Mi reciente artículo, “El periodismo mudo”; y como tantos otros, crea polémica, pero este lo que ha creado es un “polémico” silencio; y algunas respuestas en el sentido de reconocer esa realidad que claramente impera en todo el mundo; también se han establecido algunos diálogos sabrosos y ello me da pie para este artículo.
El ser humano tiende, a ser dictador y lo es nato, por tanto nadie se extrañe de ese hecho, que se practica y practicará, mientras el ser humano sea de carne y hueso y tenga “panza y bolsillo”; que son los causantes de todas las tragedias ocurridas en este mundo; pues si bien “la panza tiene un límite” (en la metáfora “panza”, incluyan todos los apetitos sexuales y de cualquier tipo que sean, por tanto la homosexualidad no la olviden; ni tampoco “cosas peores”); el bolsillo no tiene límite; ni tampoco las ansias de poder; por tanto esas ansias incontroladas son las causantes de todo lo demás.
Para tratar de controlar todo ello (deduzco) nacieron las religiones; más o menos puras, pero que no lograron apenas nada y a la vista está. Las religiones se convirtieron en otro poder material y el que asociado al poder civil, o incluso pretendiendo unir ambos en un solo credo (el Islam pretende ser eso) no han logrado nada, puesto que no practican “los mandamientos”, que dicen aceptar y que por tanto están vigentes, desde que Moisés los “esculpiera en aquellas famosas tablas de piedra”; las que por otra parte, en gran medida eran recopilaciones de otras leyes anteriores, puesto que nada se dijo después de… “al prójimo como a ti mismo” y eso viene de bastante antes.
Muchísimo después nace lo que se denominó democracia y que ni siquiera funcionó en su cuna; puesto que aquellas pequeñas ciudades griegas, no funcionaron y menos pudieron dejar legado; al final todo cayó en manos del dictador y el imperio; que es lo que ha funcionado hasta “ayer mismo”.
Y yo creo que de similar forma sigue hoy, si bien más complicado, puesto que hay una dictadura soterrada y un poder desconocido, pero que es el que manda; y el resto bailan o bailamos, según la cuerda que nos dan los que dirigen las marionetas del mundo; puesto que hoy como ayer… ¿qué puede hacer el ser humano, salvo “tragar”?
Poder que yo lo intuyo como el del emperador “carnal”; puesto que este se sostenía, en tanto y en cuanto, la camarilla que lo sostenía lo permitiera; caso contrario pues ya se sabe… “a rey muerto, rey puesto”; y hubo tantos, que mejor no recordar a ninguno; quizá sí; algún emperador romano, que era puesto o quitado, según capricho de su propia guardia pretoriana.
Hace ya casi tres siglos; hubo un francés (Montesquieu: 1689-1755) que sobre el papel, escribió lo que él creyó sería la panacea, para equilibrar poderes e instaurar una democracia más justa y equilibrada. Pero ya digo, ello quedó en el papel, puesto que los que ejercen los tres poderes en que él dividió el poder absoluto (Legislativo, Ejecutivo y Judicial) siguen teniendo “panza y bolsillo, así como ansias de poder” y al final, pues ya estamos viendo lo que ocurre aquí en España y que de similar forma ocurre en otros países; más o menos soterrada o disimuladamente, pero como decían en la mili cuando en ella estuve yo hace medio siglo… “el que manda, manda y… cartuchos al cañón”.
Por tanto podemos asegurar que “esto que nos maneja y desgobierna”, no es una democracia; ni existe democracia en ningún lugar del mundo; puesto que una verdadera democracia, no sería otra cosa que una buena dictadura; y digo buena, por cuanto tendría que ser disciplinada; puesto que si es el pueblo el que dicta y aprueba unas normas o leyes; las mismas tienen que ser cumplidas desde por el rey o presidente de la nación hasta… el último transeúnte que por circunstancias mil, circule por el territorio; y como estamos viendo y padeciendo, eso no es así ni por asomo.
Y no es así, por cuanto… LA VERDAD, elimina a todos los ineptos, parásitos, perversos, delincuentes, chusma y otros elementos nocivos… que en realidad son los que se apoderan del poder y mandan… y ya se preocupan ellos de que LA VERDAD Y LA JUSTICIA NUNCA PREVALEZCAN; ese es el gran problema.
Y todo ello obliga a desgobernar con la mentira; que es lo que se emplea en la medida en que ya da náuseas y en lo que participa, “eso que dicen es periodismo”; que en gran medida y como afirmé en mi artículo arriba citado… “está mudo”; salvo honrosas excepciones que con ello honran esa noble profesión.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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