Sociopolítica

DOS ENCUENTROS Y UNA ORACIÁ“N

Ocurrió en la mañana del pasado 26 de Diciembre y esos dos encuentros con dos amigos, producen este artículo el que dejo plasmado en un corto relato, real como la vida misma. Debo decir que un encuentro fue con alguien a quién desconozco y que me escribe y el otro es de alguien cercano y al que conozco hace ya medio siglo o más. El primero y que sigue mis escritos, me escribe una carta; el segundo y tras un corto diálogo sobre el tema, me sonríe y me da un obsequio inesperado pero valioso: Veamos todo ello.

“… Déjate de repetir la mitología de los pobres judíos «gaseados» y quemados al igual que de los gitanos y demás incluso de los españoles … aun tienes tiempo para leer cosas que tiran por el suelo el mito más grande de la historia de la humanidad: el famoso «holocausto».  Si tienes tiempo y ganas de entretenerte, puedes ir al subforo de historia y leer el tema «Revisionismo del «holocausto» … leerás, claro, cosas a favor de ese mito y cosas mías y de otros en contra y con muchos razonamientos. Mira, una simple pregunta de matemáticas: si un cadáver se tarda en quemar dos horas, y quedan muchos restos, (si puedes pregunta en un crematorio) … ¿cuanto tiempo se tardarán en quemar 360 cadáveres?  Estoy de acuerdo contigo en muchas cosas, pero en esto «holocausto» y «nazis malos» y lo de los «lujos» de Castro, para nada … si eres cristiano practicante Feliz Navidad y próspero año Nuevo», y si no lo eres, yo en tu lugar saldría la monte a buscar espárragos trigueros … Cordiales saludos: “Atila”.

A tan original misiva y en la que se refiere a mis artículos, añadiendo cosas que yo no he dicho tal y como él las refleja… sonrío de buena gana y le respondo cuanto sigue, ya que me place hilvanar cuanto arriba digo.

Querido «Atila rey de ninguno de los unos, ni de los otros»: Sé con plena seguridad que todo en este mundo gira sobre  la mentira interesada del individuo; el que siempre dirá lo que le conviene y ocultará lo que le perjudica… pero es sobre esas montañas de mentiras como podemos opinar los que nos atrevemos a opinar públicamente e incluso dejar escritas esas opiniones, que en mi caso son bastante sinceraras; y de ninguna manera pretendo el que sean «puras», puesto que yo y como otro cualquiera soy de carne y hueso y «tengo mis debilidades», aunque depuradas en gran cantidad de ellas pero las tengo y por causas propias de “la especie”.
HOLOCAUSTO JUDÁO Y OTROS MUCHOS: Para mí es «holocausto», el simple asesinato de un inocente y que con ello se destroce una familia, caso que conozco en mis propias carnes como hijo único de un desgraciado fusilado en la terrible guerra civil española… por tanto cuando me hablan de cientos, miles o millones de muertos; yo simplemente pienso en «mi holocausto» y se me enclavijan todos los músculos de mi rostro y algunas veces ello termina en una risa de tal significado, que incluso eludo el mirarme al espejo, vaya a que lo que allí vea me asuste o incluso me horrorice o aterrorice. El asesinado duele sólo a sus deudos, por tanto es individualmente como se debe analizar: y un millón de muertos, son un millo de individualidades.


En cuanto a ser creyente en Dios (o como se le quiera denominar a esa inconmensurable fuerza creadora y destructiva que rige y manda en El Universo)… Sí, lo sigo siendo y creo que esa creencia es la que aún me sostiene en esta pequeña esfera en que se desenvuelve «nuestro mísero mundo»; tan es así que tuve que idearme mis propias oraciones para encontrar algo de paz cuando y por necesidad tengo que pronunciarlas.
Y curiosamente y hoy mismo cuando abro tu escrito y viniendo de casa de mi barbero, que me ha liberado de las últimas greñas del 2009; me encuentro a un viejo amigo, trece años mayor que yo pero igualmente vital como aún yo me mantengo; y hablando «de estas cosas de los miedos a la vida y de Dios y los dioses»; se echa mano a la cartera y me regala, el mejor regalo que yo he recibido en estas navidades pasadas y en la mayoría de las anteriores. Se trata de una cartulina blanca plastificada de 10 X 7,5 cm. y en la que en caracteres bastante grandes y en color negro dice.

Dios mío, ilumina con tu luz, el camino que me queda por recorrer, que pueda hacerlo gozando de una mente lúcida y con las fuerzas necesarias para valerme por mí mismo, sin estorbar a nadie. Amén.»

Automáticamente y al leer tal texto, le he dado mis más expresivas gracias a este ya anciano hombre; simultáneamente «se me han cargado las pilas» y he guardado esa tarjeta en mi cartera… y la que me va a acompañar mientras yo viva, para «echar mano a ella cuando lo precise». Y mira por dónde… tu escrito y ese hecho, me han dado totalmente realizado éste artículo que en su momento enviaré a publicar como hago con el resto de… «mis monsergas, ladrillos o sermones»: gracias pues a ti también. Saludos cordiales.

NOTA FINAL: Ese texto que es de autor anónimo, sugiero lo copien y difundan cuanto puedan; supongo que a muchos les será grato conocerlo y tenerlo.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.