El anillo planetario más grande localizado hasta ahora en el Sistema Solar se encuentra rodeando a Saturno, a unos 13 millones de kilómetros del planeta, según han revelado las imágenes del telescopio espacial Spitzer de la NASA. Se trata de un colosal anillo de partículas de polvo, pero tan tenue que no se aprecia a simple vista.
Un equipo de astrónomos de las universidades de Virginia y Maryland de EE UU ha detectado un enorme anillo alrededor de Saturno gracias a las imágenes de infrarrojo facilitadas por el telescopio espacial Spitzer de la NASA. “Es un anillo supergigante y si fuera visible (desde la Tierra) parecería ser dos veces el tamaño de la Luna”, explica Anne Verbiscer, de la Universidad de Virginia.
Se trata de un colosal círculo formado por partículas de polvo procedentes -según suponen los científicos- de la distante luna Febe de Saturno, que orbita el planeta gigante en un radio de unos 13 millones de kilómetros (unas 200 veces el radio de Saturno). Los autores del estudio, que esta semana se publica en Nature, han realizado simulaciones numéricas que muestran como repetidos impactos en Febe pueden haber suministrado el material al gigantesco y grueso aro planetario.
Por sus dimensiones el nuevo anillo planetario sería el mayor encontrado hasta ahora en el Sistema Solar. Los más grandes conocidos eran los tenues anillos de Júpiter y el anillo E de Saturno (láminas de polvo que se extienden cerca de 5 y 10 veces el radio de sus respectivos planetas).
La solución a las dos caras de Japeto
El enorme pero imperceptible anillo también podría ayudar a resolver uno de los misterios que inquieta a los astrónomos desde hace tiempo: la coloración en dos tonos de Japeto, otro de los satélites de Saturno. Uno de los hemisferios de Japeto es significativamente más oscuro que el otro, y los científicos plantean que podría deberse a que una de las zonas se recubre con el polvo procedente del anillo o de otras lunas más oscuras y externas de Saturno, incluyendo a Febe.
«Los astrónomos llevaban mucho tiempo sospechando que había una conexión entre Febe y el material oscuro de Japeto, y el nuevo anillo proporciona evidencias convincentes de esta relación”, indica otro de los autores, Douglas P. Hamilton, de la Universidad de Maryland.
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Referencia bibliográfica:
Anne J. Verbiscer, Michael F. Skrutskie y Douglas P. Hamilton. “Saturn’s largest ring”. Nature 461 (N. 7265), 8 de octubre de 2009.