Sociopolítica

Despedidos via e-mail

Desde hace muchos meses se está manteniendo en vilo a los empleados de de Canal 9 y Radio 9, pertenecientes al grupo de Radio Televisión Valenciana (RTVV), a los que la Generalitat ha puesto sobre sus cabezas una especie de espada de Damocles con esa intención de llevar a efecto un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectaría a más de un millar de empleados de esas emisoras de titularidad pública. Conozco algún caso en que desde que por primera vez si hizo pública esta intencionalidad hay trabajadores que han estado coartados a la hora de adquirir cualquier bien necesario e imprescindible para el buen funcionamiento de su hogar y de mejora de su calidad de vida porque ante la incertidumbre de si en un futuro próximo van a conservar a no su puesto de trabajo no se han atrevido a efectuar gasto alguno, “por lo que pueda pasar”, encontrándose con la circunstancia de que su trabajo no fructifica en mejora alguna ya que la amenaza de despido es más fuerte, evidentemente, que el cubrir una necesidad por perentoria que esta sea.

Son meses, los transcurridos, en los que estos trabajadores han vivido bajo la amenaza de la pérdida de su puesto de trabajo y por tanto con el riesgo de verse inmersos en una ruina económica que les puede llevar a situaciones de verdadera angustia y dramatismo. En mi opinión, y refiriéndome a los rectores de estos entes, he de decir que se necesita tener muy mala sangre, es el calificativo más suave que me viene a la mente en estos momentos,  para ponerle nombre a semejante actitud, se necesita tener muy mala sangre para tener en vilo a centenares de trabajadores anunciándoles día a día un futuro incierto como si de un castigo más mental que físico se tratara. Se podría decir que se ha estado actuando con premeditación, alevosía y ensañamiento sometiendo a los afectados a una tortura que cualquiera que se ponga en su lugar se puede imaginar en lo que a terrorífica se refiere.

Ahora, transcurridos varios meses desde la declaración de intenciones de los directivos de RTVV puestos en esos cargos por la Generalitat, han decidido, vía correo electrónico y a pocos días de las fiestas navideñas, comunicar a los ochenta primeros afectados que han sido despedidos, seguramente lo han hecho para que no se les pueda olvidar jamás tan cruel determinación y a los que la diseñaron. Se necesita ser inhumano para tener a la gente en ascuas durante meses y elegir unas fechas tan señaladas para dejarlos en la calle. Seguro que los artífices de tan desgraciada acción van a pasar unas buenas fiestas y no les va a faltar de nada en su mesa, aún a pesar de que por su cargo pueden ser los responsables de que el grupo de radio televisión valenciana haya contado sus pérdidas por cientos de millones de euros y que ello sea debido a su falta de capacidad a la hora de gestionar estas empresas públicas. ¿Los paganos? los de siempre, los trabajadores, los que no hacen más que seguir las directrices que les señalan sus superiores y que como en este caso y vistos los resultados económicos de estos dos entes  han supuesto una ruina fruto de una gestión calamitosa, que les ha llevado a la triste situación de incertidumbre en que ahora se encuentran sus miles de empleados, los resultados negativos así lo ponen de manifiesto.

Pero en fin, así son las cosas, en política ya se sabe, quien conserva su estatus es aquel que lo hace mal y encima no es que le mantengan en su puesto, sino que en muchos casos le ascienden. Ahí tenemos a varios diputados del PP ocupando su sillón en las Cortes Valencianas, algunos de ellos imputados y a otros ya se les ha abierto proceso por parte de la Justicia, y ahí están, conservando su sueldo y sus prerrogativas. Estos van a pasar unas buenas navidades porque no creo que su conciencie las atormente por aquello que presuntamente pudieron haber hecho de forma irregular y por lo que están emplazados por los tribunales. Y menos mal que estamos en un país democrático, que si no…

En cualquier caso queda bastante claro que este es el primer paso, “aligerar” la plantilla, para acto seguido proceder a la privatización de RTVV por cuatro “perras gordas” y con ello al propio tiempo que se favorece a algún amiguete se podrá  contar con unas emisoras TV y radio “amigas”.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.