Zaragoza tiene bien claro lo que es un delito común y lo que entra dentro del genocidio, y si no lo tiene claro no merece ocupar el cargo que ostenta dentro del sistema judicial.
En cualquier caso lo que todo español de bien desea es que las víctimas recuperen su dignidad y sus familiares puedan gozar de la tranquilidad y la paz que supone el saber que sus deudos descansan dignamente.