Superyo: ¡Cuanto tiempo! ¿Dónde te habías metido?
Yo: He estado un poco liado, la verdad, ya sabes con mis cosillas, ¿me has echado de menos?
Superyo: Un poco, pero tampoco mucho, no te vayas a venir arriba.
Yo: Me conformo con ese poco, yo también te he echado de menos, sentía que me faltaba algo, que mi esquizofrenia estaba desapareciendo, ¿qué has estado haciendo?
Superyo: Poca cosa, organizando nuestra novela, que la tienes muy abandonada, a ver si dejándotela clara te metes con ella y avanzamos algo.
Yo: Tienes razón, tengo que buscar algo de tiempo para meterle mano, pero el problema es ese, la falta de tiempo.
Superyo: ¡Maldito tiempo! ¿Por qué dependemos tanto de él?
Yo: Muy sencillo, porque es limitado, si fuera ilimitado ni siquiera nos fijaríamos en su existencia, pero al limitar nuestra vida estamos condenados a depender de él. Pero con un poco de suerte ahora tendré más tiempo para ti, para nosotros.
Superyo: ¿Y eso?
Yo: Voy a volver a empezar.
Superyo: ¿Cómo la película?
Yo: No, como mi vida. Voy a rebobinar todo lo que he conseguido, dejarlo aparcado durante un tiempo y comenzar una nueva aventura, arriesgada, sin duda, pero que me dará más tiempo para poder escribir, para poder soñar, para poder atenderte.
Superyo: Bien, bien, me gusta la idea, ya me irás contando. Pero, acuérdate de que los dos tenemos el vicio de comer a diario.
Yo: No te preocupes, que es un comienzo pero no un salto al vacío, creo que podremos tener nuestras necesidades básicas cubiertas, y ya sabes que con poco nos conformamos, somos ricos porque necesitamos poco.
Superyo: Sí, en eso tienes razón. ¡Mira! Ya me has ilusionado, ¡volver a empezar! ¡Eres un valiente, sí señor!
Yo: ¿Por qué lo dices?
Superyo: Porque vas a volver a empezar desde arriba, no desde abajo.
Yo: No te entiendo.
Superyo: Sí, es fácil volver a empezar cuando se ha fracasado pero muy complicado cuando se ha tenido éxito, y tú has tenido éxito en tu carrera profesional pero, sin embargo, has decidido volver a empezar.
Yo: Yo no lo veo así, verás, si hubiera tenido verdadero éxito no sentiría la necesidad de comenzar de nuevo, me sentiría completo con mi éxito y me olvidaría de castillos en el aire, algo habrá que me falta, algo andaré buscando con este nuevo comienzo.
Superyo: Por ejemplo, tiempo.
Yo: Por ejemplo, tiempo para escribir, tiempo para mí mismo, tiempo para mi vida sentimental, tiempo para intentarlo.
Superyo: ¿Intentarlo?
Yo: Sí, intentar vivir de esto de escribir, intentar engañar a algún editor inocente que se deje seducir por mi prosa.
Superyo: Y para eso necesitamos la novela.
Yo: ¡Exacto! Así que te agradezco que me la hayas organizado, ahora ya sólo tengo que ponerme a escribir.
Superyo: Pues escribe, entonces.