Cuando un grupo de investigadores descubrió el esqueleto parcial de dos homÃnidos en una cueva de Sudáfrica en agosto de 2008 no imaginó que serÃan los restos de los primeros ancestros humanos. En dos estudios, que publica la revista Science esta semana, el equipo internacional de 60 cientÃficos describe la nueva especie, Australopithecus sediba, que ya caminaba de forma vertical y que compartÃa rasgos con la primera especie de Homo.
Los fósiles hallados en una cueva, denominada la Cuna de la Humanidad, de Malapa, a las afueras de Johannesburgo (Sudáfrica), datan de hace entre 1,95 y 1,78 millones de años, y pertenecen a dos individuos –una hembra adulta y un joven macho- de Australopithecus sediba. Los restos pertenecen a una especie que apareció cerca de un millón de años después que Lucy, por lo que sus caracterÃsticas demuestran una transición por etapas progresivas de los primeros homÃnidos al género Homo.
“No es posible establecer la posición filogenética precisa de Austalopithecus sediba en relación a varias especies asignadas al Homo primitivoâ€, señala Lee Berger, uno de los autores principales, junto a Paul Dirks de la Universidad de James Cook (Australia), e investigador en la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo que ha analizado la mayor parte de un cráneo, la pelvis y un tobillo de la nueva especie.
El paleontólogo que halló los restos junto a su hijo y a un estudiante post-doctoral, Job Kibii, asegura que “esta nueva especie comparte más caracterÃsticas derivadas con el Homo primitivo que con cualquier otra especie austalopith conocida, y por tanto representa un ancestro candidato para el género, o un grupo hermano a un ancestro cercano que persistió durante cierto tiempo tras la primera aparición de Homoâ€.
Los dos estudios, publicados esta semana en Science, describen las caracterÃsticas fÃsicas de esta nueva especie, asà como el entorno en el que vivió y murió. Según las investigaciones se trata de un homÃnido con una estructura ósea similar a la de la especie Homo más antigua.
Australopithecus sediba tenÃa brazos largos, similares a los de un primate, manos cortas pero potentes, un hueso de cadera evolucionado y largas piernas capaces de dar zancadas y correr, incluso de escalar, como un humano. Los investigadores señalan que medÃan 1,27 metros de altura cuando murieron, aunque el macho podrÃa haber crecido más ya que tenÃa entre 9 y 13 años. La hembra, que rondaba la treintena, pesaba unos 33 kilogramos, mientras que el macho pesaba 27.
“El tamaño del cerebro del joven estaba entre 420 y 450 centÃmetros cúbicos, lo que es pequeño comparado al cerebro humano cuyo tamaño es de entre 1.200 y 1.600 centÃmetros cúbico. Sin embargo, la forma del cerebro parece estar más evolucionada que la de los australopithecinosâ€, apunta Berger.
Evolución hacia el Homo sapiens
Hasta ahora algunos cientÃficos creÃan que el género humano Homo evolucionó a partir de Australopithecus, hace poco más de dos millones de años. No obstante, el origen ha sido ampliamente debatido, con otros expertos que han propuesto una evolución a partir del género Kenyanthropus.
Según los paleontólogos sudafricanos, estadounidenses, suizos y australianos, Australopithecus sediba podrÃa aclarar el debate y ayudar a revelar los antecesores humanos directos. El propio nombre de la nueva especie, sediba, significa “fuente†o “manantial†en la lengua sudafricana seSotho, porque los cientÃficos creen que los nuevos fósiles arrojaran información abundante sobre los orÃgenes humanos.
En la descripción de los fósiles, el equipo de investigadores las caracterÃsticas únicas de la pelvis y los pequeños dientes que la nueva especie compartió con la especie del Homo antiguo. Por ello sugieren que Australopithecus sediba descendió del Australopithecus africanus. Además, la apariencia de homÃnido significó el comienzo de un caminar y un correr más eficientes en términos de energÃa.
“Estos fósiles dan un vistazo extraordinariamente detallado de un nuevo capÃtulo de la evolución humana, y proveen una ventana a un periodo crÃtico cuando los homÃnidos hicieron el cambio de vida en los árboles al sueloâ€, afirma Berger.
El misterio de las cuevas
En el otro estudio publicado en Science, el equipo del investigador australiano, Paul Dirks, analiza el sistema de cuevas de Malapa, que datan los depósitos de fósiles, y describen el entorno geológico y ecológico en el que Australopithecus sediba vivió hace cerca de dos millones de años.
“Creemos que el entorno en el que vivió sediba, era similar al entorno actual, con llanuras cubiertas de pasto, por ejemplo, seccionadas por valles boscosos, con más vegetación. Sin embargo, los rÃos fluyeron en diferentes direcciones y el paisaje no era estático, sino que cambiaba todo el tiempoâ€, destaca Dirks.
Según el estudio, las cuevas de Malapa no están distribuidas al azar, sino a lo largo de zonas de fractura compuestas en su mayorÃa de cuarzo, sÃlex, dolomita, y peloides –aunque también hay granos cubiertos de óxido de hierro, ooides, pizarra, y feldespatos en las rocas.
“Los fósiles se encontraron juntos en un estado casi-articulado en los restos sedimentarios de un sistema de cuevas profundamente erosionadoâ€, señala el paleontólogo australiano que añade que los restos fueron enterrados por un flujo de escombros, que arrastró los cuerpos después de su muerte hasta el lugar donde yacerÃan.
Además de los restos fósiles de los homÃnidos, los investigadores identificaron también en la cueva los fósiles de unas 25 especies de animales, como gatos dientes de sable, un gato salvaje, una hiena, un perro salvaje, antÃlopes, y un caballo. Las cuevas de Malapa tenÃan unos diez metros de profundidad cuando se depositaron los fósiles de Australopithecus sediba.
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Referencias bibliográficas:
Lee R. Berger; Darryl J. de Ruiter; Steven E. Churchill; Peter Schmid; Kristian J. Carlson; Paul H.G.M. Dirks; Job M. Kibii. “Australopithecus sediba: A New Species of Homo-Like Australopith from South Africa†Science vol 328, 9 de abril de 2010.
Paul H.G.M. Dirks; Job M. Kibii; Brian F. Kuhn; Christine Steininger; Steven E. Churchill; Jan D. Kramers; Robyn Pickering; Daniel L. Farber; Anne-Sophie Mériaux; Andy I.R. Herries; Geoffrey C.P. King; Lee R. Berger. “Geological Setting and Age of Australopithecus sediba from Southern Africa†Science vol 328, 9 de abril de 2010.
Fuente: SINC