Enfoques cooperativos; Hoy:Dr. Francia, brotando de la entrañas del pueblo paraguayo.
“Todo pasa y todo vuelve, eternamente gira la rueda del ser. Todo muere, todo reflorece; eternamente se desenrolla el año del ser. Todo se rompe, todo se reajusta; eternamente se edifica la morada del serâ€. Friedrich Nietzsche
El hombre culminó sus estudios universitarios en Córdoba-Argentina- y se encaminó rumbo a  Paraguay, en su mente poderosa se fraguaban ideas libertarias, y en su carácter, templado al esfuerzo, al tesón, y la inteligencia, conjugaban una amalgama sólida, en los años de 17 85-86, ese hombre, que serÃa conocido ulteriormente en la historia como el Karaà Guazú, el Dr. José Gaspar RodrÃguez de Francia.
Ese hombre, según nos pinta John Robertson Parish como “un hombre moreno, de ojos negros muy penetrantes, su umbrosa cabellera que peinaba hacia atrás descubrÃa su amplia frente para desvanecerse en naturales ondas sobre sus hombros, le daba un aire de dignidad que atraÃa la atenciónâ€.
Hablamos del comerciante y financista escocés John Robertson Parish (1792 – 1843), por cierto, pionero en introducir el esquema capitalista e imperialista de la Gran Bretaña en el RÃo de la Plata de esa época colonial, redactó, junto a su hermano William al regreso a su nación aproximadamente en el año de 1830, “Cartas sobre el Paraguayâ€, traducido al español recién en el año 1920, escrito donde realizan una semblanza del Dr. Francia:“La tierra de Francia y el terrorâ€.
“Era todo humildad y condescendencia para con los inferiores, y todo altivez para con las clases superioresâ€, refiere John Robertson Parish sobre el Dr. Francia, y no es un mero detalle sin importancia, es una descripción ideológica sobre un hombre empeñado en quebrar las oprobiosas desigualdades sociales.
Podemos estar o no de acuerdo en la forma de cómo describió Robertson a Francia, pero también es lÃcito interrogarse cómo es posible que los ojos sólo vean el accionar de un reformador como injustas y arbitrarias cuando la realidad nos muestra una sociedad feudal, esclavista que clama transformación.
Francia, el Karaà Guazú, construyó una nación soberana y justa, y por ello, concentró en su obra y en su persona el resentimiento de expoliadores contemporáneos que destilaron mugrientas injurias llegadas hasta nuestros dÃas, es esa la prueba más material que su noble accionar despertara en estos sectores manchados de indignidad.
Su accionar popular en el terreno económico tuvo la esencia cooperativa: «Estancias de la Patria†que, según nos narra León Pomer, ese gran escritor argentino, éstas llegaron a la cantidad de 76 con grandes extensiones, verdaderas unidades productivas donde los campesinos e indÃgenas se desenvolvieron de manera colectiva, que además producÃan alimentos y herramientas destinadas para la agricultura y encaminados por un Administrador referente del Estado Independiente.
Hoy, un gobierno ilegitimo, fruto de un golpe parlamentario, se apresta a dejar el poder polÃtico al magnate Horacio  Cartes, ganador electoral como Presidente del Paraguay para gobernar desde el 15 de agosto de 2013 hasta el año 2018. Ningún cambio positivo esperan los desheredados de la tierra.
Precisamente, desde lo profundo de la tierra guaranÃ, desde donde sobreviven miserablemente esos desheredados, ciertamente en la tierra que les procurara Francia crece la creencia de que el Karaà Guazú oikó perupÃ, jha ipochy (anda por ahà y está enojado) en razón de la decepción continuada que dan los polÃticos falsarios.
Cual Cristo renacido, renace, brota en realidad,  en las mentes y corazones de los campesinos. “El Dr. Francia está brotando de las entrañas del pueblo paraguayo†nos dice un campesino, casi susurrando, como guardando un secreto,…â€ivalevé plata ivyvý jhinaâ€, remata. (Más valioso que un tesoro enterrado).
El temperamento, el genio enervado de Francia era dirigido contra los claudicantes y expoliadores, poseÃa la entereza necesaria para construir una nación de hombres y mujeres libres en verdad, ese legado formidable, brota en la tierra guaranÃ.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!      Â