EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
El pasado día 5 saltaba a los medios de comunicación que el Banco Central Europeo situaba el precio del dinero en el 2,5% y el comentario añadido era el de que ello suponía la mayor bajada de la historia.
Esto, vista la realidad de cómo están actuando los bancos, no deja de ser algo parecido a aquello de que se podría difundir que en determinada panadería del pueblo el pan es más barato que en las demás, lo que podría provocar que la gente del pueblo acudiese en masa a esa panadería encontrándose al entrar en ella con que los estantes de la misma estaban vacíos: No había pan para vender, por tanto el hecho de que fuera la panadería más barata del pueblo no era más que un bulo sin fundamento y una mala noticia para los maltrechos bolsillos de los ciudadanos.
¿Para que queremos dinero más barato, si no hay dinero para comprar? Las medidas adoptadas por el Gobierno no dejan de ser medidas muy plausibles y desde luego hechas con la mejor intención para poner dinero en el mercado y si a esto le añadimos la decisión del BCE de abaratar el costo del dinero se puede decir que ambas iniciativas venían a converger en un punto que podría ser el de partida para que las empresas, sobre todo los pequeñas y medianas (pymes), y las familias puedan salir del atasco económico en que se hallan atrapadas y que sin duda alguna supondrá su quiebra si el remedio no llega de inmediato.
Pero, ¡ah!, queridos empresarios y familias, con la banca hemos topado. El secretario de Estado de Economía, David Vegara, nos acaba de echar un jarro de agua fría. La noticia dada por Vegara, comunicándonos que confía, «confía», en que los créditos lleguen a empresas y familia en los próximos meses nos ha dejado helados. Ante esto, la pregunta es: ¿Cuantas pymes y cuantas familias podrán aguantar esos meses? ¿De cuantos «próximos» meses estamos hablando? ¿De seis? ¿De Diez? ¿De veinte? ¿De muchos más?
Estamos comprobando como la buena voluntad del Gobierno no es asumida por la banca que es quien maneja el dinero que el Gobierno ha «habilitado». Supuso un error, un tremendo error, privatizar la banca estatal. Con la venta del grupo estatal de bancos integrados en Argentaria al BBV, hoy BBVArgentaria), junto con ella se marcho el Banco Hipotecario, se nos fue la posibilidad de que ante una situación como la actual el Gobierno pudiera disponer de los mecanismos necesarios para que sus iniciativas pudieran ser exitosas, pero, y demostrado está, que sin las herramientas necesarias no se puede elaborar producto alguno. Las ideas, por buenas que sean, tienen que ir acompañadas de los medios necesarios para hacerlas realidad. Si esos medios los poseen otros es muy difícil que tus ideas salgan adelante. Por mucho que aportes las materias primas, en este caso el dinero, si el que dispone de la «maquinaria» para su elaboración y posterior distribución no está por la labor, la cosa saldrá mal. No es bueno, ni práctico, ni positivo depender de los demás.
Si esto no se agiliza ya, en esos «próximos meses» vamos a asistir a muchos entierros.