Diario El Panamá-América. Panamá, 13 de mayo de 2006.
Dr. Belisario Rodríguez Garibaldo
Abogado, Sociólogo, Periodista, Analista Político, Profesor y Escritor
E-mail: brodgari@hotmail.com
Web: http://www.pa/secciones/escritores/rodriguez_belisario.html
En la bella ciudad de Roma (Italia), llena de encanto clásico y religioso, vino a mi mente algunas disquisiciones que he investigado a suficiencia con apoyo de diversas y convenientes lecturas.
La economía de mercado tiene ciclos que se alternan: despegue, auge, desaceleración, recesión y depresión. A finales de los 70, por varios factores, y variaciones del precio petrolero, las economías internacionales sufren una crisis económica en el sistema de mercado, sumado al armamentismo de la guerra fría, que finalizo con el triunfo del capitalismo sobre el comunismo de estado, con liderazgo de EE.UU.
Desde entonces los economistas neoliberales esgrimen recetas para cambiar el modelo protector de sustitución de importaciones (economía interna, producción, estado inversor), por un modelo que impulsa la reducción del Estado y del gasto publico-social, la libertad arancelaria, el libre flujo de capitales y libre comercio internacional.
El modelo aventajo a los países desarrollados, que lograron expandir sus mercados hacia el tercer mundo, el cual se vio afectado por los organismos financieros internacionales que condicionaron sus prestamos al desarrollo cuando se aplicará dicho modelo económico, conllevando problemas laborales – sociales, de producción nacional y gasto publico, cercando a los países de tercer mundo a un ciclo de pobreza, subdesarrollo y crisis.
El ciclo económico de auge mundial a partir de los 90 ha tocado limite, sumiendo a países como Japón, EE.UU y Europa a recientes crisis recesivas, que puede contagiar al mercado mundial, sin descartar una caída de los mercados internacionales y una subida de los precios del petróleo, sobre todo en el dilema de una crisis política internacional.
Con el fin de la guerra fría, hay diversos factores nacionalistas y étnicos que producen guerras. En África donde aumenta el ciclo de pobreza; en Balcanes a pesar de la pacificación, pues los resentimientos no son posible desactivar. Antes del 11-S la zona que puede ser epicentro de una guerra internacional es el Oriente Medio, toda vez que Israel y EE.UU. son factores desestabilizadores de la región. Además del integrismo islámico, con poder en Irán y Sudan. En Pakistán, el activismo islamista radical intenta desestabilizar al país para hacerse del poder político – y nuclear.
Después del 11-S, EE.UU. a iniciado una guerra anti-terrorista con fines de control energético, de una tensa calma de posguerra en Afganistán, donde los talibanes se reactivan, a una costosa (en vidas humanas) guerra de Irak, con una pre-guerra civil, en que la mayoría chiíta (influenciada por Irán) busca hacerse del control político. Se agudiza si EE.UU. realiza acciones militares contra Irán, principal meca del fundamentalismo islámico, por el programa de investigación nuclear. Si hace igual contra Siria, gobernada por el partido Baas que gobernó Irak, se puede dar una resistencia que amenaza no conocer fronteras, que puede extenderse al resto de la región árabe, oriental y africana: Líbano, Jordania, Libia, Egipto, Magreb, como crucial alumbramiento del conflicto internacional.
Antes del 11-S, el principal foco de contención era Palestina, donde el integrismo islámico (en el poder) esta enfrascado en una lucha a muerte con Israel, con apoyo de la comunidad árabe. El terrorismo islámico radical amenaza países con presencia musulmana, de Chechenia a Albania, Afganistán a Palestina, Indonesia a norte de África, llevando la guerra santa de yihad hasta el corazón cruzado de Occidente.
La posibilidad a largo plazo que una coalición de países árabes responda los ataques de occidente, orientaría la situación a lo que Samuel Huntington denomino “El Choque de Civilizaciones”. Sin descartar además la vieja contención de guerra fría con Corea del Norte, que amenaza con mísiles nucleares a Corea del Sur y Japón, colocando a EE.UU. en un dilema militar, también afectado con el diferendo de China Popular y Taiwán, ó el diferendo de Rusia y OTAN con respecto a la zona de influencia en el este de Europa, el Cáucaso y el oriente, estableciendo un dilema de grandes proporciones para la humanidad.
Sin embargo es esperanzador, que después de una compleja situación geopolítica futura de caos económico y guerra internacional, la humanidad pueda comprender desde el poder político-económico, en virtud de un examen de conciencia de la comunidad internacional, de la necesidad imperativa de reformar el sistema mundial por un modelo de desarrollo económico sostenible, derechos humanos y relaciones internacionales justas, pues toda crisis otorga la posibilidad del cambio.
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* Nota:
Este artículo fue publicado el 13 de mayo de 2006 en el diario El Panamá-América (Panamá), y fue publicado el 18 de enero de 2009 en el diario digital El Libre Pensador (España); empero fue escrito en Italia en el año de 2004 como una breve síntesis de las conclusiones realizadas por el autor en el marco de la actividad de investigaciones, estudios, análisis y jornadas académicas del año de 1997 en la Universidad de Panamá organizadas por el Circulo de Estudios de la Globalización (CEG) del Centro de Estudios Políticos, Sociales y Económicos (CIPSE), Panamá.