Desde hace aproximadamente una década a esta parte, es muy frecuente leer y escuchar a políticos y simpatizantes del PSOE hablar sobre unos supuestos logros históricos de parte de este partido político que nos han servido a los españoles para mejorar sensiblemente como sociedad abierta, plural y democrática.
Pues bien, servidor, que ya tiene una cierta edad y vivencias acumuladas, está en disposición de desmontar una por una, todas cuantas falsedades se cuentan a modo de glosario de perfecciones de quienes no son, ni han sido otra cosa que una gran mentira a lo largo de su historia.
En el año 1982, cuando el 2 de Diciembre Felipe González toma posesión por primera vez como presidente del gobierno, quien esto escribe cursaba el cuarto curso de la antigua Educación General Básica (EGB), y lo hacía en un colegio público de acceso universal y gratuito, y no solo eso, sino que, previamente, todos los alumnos de la época habíamos pasado a la edad de cinco años por lo que entonces se conocía como el parvulario, o parvulitos, que era el primer curso de la escolarización obligatoria y gratuita antes de acceder a la EGB. Pero es que además, mi hermano mayor, con seis años más de edad que yo, en aquel Diciembre de 1.982, cursaba estudios de Formación Profesional en un instituto público y gratuito después de finalizar con éxito los ocho años de la EGB. Huelga añadir que por aquellos años ya existían universidades públicas, institutos de bachillerato y, en general, estaba consolidado un sistema de estudios universal, público y gratuito entre comillas, dado que todo eso se pagaba, como hoy, a escote entre todos los españoles.
Lo que sí es un »mérito» atribuible al PSOE, es la degradación constante del sistema educativo español con sus constantes cambios en aras de menguar la calidad de la enseñanza.
Con ellos en el poder, en España los méritos académicos se han sustentado en el »todo da igual», lo mismo si eres un alumno aplicado que un holgazán, lo mismo si estudias con denuedo que si te dedicas a pasear los libros de casa a la escuela y camino de vuelta. Los datos de los estudios internacionales sobre la calidad de la enseñanza en España y sus resultados hablan por sí sólos. Y no cabe en este caso echar las culpas al maestro armero, ni contar milongas. Si hoy en día se sometiese a los aspirantes universitarios a los mismos exámenes y requisitos para entrar en cualquier facultad que a los antiguos bachilleres de aquellos primeros años ochenta, lo normal sería que antes entrase un camello por el ojo de una aguja que la mayoría de estos en la universidad, por muy doloroso que sea reconocerlo.
Y ahora vamos a desmentir la siguiente falacia »socialista»: han instaurado la sanidad universal y gratuita en España.
Otra vaca más en el maizal, como decimos los gallegos ( outra vaca mais no millo). Retrotrayéndonos al año 82 del siglo pasado, que es cuando parece que en España según los socialistas inventaron el mundo y la civilización, pues resulta que también los españoles teníamos cobertura sanitaria universal y gratuita. Qué cosas, oigan. Pero sí, y en mi familia de humildes trabajadores contábamos con una cartilla de la Seguridad Social a nombre de mi padre (DEP) donde todos los miembros teníamos asignado un médico de cabecera, nuestro centro médico de referencia y hasta cobertura de urgencias por si la necesidad obligaba.
Podemos hablar si los socialistas quieren, de quiénes crearon los conciertos con colegios privados, y que así estos asumiesen en sus aulas a los alumnos que el estado no estaba en disposición de escolarizar en los colegios públicos que, por cierto, nos ha salido mucho más barato que crear nuevos centros educativos y dotarlos de material y profesionales para sus normal funcionamiento. Podemos así mismo debatir con los »ilustres» socialistas sobre lo mismo pero aplicado a los conciertos con hospitales privados. ¿lo reconocerán algún día? Estimo que no. Es mejor contar mentiras tra la rá.
También deberíamos refrescar nuestras memorias para recordar quienes impulsaron en España a las empresas de trabajo temporal (ETT), lo que me trae a la memoria otro de los mantras socialistas por excelencia: la instauración de los derechos laborales en España.
Supongo que se referirán a la costumbre de tener un alto índice de paro obrero, o a esa creación abominable llamada en su día el PER (Plan de Empleo Rural) que sólo afectaba a los trabajadores agrícolas de Andalucía y Extremadura, ciscándose en la igualdad de todos los españoles a modo de unos sí, y otros no. En Andalucía, por cierto, con ellos siempre al mando del gobierno autonómico, son récord de paro y miseria, plusmarcas ya no sólo nacionales, sino en general de todos los territorios de la UE. Exitazo total.
Y no dejen de leer, aún hay más.
Pasamos de tener un sector industrial que suponía más del treinta por ciento de nuestro PIB, a su casi aniquilación: la siderúrgica, metalúrgica, construcción naval, automoción nacional, ganadería, pesca y agricultura, minería… Sectores todos ellos venidos a menos cuando no desaparecidos o en manos de capital extranjero. Casi todo lo bueno que teníamos, aún siendo mejorable, – y para eso están los planes de reconversión y modernización -, ha desaparecido o ya no es de los españoles. Basta decir que en Galicia, tierra productora de leche de vaca, tienen que comprar leche de otros países mientras los ganaderos son multados si producen más de lo estipulado en sus cuotas lácteas. Gracias socialistas, vuestras negociaciones para entrar a formar parte de la UE son aquellos polvos de estos lodos.
RUMASA: EXPROPIESE. ¿Quién ha dicho que las repúblicas bolivarianas habían empezado en la Venezuela de Chavez?
FILESA: Otro tanto democrático.
LOS GAL: El fin para ellos siempre ha justificado los medios.
OTAN: De entrada, no.
A Adolfo Suárez lo llevaron al límite de forma canalla, salvo cuando les interesó negociar con él el golpe de estado que supuso ciscarse en la voluntad de los almerienses, que no habían votado sí a su incorporación a la comunidad andaluza tal y como se planteaba en el referéndum convocado a tal efecto, redactando a posteriori un nuevo articulo ad hoc de aplicación retroactiva, lo cual en democracia es inadmisible.
Y un largo etcétera, que 135 años no son nada, sobre todo en los tiempos de la dictadura franquista, donde ni estuvieron ni se les esperaba. Si ya lo dejó bien claro su fundador, Pablo Iglesias, otro gallego que bien se pudo ahorrar la historia:
»… El partido que yo aquí represento aspira a concluir con los antagonismos sociales… Esta aspiración lleva consigo la supresión de la magistratura, la supresión de la iglesia, la supresión del ejército… Este partido está en la legalidad mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita, fuera de la legalidad cuando ella no le permita realizar sus aspiraciones…» ( Diario de Sesiones de 5 de Mayo de 1.910)
Y todo esto ni justifica ni ampara los errores o aciertos de otros partidos políticos, ni pretende ser más que un recordatorio hacia quienes se llenan la boca hablando de ciencia ficción histórica, de que las mentiras tienen las patillas muy cortas.
Y ya, otro día, si los socialistas quieren, hablamos de cuando Felipe González se cargó el Marxismo identitario del partido en el congreso de Suresnes para abrazar la socialdemocracia y los dólares americanos, apuñalando de paso a los comunistas españoles, estos sí, protagonistas de la lucha en contra del régimen franquista.
Pero esa, supongo, será otra historia jamás contada en las entrañas del partido, no sea que se desmonten todas las coartadas y maquillajes históricos. En fin.