Ciencia

Dependencia psicológica

Dependencia psicológica. Indicadores de adicción

Definir exactamente lo que se entiende por adicción no es simple. Mucha gente asocia a menudo la adicción únicamente con el alcohol o con el abuso de las drogas, pero esta claro que los comportamientos adictivos van más allá. De hecho, la clave de la «adicción» es una necesidad o dependencia obsesiva y compulsiva hacia una sustancia, un objeto, una relación, una actividad o una cosa. Conforme a esto, es realista y apropiado decir que cualquiera puede ser adicto a casi cualquier cosa. Hay seis indicadores claros de una adicción:

  1. Un objeto de deseo. Siempre hay un objeto de deseo. Este es la substancia, cosa, actividad o relación que conduce a la adicción, sea alcohol, comida, sexo, juego, pornografía, Internet  drogas, o cualquier otra cosa que provoque ideas obsesivas y derive en comportamientos compulsivos.
  2. Preocupación. Existe una obsesión con el objeto de deseo, una necesidad de la cosa que provoca la adicción.
  3. Comportamientos guiados. Existe una compulsión por reducir la ansiedad y satisfacer la obsesión que provoca el comportamiento adictivo.
  4. Falta de control. La adicción siempre implica una pérdida de control sobre los pensamientos, sentimientos, ideas o comportamientos cuando aparece la cosa deseada. Incluso cuando un adicto intenta detener o cortar sus comportamientos adictivos, falla en el intento. Esta es la clave y la característica central de la adicción y la dependencia.
  5. Dependencia. Hay una dependencia respecto al objeto del deseo, física o psicológica, y sólo esa cosa puede satisfacer el deseo del adicto (al menos temporalmente).
  6. Consecuencias negativas. La adicción siempre va acompañada de consecuencias negativas. Una de las consecuencias más comunes es la depresión. El mayor deseo de un adicto es conseguir la ansiada felicidad y, al ver que no es posible con la cosa deseada, entra paulatinamente en una depresión que, a su vez, intenta superar con un mayor uso o consumo de esa cosa deseada.

En principio me gustaría desarrollar este tema y aquellos que lo lean que aporten su opinión. La mía es dada desde mis limitados conocimientos y lecturas sobre estos temas , así como el trato directo con personas con estas disfunciones. Voy a ser muy claro . Ášltimamente me estoy encontrando con personas que, a pesar de llevar tiempo, a veces años sin consumir, continúan pululando alrededor de las drogas o bien denunciando a camellos, visitando lugares de consumo (lo cual les provoca ese estado de nerviosismo de ‘antes de la compra’),creyendo ver a gente en estado de drogadicción, escribiendo o mejor dicho, buscando artículos sobre ese tema (fotos, vídeos , etc… a cual mas desagradable) haciendo de ello una constante en su vida, y en la mayoría de los casos lo que quieren es continuar en contacto con ella por su pasado o por un hecho acaecido con motivo de la droga y que no logran superar, aunque se engañen con la idea de ayudar.Yo a esto lo llamo «dependencia psicológica». Continúan con las mismas pautas de vida que les condujeron a la adicción física: manipulación, engaño y un largo, etc. No son realistas con su situación, no superan ese shock que un día, por culpa de las drogas, sufrieron en carne propia. Sólo admiten a aquellos que opinan lo mismo que ellos, rechazando e incluso atacando a los que puedan contradecirlos y expresarse en otra dirección… En fin, muchos no superan, o mejor dicho, no tienen paciencia con ellos mismos ni con los demás, buscando culpables donde no los hay… Me atrevería a decir que sufren una especie de bipolaridad. Si esto lo lee algún experto en la materia, espero no dude en corregirme. Odian lo que no pueden hacer y a los que lo hacen (consumir) y por tanto a todo aquello que se relacione con ello y que les tiene muy marcados. Como se dice vulgarmente «si yo no puedo tu tampoco» o «Si me produjísteis un quebranto en mi vida, no os lo voy a perdonar» y lo convierten en venganza, entremezclando todo.

Creo, desde mi humildad, que todavía no están curados, pues no han roto ese cordón umbilical que les une con la droga. Supongo que esto se trata en los programas de ayuda al toxicómano y a las familias.

Dicho todo esto, puede parecer que muchos de los que intentamos ayudar desde lo virtual en lo que se pueda, estamos psicológicamente enganchados… no sé, pero tengo la sensación de que muchos, y cuando digo muchos quiero decir demasiados, llevan esta línea, ya que al ser virtual pueden continuar con su enganche psicológico.

Peligrosa actitud que se debería tratar. Si alguno se ve reflejado en este escrito, tiene que pedir ayuda, pues es una parte que le falta por sanar, o mejor dicho, una parte de su conducta que no logra controlar, y el daño que se está haciendo, o hace a los demás, puede ser causa de equívocos y confusiones.

También aclarar que los ex-toxicómanos tenemos estos síntomas, pero luchamos por superarlos,  el otro tipo de persona lo toma como forma de vida y para mí es en donde radica el PELIGRO.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.