El pasado 12 de diciembre, posiblemente Arturo Más, con el anuncio de la pregunta envenenada y fecha del referéndum, firmase su sentencia de muerte, políticamente hablando. Claro que de un iluminado se puede esperar de todo menos decisiones sensatas, pero cuando tales ocurrencias atentan contra la salud e integridad de Cataluña, y como consecuencia de la Nación española, lo mejor que podría hacer es pedir perdón por los despropósitos cometidos, presentar la dimisión y a continuación desaparecer. Nada nuevo, simplemente nos encontramos ante otro político extraviado a quien le ciega la ambición personal, como por desgracia viene ocurriendo con gran frecuencia. En su caso, bajo la quimera del independentismo, lo que pretende es mantenerse como presidente de la Generalidad, si bien hasta pare engañar es necesario gozar de cierta categoría de la que carece este sastrecillo valiente.
La perversa intención del primer mandatario era amargarnos las Navidades y no lo ha conseguido. Solo ha cosechado un tremendo ridículo con lo enrevesado de la doble pregunta para el referéndum, consulta, sondeo o como quiera llamarle intentando contentar a todos. La estrategia del pelele y títere, apodos que adjudican a Mas por su dependencia anterior de Oriol Junqueras (ERC) y actual de Durán (Unión), consistió en lograr “el más difícil todavía” en su particular circo y engatusarlos a todos a pesar de sus limitaciones e incapacidades como gobernante.
Lo curioso de toda la trama es que tanto Mas como Junqueras, no albergan la más mínima duda de que el referéndum con el que vienen mareando y amenazando desde hace varios años, no va a celebrarse por imperativo legal de nuestra vigente Constitución. No les quita el sueño en absoluto dado que la intención es disfrazarse y representar el papel de víctimas propiciatorias de “Esa España que les roba” y además les impide el derecho a expresarse libremente. Sobre lo que ocurra a partir de noviembre del 2014 ya se negociará adecuadamente pensado que en el 2015 habrá elecciones generales…
Arturo Mas perseguirá por todos los medios, embaucando al abad Junqueras, formar una candidatura única integrada por CIU, ERC e independientes. Regalarle a Oriol una docena de corbatas de firma y seda natural, que se acostumbre a pisar moqueta con más frecuencia y un amplio despacho, acompañado de un buen cargo en la Generalidad. Todo ello encaminado a que comience a cogerle el gusto a esos pequeños pequeños y se olvide de otras pretensiones….
Sin duda, la Generalidad, tiene perfectamente estructurado su plan de acoso, para cubrir los once meses hasta noviembre del 2014, presunta fecha de la celebración de la “consulta”, que ya comenzó con el siniestro simposio titulado “España contra Cataluña”. Incluso ya han conseguido el apoyo testimonial de Guardiola y Rosell ex entrenador y presidente del Barcelona. Lo suyo es aparecer como incansables luchadores por la libertad y el derecho a decidir, y a poder ser, con el dinero de los españoles a través de la mamandurria del FLA. Lo que diga el presidente Rajoy o cualquiera de sus ministros importa poco a la ciudadanía por dos razones: la primera porque no les creen y la segunda porque no les interesa sabedores de que mienten demasiado. El papel de Mas es mantener una continua actitud desafiante y retadora contra la tiranía del Gobierno español y poder aparecer posteriormente, ante el anunciado fracaso como un auténtico mártir.
El gran problema lo tiene ahora Rajoy, que era lo pretendido por los nacionalistas. Con negar toda posibilidad de consulta que era lo obvio y quedarse esperando nuevos acontecimientos nada va a solucionar, y los ciudadanos estarán muy atentos para comprobar si el Gobierno va a seguir estando dispuesto a financiar las deslealtades de la Generalidad. Cualquier cosa menos volver a ejercer de don Tancredo cuyo resultados todos sabemos.
El firmante de este artículo pronosticó hace meses que, desde el momento en que se anunciase la convocatoria del referéndum comenzarían las dificultades financieras para España y así ha sido. Como todos sabemos, las bolsas de valores siempre se adelantan a los conflictos. Desde hace algo más de un mes aproximadamente no han parado de bajar y perder todas las ganancias acumuladas. Los inversores extranjeros, a pesar de los vacuos discursos de Rajoy y su coro de ministros repitiendo el mantra de la falsa recuperación, no han parado de vender. A nadie le motiva arriesgar en un país ante la posibilidad de independizarse una de sus Comunidades más ricas como es Cataluña, pretensión que está siendo aireada por la prensa extranjera.
Si Rajoy estima que limitándose a repetir lo que todos los españoles conocen por figurar en la Constitución y seguir subvencionando y consintiendo todas las veleidades e infundíos de los soberanistas, y no zanjar inmediatamente toda la campaña de desprestigio contra España, aplicando la pedagogía apropiada y explicando el desastre que supondría la secesión de Cataluña, y no solo para esa Comunidad sino para el resto de España, más le valdrá hacer las maletas cuanto antes y abandonar La Moncloa.
Resulta preocupante y confuso que tres días más tarde y con motivo de la convención regional del PP de Murcia, el presidente del Gobierno, volviendo por sus fueros, pronunciase nuevos mensajes con lisonjas y acercamientos a la Generalidad. Ya no es momento de componendas. Rajoy debe aprovechar todas sus apariciones públicas para ratificarse e insistir en que todos los delirios independentistas de Mas y su socios carecen de toda viabilidad. No es de recibo que UPyD y Ciudadanos apelen a la inhabilitación del presidente catalán por convocar algo ilegal y Rajoy se dedique a estrechar lazos y limar diferencias recurriendo a sentimentalismos. ¿A que está jugando…?
Afirmar en estos momentos que “España es un país maravilloso” y para nosotros el mejor del mundo, debería preguntárselo a los seis millones de desempleados o a cualquiera de las miles de familias que tienen a todos sus miembros en el paro desde hace dos años; quizá no opinen lo mismo y hasta se lo tomen como un insulto con toda la razón. Recurrir por enésima vez a nuestra saneada economía, salida de la crisis, recuperación, etc. no es de recibo ni merecemos ser castigados siempre con el mismo sermón de buenismo.
Mire don Mariano, por última vez le rogamos encarecidamente que reaccione de una vez por todas para terminar con este insufrible calvario. Pacten con la oposición y con quien haga falta y firmen todos los acuerdos que sean necesarios para la recuperación de la Justicia, acabar con la corrupción, proporcionar puestos de trabajo para nuestros desesperados hijos y que España recupere la dignidad y el lugar que le corresponde.