Desconcierto, como su propio nombre indica, ha sido la desorientación, confusión y sorpresa que ha causado en muchos lectores, la carta titulada «El hombre que no desfilará en París», publicada en EL MUNDO el 24 de abril, cuyo autor es el director de dicho periódico, Pedro J. Ramirez.
En efecto, Zapatero no tragó con la sugerencia de Rubalcaba pretendiendo el adelanto de la convocatoria de «primarias», cuyo único obgetivo era la autoadjudicación de protagonismo. El que Blanco cambiase de criterio tras no aceptar el presidente el citado cambio de fecha, resulta totalmente lógico. El ministro de Fomento no tiene la más mínima intención de abandonar la política. Entre otras razones porque lleva viviendo de ella desde los 18 años y carecer de preparación, oficio o profesion alguna conocida. Algo muy distinto es que este ineducado e insultón personaje cambie de opción, renunciando a la corriente «Nueva Via» de Chacón para incorpararse a «Linea Maquivélica», protagonizada por Rubalcaba.
¿De que puede sentirse satisfecho Rodriguez Zapatero tal como afirma Pdro J.?. ¿Del resultado de su gestión?. El que diga respetar la neutralidad entre Chacón y Rubalcaba, es lo menos que podria esperarse de este desdichado gobernante; la aclaración sobra. Igualmente, el adjudicarle a Marcelino Iglesias, Secretario de Organización del PSOE, el calificativo de «consistente» suena a broma. Nadie más que este titubeante dirigente precisaria un cursillo acelerado de «oratoria efectiva». Oirle produce verdadera angustia.
Al presidente en funciones, que las primarias las gane Chacón, Rubalcaba o un tercer candidato que posiblemente aparezca, le trae sin cuidado. Su concepto de «ahora yo, despues yo y siempre yo», ha sido su lema y es demasiado tarde para cambiar. Lo incuestionable es que efectivamente ocupará su plaza en el Consejo de Estado, muy bien remunerada y a vegetar que son dos dias.
¿Quien y con que motivo acudiría a ZP como afirma el director de EL MUNDO?. Transcurridos quince dias desde la celebración de las elecciones generales, solo le recordaran su familia y cuatro más. Muy crudo pero será así. Está condenado al olvido prematuro por mucho que se empecine en encontrar algún hecho o justificación para pasar a la posteridad como sus antecesores, Felipe Gonzalez o José Maria Aznar. Claro que todo parecido con estos dos expresidentes seria mera coincidencia. La broma de ejercer como faro y guia de la Alianza de las Civilizaciones, no pasa de ser una forma más de ridiculizarlo, inventada por los de su propia cuerda política.
¿Habrá algo más absurdo e incluso extravagante que adjudicarle a Zapatero conocimientos de alta economia?. Cuando menos suena a mofa, befa o chascarrillo. Jordi Sevilla, exministro de Administraciones Públicas del PSOE podria opinar sobre su preparación en esta disciplina. Como visionario, mentiroso y redomado optimista, seguirá engañando sobre la ansiada y milagrosa recuperación, pero, a estas alturas, ¿quien podria creerle?. Decir que todo el secreto pasa por: «vender más y comprar menos», mueve a la hilaridad.
Sobre lo que ocurra con las cajas de ahorro, dependerá em gran medida del resultado de las próximas elecciones autonómicas y municipales. Si tal como se espera no fovorecen al PSOE, podria ocasionarse una segunda «burbuja económica» similar a la inmobiliaria. No se entiende que el Gobierno estime en 15.000 millones de euros la cantidad necesaria para solucionar el problema de estas entidades de crédito, cuando analistas externos consideran que dicha cantidad rondará los 120.000 millones. ¿Quien dice la verdad?
En otro orden, los sindicatos, por muchas milongas que cuente Zapatero, no van a admitir facilmente un acuerdo sobre la «Negociación Colectiva», madre de todas las batallas para superar la situación. Hasta el momento todo pasa por otorgarle largas al impopular tema y más en período electoral. En cuanto al descarado absentismo existente en España y más elevado y localizado en el ámbito de la Administración, merece ser abordado y reducido cuanto antes, pero que nadie espere que ello va a suponer la panacea para salir de la crisis.
Para una gran mayoria de españoles eso de: «heber renunciado voluntariamente a un tercer mandato» por parte de Zapatero, es una pamema que no se la cree nadie y mucho menos los de su propia formación política que le conocen demasiado bien. Si en el montón de encuestas realizadas y publicadas, ZP, hubiese atisbado la más mínima posiblidad de presentarse a un tercer mandato, no lo habria dudado ni un instante. En estos siete años ha demostrado ser un sectario y en ocasiones mala persona, actitudes que no pueden ocultarse ni disimularse facilmente, con bobaliconas sonrisas horizontales y mirada extraviada.
Con lo que si existe una gran coincidencia es con la frase de Pedro J. «No desfilará en Paris», entre otras razones por el odio visceral que a Zapatero siempre le han producido este tipo de manifestaciones patróticas, en las que indefectiblemente siempre ha sido insultado y abucheado, cuyos gestos de repulsa no era precisamente por hacer las cosas bien. La ciudadania arde en deseos de aplicarle un serio correctivo al presidente interino por haber destrozado España, y posiblemente, la primera satisfacción llegue el 23 de mayo y a través de las urnas.
Lo sentimos director. En este caso, unos cuantos, bastantes, no coincidimos con su forma de opinar. Discrepar es de democratas y como tal ejercemos nuestro derecho. La mayoria de los argumentos expuestos en esta carta, con otras palabras, han aparecido con anterioridad en ese periódico que vd. tan digna y acertadamente dirige.