Enfoques cooperativos. Hoy: Desmantelamiento filosófico y mutación del capitalismo.
“Estáis en medio de un conflicto que envuelve los más serios y los más caros intereses de cada individuo del género humano; de su resultado depende la miseria o la felicidad de las generaciones presentes y futuras”.
Robert Owen
El libro del nuevo mundo moral
En el capítulo I. La libertad como problema psicológico, de Erich Fromm en su célebre libro “El miedo a la libertad” al que volví por razones de necesidad de repaso de un clásico de mis años juveniles que me ayudaron a entender la psiquis del fascismo y nazismo. Hoy remuevo estas páginas amarillentas en la búsqueda de auscultar la realidad circundante.
Si Fromm recurrió al concepto de alienación de Carlos Marx para evidenciar los dispositivos ideológicos de deshumanización del capitalismo a los que nos someten es porque entendió la relación existente entre filosofía con las bases económicas del liberalismo.
Pero las sociedades democráticas actuales, no las que vivió Fromm ni Owen, sino las actuales, a nivel mundial, son las que realmente-a mi modesto juicio-vuelven a confirmar implacablemente tales definiciones.
El neoliberalismo arrasó con el Estado de Bienestar Social de las naciones e implantó nuevos paradigmas ideológicos que socavan tanto valores cristianos como valores y principios humanos y sociales. No han podido socavar aun al cooperativismo.
Ahora desde los gobiernos, tanto funcionarios de alto rango como políticos envían con su accionar y discursos, mensajes de bajo contenido moral y excelencia académica, ya no procuran elevar el entendimiento de los problemas socioeconómicos y filosóficos de nuestro tiempo, todo lo contrario, exponen sin más sus miserias mentales. Lo hacen a sabiendas, pues es funcional a un desmantelamiento moral y social que les es útil para idiotizar masivamente.
Prueba de cuanto afirmo se encuentra a montones en las redes sociales en que estos individuos han captado un vehículo para proferir sus ideas desmoralizantes. Lo hacen en tono coloquial sobre temas fútiles como ser cortar el pasto del jardín o regar las florecillas, en fin, banalidades que el dormido no se percata e incluso se suma a esas estupideces.
¿Qué clase de personas son funcionales al actual capitalismo en estado de mutación? Es sólo una pregunta disparadora para reflexionar.
He referido hace poco al cansancio o hartazgo ciudadano sobre las contiendas electorales, eso es un síntoma de algo profundo. Tratan de que nos adaptemos a la pobreza, a la marginación, a la mediocre educación, a la pésima atención de la salud, a la corruptela política-partidaria, para imponer la figura del gerente de la administración política en otra clase de repúblicas, hacia ello muta el capitalismo.
El sentimiento patriótico, el sentimiento solidario, el sentimiento fraterno son sólo expresiones vacías en boca de políticos que actúan dentro de partidos políticos vaciados de contenido doctrinario, pareciera que el tango “Cambalache”… «lo mismo un burro que un gran profesor”… han anclado finalmente.
El desmantelamiento filosófico es funcional a la mutación del capitalismo actual. Nos preparan para pensar y actuar de otra manera a la que nos hemos acostumbrado. Me parece que nos quieren idiotas útiles, abombados y desorientados. No les daremos ese gusto, es mejor que lo sepan desde ya.
Por ello nos advierte el padre de la cooperación, Robert Owen: “Es una lucha entre aquellos que creen que para su interés y su felicidad individual el hombre debe seguir siendo mantenido en la ignorancia y ser gobernado, como hasta ahora, por la fuerza y por el engaño, y aquellos que están convencidos de que para su bien deberá, desde hoy en adelante, ser regido por la verdad y por la justicia”.
Y es que tenemos una reserva moral indestructible en los valores y principios cooperativos nacidos del descubrimiento más fenomenal que realizara el ser humano: la cooperación.
La filosofía como saber de las preguntas tiene aún mucho que aportar para que no se desmantele la esperanza de construir sociedades humanas solidarias y cooperativas. La especie humana enfrenta su mayor reto de toda su larga historia, enfrenta su supervivencia en su hábitat Tierra. Enfrentamos en realidad a los mercenarios que postulan la destrucción de la mente humana para seguir la explotación del hombre por ellos, bestias.
Repito, ¡No les daremos el gusto a los destructores de la especie humana, es mejor que lo sepan desde ya! La cooperación, fuerza moral de redención social y económica, se afirma en medio de este temporal y ya el Arco Iris que lo identifica, se asoma en el horizonte, a pesar de todo, como lo dijera el genio creador.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!