Al ciudadano, lo que verdaderamente le molesta es el no poder disponer de datos concretos y fiables, tal como ocurre, por ejemplo, cuando se facilitan noticias relacionadas con el parque de vehículos oficiales. Detesta que se le engañe con manipuladas ambigÁ¼edades que solo pasan de «meras declaraciones de intenciones», para que figuren como titulares de prensa.
En el caso de dicho parque movil, nuestro ministro más iluminado, Miguel Sebastian, rechazó una propuesta de la Federación Española de Municipios y Provincias, consistente en recortar un 50% el uso de coches oficiales, por considerarlo demasiado drástico, apoyando la reducción de un tercio del citado parque.
Retornando a los datos, el Gobierno no facilita información concreta sobre el número de coches oficiales, cuando lo suyo no solo seria declarar la cifra exacta, sino quienes son sus usuarios con nombre y apellidos, cargo que ocupa, tipo de vehiculo, a nivel de las tres administraciones: estatal, autonómica y municipal. La propuesta de restringir el número de vehiculos ya supondria un considerable ahorro de por si, que igualmente tambien repercutiria en el gasto de combustible, plantilla de conductores, mantenimiento, seguros, etc. ¿Por que no realizar una auditoria en profundidad y minuciosidad sobre el tema?. Si el Gobierno verdaderamente desea recortar gastos ahí tiene un autentico filon.
Nadie cuestiona que una de las obligaciones de los políticos es dar ejemplo de transparencia y honradez en su gestión, pero lo más deleznable es que algunos miembros del Gobierno, con su presidente a la cabeza, realicen todo lo contrario con indignas y puntuales actuaciones, tales como la utilización de aviones oficiales para acudir a mítines del partido (PSOE), o el imperdonable y reciente derroche de los 20.000 litros de combustible empleados para hacer noche en Moncloa, en lugar de desplazarse directamente desde Abu Dhabi a Tunez. Según los entendidos, tal caprichoso cambio, ha supuesto la friolera de 15.000 euros. En efecto se puede alegar, como ya ha ocurrido, la socorrida frase de que tal importe supone «el chocolate del loro», pero se equivocan porque tal tipo de actuaciones, cuando se está presionando y abrumando a la ciudadania a base de prohibiciones y recortes de todo tipo, constituye una desvergÁ¼enza sin más pliativos. Puede entenderse que a Zapatero le resulte más agradable pernoctar en la Moncloa que en un hotel, si bien, el hacerlo este inútil gasto por el cambio de ruta y con cargo al erario público, no es de recibo y resulta, cuando menos, hiriente.
En otro orden de cosas, tambien referido a ZP, que se dedique a impartir pedagogia sobre «transiciones políticas», en su condición de Faro de la Alianza de las Civilizaciones en el Magreb, mueve a la hilaridad. Cada vez que tiene que improvisar algo es como un dolor…Anque bien pensado (quizá alguno de sus 600 asesores lo haga acertadamente), más le compensa dedicarse a viajar y regresar a Madrid por la noche, con lo cual se está evitando críticas y abucheos, que tanto molestan y son su «pan nuestro de cada dia» en sus últimas aparicioes públicas….
¡¡Animo Zapatero. Ya te va quedando menos!!