La NASA ha impactado con éxito hoy las dos naves de la misión LCROSS contra la superficie de la Luna, según ha confirmado la agencia espacial estadounidense. El objetivo de esta misión es detectar la presencia de agua helada en el satélite mediante el análisis del material levantado tras el impacto. El descubrimiento de suministros de agua en la Luna facilitaría su exploración y el establecimiento de bases humanas estables.
La NASA ha guiado al Satélite de Observación y Detección de Cráteres Lunares (LCROSS, por sus siglas en inglés: Lunar Crater Observation and Sensing Satellite) y a su cohete impulsador Centauro hacia el polo sur lunar, concretamente al cráter Cabeus. Allí Centauro ha impactado primero, lo que ha generado un penacho de polvo y sedimentos que se a elevado hacia el cielo.
A corta distancia, la nave principal de la misión LCROSS fotografió la colisión y luego voló justo a través del penacho de polvo. Los espectrómetros ubicados a bordo de la nave analizaron el penacho iluminado por la luz solar en busca de señales de agua o moléculas de hidróxido (OH), sales, arcillas, minerales y otras sustancias.
Después ha sido el turno de la nave principal. Unos minutos después del «alunizaje» del cohete Centauro, el satélite LCROSS, de 700 kilogramos de peso, se estrelló en un punto cercano, generando otro penacho de polvo, aunque más pequeño, sobre la orilla del cráter Cabeus.
El Telescopio Espacial Hubble, el Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO, por sus siglas en inglés), y cientos de telescopios grandes y de multitud de aficionados han seguido desde la Tierra la evolución del impacto.
«Si hay agua allí, o algo igualmente interesante, lo encontraremos», ha explicado Tony Colaprete, del Centro Ames de la NASA e investigador principal del proyecto. Los científicos confían en procesar pronto los datos y comunicar en breve los resultados.
La localización de agua en forma de hielo en la Luna, mediante el análisis de los penachos de polvo y sedimentos, sería un descubrimiento que podría ayudar a garantizar el suministro de agua en las futuras misiones al satélite.