Sociopolítica

Dr. Salvador Allende Gossens

DR. SALVADOR ALLENDE GOSSENS

 

Dr. Belisario Rodríguez Garibaldo

Abogado, Sociólogo, Periodista, Analista Político, Profesor y Escritor.

Miembro del Partido Revolucionario Democrático – PRD (Panamá)

E-mail: brodgari@hotmail.com

Web: http://www.pa/secciones/escritores/rodriguez_belisario.html

 

Ultimo Discurso de Salvador Allende. Radio Magallanes – 11 – 09 – 1973.

Enlace: http://www.youtube.com/watch?v=SXJLcGURXok

 

Salvador Allende Gossens (Valparaíso; 26 de julio de 1908 – »  Santiago; 11 de septiembre de 1973), médico y político chileno. Fue electo Presidente de Chile por el período 1970 – 1976, que no alcanzó a completar debido al Golpe de Estado de 1973. Su muerte ocurrió en el asalto al Palacio de la Moneda, durante el cual se suicidó.

 

Familia.

 

El origen de los Allende es vasco. Sus antepasados llegaron a Chile durante el siglo XVII, y empieza a destacar entre las familias aristocráticas a partir de la primera mitad del siglo XIX. El más destacado de la familia fue su abuelo Ramón Allende Padín “El Rojo”, radical y gran maestro de la masonería.

 

Su hijo Salvador Allende Castro fue también radical y masón. Trabajó como funcionario público y como notario del puerto de Valparaíso. Se hizo conocido por su ingenio, dotes poéticas (al igual que su padre), y su fanatismo por la chilenización de Tacna y Arica. Se caso con Laura Gossens, mujer de gran belleza y mucha religiosidad, hija de un inmigrante belga y de una dama penquista. Los hermanos Allende Gossens fueron seis: Alfredo, Inés, Salvador y Laura, y por la muerte de los dos últimos hubo dos nuevos Salvador y Laura.

 

En 1940, durante un terremoto a los inicios de 1940, Salvador Allende Gossens contrae matrimonio con Mercedes Hortensia Bussi Soto, hija de Ciro Bussi, marino mercante, y que casi no conoció a su madre, pues esta murió muy joven. Graduada de profesora de Historia, Geografía y Estadística por la Universidad de Chile. Tuvieron tres hijas: Carmen Paz Allende Bussi, Beatriz Allende Bussi e Maria Isabel Allende Bussi.  

 

Vida Política.

 

Salvador, hijo, ingreso al colegio de Valdivia, donde destaca por la cuidada vestimenta (calidad que le duraría toda su vida). Era la encarnación del “pije” (lo mas derechista que había, en su vestimenta y en todo), las niñas por su parte le decían el «pollo fino».

 

Salvador Allende Gossens.

 

Se destacó también como buen alumno y líder estudiantil, para posteriormente hacer su servicio militar y entrar a estudiar medicina en la Universidad de Chile, en donde se graduó en 1933.

 

Por esos tiempos se entera de ideas socialistas. Será catequizado en ellas por José Demarchi, viejo zapatero anarquista. Se las infunde durante largas conversaciones, le presta libros de Bakunin, Kropotkin, Lafargue, Malatesta, etc.

 

Inicia su vida política en el grupo estudiantil de la Universidad de Chile, Avance, de tendencia izquierdista. Es expulsado de la colectividad por sus ideas democráticas, pues cuando un golpe de estado sacara del poder al presidente Juan Esteban Montero, e implantara la llamada “República Socialista”, él defiende la legalidad y constitucionalidad en la tribuna de Avance. Lo expulsan por 395 votos contra 5. Al año siguiente, funda el Partido Socialista en su ciudad natal, Valparaíso, colectividad en la que se mantendría por el resto de su vida.

 

Fue ministro de salud del presidente Pedro Aguirre Cerda, aunque para ello tuvo que renunciar a su sillón parlamentario (Ganado el año 1937 en Valparaíso). Escribe entonces su libro “La realidad medico social de Chile”.

 

Posterior a la muerte de Aguirre Cerda, vuelve al parlamento. El año 1945 es senador por Valdivia, Llanquihue, Chiloé, Aisén y Magallanes. El año 1953, por Tarapacá y Antofagasta. En 1961, por Aconcagua y Valparaíso. El año 1969,nuevamente por Chiloé, Aisén y Magallanes.

 

Su arrastre popular es increíble, sus enemigos dentro del partido intentan sacarlo de la vida política enviándolo a las circunscripciones de Valparaíso y Aconcagua, donde es imposible que gane, porque los voto de la izquierda los controla Jaime Barros, comunista, médico de los pobres, que detenta el sillón. Allende triunfa sobrepasando a su compañero y le da suficientes votos para que salgan los dos electos. Lo envían entonces nuevamente a un “matadero electoral” Chiloé, Aisén y Magallanes, donde nadie le atribuía una oportunidad. Pero resulto fácilmente elegido. Era el símbolo nacional del socialismo moderado, llegando a ejercer desde 1966 la presidencia del Senado, de una forma tan ecuánime que cuando la abandona le rinde un homenaje su archí enemigo, el diario El Mercurio.

 

Salvador Allende y Eduardo Frei.

 

Se postuló por primera vez a la presidencia de Chile en 1952, consiguiendo un magro 5.4%, lo que se debió en parte a la escisión de un sector del socialismo que apoyo a Carlos Ibáñez y a la proscripción del comunismo.

 

En 1958 se presentó nuevamente como candidato de la alianza socialista-comunista FRAP (Frente de Acción Popular), consiguiendo el 28.5% de los votos. Esta vez se atribuyó la derrota de Allende a la participación de un candidato populista, Antonio Zamorano, que le habría quitado votos de sectores populares.

 

Se postulo a la presidencia por tercera vez en el año 1964, nuevamente representando al FRAP. La elección devino en una competencia entre Allende y Frei. Por el temor que triunfara Allende, el electorado de derechas se volcó hacia Frei, en lugar del radical Julio Durán, que era su candidato inicial.  Enfrentado a dos de los tres tercios de la política chilena, Allende fue derrotado por tercera vez con un 38.6% de los votos contra el 55.6% de Eduardo Frei.

 

La elección presidencial de 1970.

 

No fue fácil para Allende conseguir la nominación como candidato de la Unidad Popular (nueva alianza socialista-comunista, más otros partidos menores). Pesaban sobre él sus tres derrotas y muchos dentro del partido no creían en su vía pacifica al socialismo. Pero logró imponerse por sobre los demás precandidatos, principalmente por su importante arrastre de votos y por el decisivo apoyo del Partido Comunista (que apoyaba a Allende más que su propio partido).

 

Pero tuvo que verse obligado a firmar un pacto de gobierno, según el cual si triunfaba, la administración de Chile seria compartida entre Allende y los partidos de la UP, representado por un comité, que tenia un representante de cada colectividad. Esto implicaba una renuncia a sus facultades como presidente de la republica, pues él no podía actuar sin el apoyo del comité, y este funcionaba por unanimidad.

 

Salvador Allende Presidente.

 

La campaña presidencial del año 1970 fue dura pero sin violencia. Las primeras encuestan daban ganador por mayoría absoluta a Jorge Alessandri Rodríguez, el candidato de derecha. Pero su campaña se fue deteriorando, principalmente por su avanzada edad. Se le acusó de senil y de sufrir la Enfermedad de Parkinson, y su propio comando decidió no hacer concentraciones masivas, con la excepción del cierre de campaña, para no mostrar la edad del candidato.

 

Como estaban seguros de la victoria de Alessandri, se irritaron de sobremanera cuando el General Rene Schneider, en una entrevista a El Mercurio, se le pregunto por la actitud del ejército si ninguno de los dos candidatos obtenía mayoría absoluta. El general respondió que debía responder el congreso pleno, según lo establecido en la constitución y que el ejercito se apegaría totalmente a los postulados de la carta fundamental (esta sería la base de la doctrina Schneider). Los alejandristas se irritaron porque la tradición era que el que sacase mayoría relativa, seria elegido presidente.

 

El candidato de la Democracia Cristiana, Radomiro Tomic, tenia un pensamiento orientado hacia la izquierda, lo que le enajenó de los votantes de centro derecha que en 1964 dieron la victoria a Frei.

 

Los Estados Unidos, entre tanto, no le dieron el apoyo decidido a ningún candidato anti-Allende, principalmente porque sus propias encuestas mostraban a Alessandri como triunfador. Aunque de cualquier manera le llegaron algunos fondos a Alessandri, por medio de la compañía ITT, que fueron unos 350.000 dólares, pero este financiamiento no fue como el que se le hizo durante la campaña de Frei ni existió asistencia electoral.

 

El 4 de septiembre se celebro la elección presidencial, en un clima de orden y tranquilidad, y pasada la medianoche se supo el resultado de los comicios: Allende: 36,6%. Alessandri: 34,9%. Tomic: 27,8%. La confianza de los alessandristas se convirtió en miedo a un gobierno socialista, mientras los allendistas e incluso varios democratacristianos salían a la calle a expresar su alegría.

 

En Washington, Nixon ordenó evitar que Allende asumiera la presidencia. La CIA organizo dos planes para detener la elección de Allende en el Congreso pleno (el Congreso debía dirimir entre las dos más altas mayorías el día 24 de octubre), los que serian conocidos como el Track One y el Track Two. El Track One consistía en que el congreso eligiese a Alessandri; éste renunciaría y se llamaría a nuevas elecciones en que la derecha apoyaría a Eduardo Frei. El plan es conocido también como «gambito Frei». El plan, sin embargo, no funcionó. La DC y la UP llegaron a un entendimiento tras el triunfo de Allende, y se reveló la existencia de un pacto secreto entre los dos candidatos (Tomic y Allende) en el que cada uno reconocía la victoria del otro si la diferencia era mayor a los 5.000 votos y la de Alessandri solo si este los superaba por más de 100.000 votos. Finalmente la DC exigió para su apoyo en el Congreso un estatuto de garantías constitucionales, que asegurarían que Allende no se saldría de la constitución.

 

El atentado a Schneider.

 

El Track One naufragó. Quedaba el Track Two. Este consistía en crear un clima de inestabilidad política, para que las fuerzas armadas intervinieran y anularan la elección. Se encargó su ejecución al General Viaux, cuyo plan era secuestrar al Comandante en Jefe del Ejercito, General René Schneider, ocultarlo y provocar la situación de inestabilidad. El 22 de octubre se ejecutó el plan, pero al intentar defenderse, el Comandante en Jefe es baleado por sus asaltantes, quienes huyeron al instante. Su chofer lo llevó al hospital militar donde falleció el día 25 de octubre. Allende, ratificado un día antes como presidente de Chile por el congreso pleno, nombró como nuevo Comandante en Jefe al General Carlos Prats.

 

La UP, alarmada por los hechos, creó el GAP (Grupo de Amigos Personales de Allende), especie de guardia personal para la protección personal del mandatario.

 

El primer año de presidencia.

 

El 3 de noviembre Allende asumió y juro la presidencia. El presidente saliente era Eduardo Frei Montalva, el que por error se coloco la banda presidencial abajo del frac, por lo que cuando debía entregarlo al presidente del senado, Tomás Pablo, no pudo quitársela, a pesar de que intento hasta romperla. Pablo soluciono la situación invitando a entonar el himno nacional, que según el protocolo debía realizarse después de la asunción del nuevo mandatario. Al jurar Allende, permaneció en el salón de honor por diez minutos para después dirigirse a la Catedral Te Deum junto al Cardenal, donde Allende se emociono al juntarse con su familia y en especial con Rosa Ovalle, su nana del año 1909.

 

Junto al presidente juraron ese mismo día sus primeros ministros, que serian:

 

·         Interior: José Toha, PS (Partido Socialista)

·         Relaciones Exteriores: Clodomiro Almeyda, PS

·         Economía: Pedro Vuskovic, independiente

·         Hacienda: Américo Zorrillas, PC (Partido Comunista)

·         Educación: Mario Astorga, PR (Partido Radical)

·         Justicia: Lisandro Ponce, API (Acción Popular Independiente)

·         Defensa: Alejandro Ríos, PR

·        Obras Publicas: Pascual Barraza, PC

·         Agricultura: Jacques Chonchol, MAPU (Movimiento de Acción Popular 

          Unitario)

·         Tierras y Colonización: Humberto Martones, PSD (Parido Social-demócrata)

·         Trabajo: José Oyarce, PC

·        Salud Publica: Oscar Jiménez, PSD

·         Minería: Orlado Canturrias, PR

·         Vivienda y Urbanismo: Carlos Cortes, PS

·         Secretario General: Jaime Suárez, PS

 

De todos ellos la pieza maestra era Vuskovic, que llevaría a cabo el plan de transición del capitalismo al socialismo. El plan de la UP para llegar al “Socialismo a la chilena” consistía en los siguientes puntos:

 

·         Estatización de las áreas «claves» de la economía

·         Nacionalización de la minería

·         Aceleración de la reforma agraria

·         Congelar los precios de las mercancías

·         Aumentar los salarios de todos los trabajadores, pagándolos con emisión de 

          Billetes.

·        Con un clima de euforia económica, modificar la constitución y crear una

          cámara única.

 

“…planteamos el problema de que no haya más un congreso bicameral, y lo rechaza el congreso, vamos a un referéndum y lo ganamos. Bueno, se acabaron las dos cámaras y tenemos que ir a una cámara única como lo hemos planteado, y ¿a quien va elegir el pueblo en esa cámara? Supongo que sus representantes…” (Salvador Allende a Regis Debray, entrevista).

 

La estatización de las empresas se llevo a cavo con el uso de ciertos resquicios legales (el N° 520, del año 1932), que databan de la Republica Socialista, que cayeron en el olvido pero que no por eso dejaban de tener valor legal. El resquicio consistía en que cuando alguna empresa considerara clave de la economía detenía la producción, el estado la podía intervenir para que vuelva a producir. El sistema utilizado era paralizar las empresas con trabajadores pro UP, que pedían la intervención del gobierno, el cual requisaba la industria. El sistema fue juzgado ilegal por la derecha, pero al consultar con el contralor este acepto su validez legal.

 

También se usaba el sistema más clásico de compras de acciones, a través de la CORFO (Corporación de Fomento de la Producción), cuando la empresa era una sociedad anónima.

 

El congreso pleno aprobó la nacionalización del cobre.

 

La nacionalización de la minería se llevo a cabo en cambio con el apoyo unánime de todos los sectores de la sociedad, siendo aprobada su ley (N° 17.450 promulgada el 15 de julio) por unanimidad en el congreso pleno. A las empresas mineras se les pagaría indemnización, pero a ellas debían restársele las “utilidades excesivas” que habían tenido los últimos años producto de los bajos (a veces nulos) impuestos que pagaban. Por este sistema las empresas Anaconda y Kennecott no recibieron un solo peso.

 

Estas acciones le darían excusa al gobierno de Richard Nixon para promover un boicot contra el gobierno de Allende, mediante la negación de créditos externos y la petición del embargo del cobre.

 

Para profundizar la reforma agraria se siguió utilizando la ley de reforma agraria de Eduardo Frei, que tenia varios vacíos legales que aprovecharon al máximo los hombres de la UP, propiciando la “toma” de fundos por los campesinos, haciendo que la CORA (Corporación de la Reforma Agraria, dirigida en la practica por Chonchol) expropiara los fundos. A finales del año 1971 se llevo a cabo la expropiación de más de dos millones de hectáreas. Estas tomas de fundos empezaron a adquirir cada día ribetes más y más violentos por los enfrentamientos entre patrones y campesinos, siendo el primer muerto Rolando Matus, del Partido Nacional, pequeño agricultor, muerto a tiros cuando defendía una propiedad mínima del sur contra quienes intentaban ocuparla por la fuerza. Seria un mártir para la derecha y su nombre seria utilizado en una de sus brigadas.

 

La congelación de precios y el aumento de sueldos deberían provocar inflación, pero en Chile un 20% de la capacidad productiva estaba ociosa, y antes de subir los precios los comerciantes aprovecharían esa capacidad ociosa y crearían crecimiento económico. Además las emisiones tienen un lapso de tiempo durante el cual no se produce inflación, al menos momentáneamente. Este fue el pensamiento de los economistas de la UP. Y funciono, el primer año, se doblo el dinero, la inflación fue baja y el PGB creció un 8%.

 

También le ayudo a la promoción de la UP, que el Poeta Nacional Pablo Neruda, militante comunista, hubiera obtenido el Premio Nóbel de Literatura ese año. Con este clima la Unidad Popular alcanzo un 49.73% de votos en las elecciones municipales, pero resultados que no tenían implicación política y las próximas parlamentarias estaban a inicios de 1973, mientras solo tendrían un tercio de los parlamentarios. La solución para ganarse el poder legislativo era la cámara única.

 

Sin embargo no se avanzo en el proyecto de la cámara única, por motivos aún no dilucidados, y la magia económica empezó a flaquear. Al finalizar el año 1971 aparecerían los primeros síntomas de desabastecimiento. Cuando Allende lo planteo al congreso ya pocos estaban interesados en ella, la idea de la revolución violenta había cobrado fuerza.

 

Fidel y Allende.

 

A finales de ese año visito Chile Fidel Castro, visita que se prolongó por tres semanas. Fidel se pasea por todo el país, lo que enerva la sangre de los opositores, que empiezan a ver los primeros síntomas del desabastecimiento. El primer ministro cubano manifiesta en privado su escepticismo ante la vía pacifica de Allende.

 

Al despedirse, en el Estadio Nacional dice: “Regreso a Cuba más revolucionario, radical y extremista de lo que vine”. El día de su despedida, miles de mujeres opositoras salen a la calle a protestar, haciendo sonar cacerolas vacías en reclamo por la falta de alimentos.

 

Serían los primeros “cacerolazos”, los cuales fueron rechazados por miembros del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), los cuales se enfrentan a las mujeres arrojándoles piedras y otros objetos.

 

Polarización de la sociedad chilena.

 

La DC (Democracia Cristiana), por el programa de Radomiro Tomic, tuvo un acercamiento inicial con la UP (Unidad Popular), pero alejada a causa del asesinato del ex-ministro de Frei, Edmundo Pérez Zujovic, por el grupo VOP (Vanguardia Organizada del Pueblo) de tendencia ultra izquierdista, en junio de 1971. A esto se le suma su baja en las elecciones, los ataques de la prensa de la UP y el aumento de la espiral de violencia.  La DC se acerca entonces al PN (Partido Nacional, de tendencia derechista). Su primera acción conjunta es en la lección complementaria de un diputado en Valparaíso, en donde el candidato democratacristiano gano con el apoyo del PN.

 

Luego se coligan para hacer una acusación constitucional contra el Ministro del Interior José Tohá, por su responsabilidad en los hechos de violencia. Acusaciones parecidas había planteado el PN contra los ministros, pero la DC se negó, hasta entonces, de seguirlos.

 

Allende remueve a Tohá de Interior, pero lo coloca inmediatamente en la cartera de Defensa en un acto de clara provocación hacia el congreso, aunque legalmente inobjetable. Se iniciaba de este modo la alianza DC-PN para oponerse al gobierno de la Unidad Popular, realizando multitudinarias manifestaciones de repudio a la política del gobierno, que darían paso a verdaderas batallas campales entre los manifestantes y los grupos de izquierdas.

 

En el aspecto legal, la DC y la derecha aprueban una reforma constitucional (Proyecto Hamilton-Fuentealba) que define las tres áreas de la economía, que coloca trabas al plan estatizador de la UP, ya que deja sin efecto la estatizaciones y requisiciones efectuadas con anterioridad y al filo de la ley. El presidente veta el proyecto, y la insistencia de la cámara por aprobarlo creara un conflicto legal de amplias proporciones que se desarrollara durante todo el gobierno de Allende.

 

Violencia Política.

 

La violencia política se expande. El MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) intensifica sus actividades extremistas, y en el PS (Partido Socialista) es elegida como directiva el ala más radical del socialismo, dirigida por el senador Carlos Altamirano. Ambos grupos (el MIR y el PS) desconfían de la vía pacifica de Allende y siguen las enseñanzas del Che Guevara, sobre la lucha subversiva. Ya se les vio actuar en el asesinato de Pérez Zujovic, y empezaran a armar a grupos de trabajadores y pobladores afines con sus ideas, creándose los llamados cordones industriales.

 

El gobierno es tibio para controlar estas acciones, y en ocasiones se niega a usar la fuerza policial (en casos de tomas de fabricas y radios opositoras). La razón de ellos es que los que realizan estas acciones son gente de la UP, que luchan por el socialismo. El mismo Allende le regala al jefe de unos revolucionarios argentinos fugados a Chile (Y de aquí, con el pase del gobierno, a Cuba) una pistola, “pa’ que te defendai” y un mensaje, que él no comparte su camino pero que debe ser consecuente con sus ideas. El mismo gobierno se ve envuelto en un caso de importación ilegal de armas desde Cuba, al llegar un avión de esa nacionalidad que no fue registrado y que se traslado de inmediato a la casa presidencial de Tomás Moro, con armas enviadas para el GAP (Grupo de Amigos Personales, escolta presidencial).

 

En la extrema derecha, el Grupo Patria y Libertad, liderado por Pablo Rodríguez, aumenta sus acciones anti-UP, llegando en ocasiones a utilizar el terrorismo. Manifestaciones a favor o en contra del gobierno se siguen continuamente, llegando a ribetes de violencia gravísimos para un país regido por el Estado de Derecho. Las brigadas de la lucha callejera empiezan a implantar un clima de intolerancia en el país. La “Brigada Ramona Parra”(comunista) y la “Brigada Elmo Catalán”(socialista), se enfrentan a la “Brigada Rolando Matus” (del Partido Nacional). Estos grupos reclutan sus militantes preferentemente en jóvenes extremistas.

 

Mientras tanto, la economía deja de crecer. La emisión monetaria ha cobrado sus primeras víctimas y la inflación se dispara. El crecimiento del país llega a ser negativo, caen los salarios reales, el déficit llega al 25% del PGB y aumenta a 253 millones de dólares la deuda externa.

 

Los precios oficiales traen consigo el mercado negro, en donde se venden los productos a precios no oficiales, pero con su precio multiplicado. El mercado negro y el estancamiento económico, causan la desaparición de productos básicos de consumo en almacenes y supermercados, provocando largas colas de gente para obtener sus mercancías. El dinero está, los sueldos son altos, pero no hay donde gastarlo.

 

Para enfrentar el desabastecimiento el gobierno crea las JAP (Juntas de Abastecimiento y Precios), que serían otro factor de discordia entre los “Momios” (descalificativo aplicado a los miembros de la derecha) y los “Upelientos” (descalificativos aplicado a los que apoyaban el gobierno), pues se acusa a las JAP de favorecer a los negocios gubernistas y perjudicar a los independientes u opositores.

 

La resistencia gremial se vuelve más fuerte, con el apoyo de la prensa opositora. Los diarios El Mercurio, La Segunda, La Tercera de la Hora, Las Ášltimas Noticias, La Prensa, La Tarde y La Tribuna atacan sin cesar al gobierno. Se destaca el ultimo diario mencionado (perteneciente a militantes del Partido Nacional), no desperdician saliva en sus virulentos titulares (MIRicones atacaron a mujeres; ¡Allendista! Asesino a otro camionero; Nunca antes un presidente contó con tanto fervor popular unido en un solo grito: ¡Que se vaya!, etc.).

 

Por su parte la prensa izquierdista tampoco se quedaba atrás, aprovechando cualquier cosa para desacreditar a sus adversarios (por ejemplo, escribir en vez de PN, escribir Pe-Ene). Destacan en la lista La Nación (diario gubernamental), Las Noticias de Ultima Hora (del PS), El Siglo (oficial del PC), El Clarín, Puro Chile (vinculado al Partido Comunista). Destacan algunos de sus ejemplares: Frei, espía de los EEUU; ¡Chúpense esta momios!; Senado ampara a ladrones de alimento, etc.).

 

En los otros medios la situación no era mejor. Alumnos izquierdistas de la Universidad de Chile tomaron el Canal 9, propiedad de la universidad y lo usaron como plataforma para su pensamiento político. Los alumnos que rechazaban la toma crearon con instrumentos rudimentarios el Canal 6, el que fue destruido posteriormente por brigadas de izquierda. También el Canal 9 recibió ataques, destacándose la ocasión en que al intentar cortar las comunicaciones del canal, maniataron y amordazaron a un trabajador que se encontraba en el lugar, muriendo este por asfixia. El crimen lo realizo el estadounidense Michael Townley, que se haría aun más famoso con los crímenes contra Prats y Letelier durante el régimen militar.

 

Se acuso al director de Canal 13 de la Universidad Católica, Raúl Hasbún de dirigir el hecho y proteger a Townley. Se le tacho de Asesino y de “Satanás Hasbún”, respondiendo este con el recrudecimiento de la línea opositora del canal.

 

Los medios opositores y los gremios empresariales levantaron como bandera de su lucha La Papelera.  Esta era la empresa proveedora y distribuidora de papel, con su estatización el gobierno podría controlar la prensa opositora y callar sus demandas. Aquí se trataba de un intento de ahogo financiero para estatizarla, pues los trabajadores de La Papelera se negaban a entrar en el área social de la economía como quería el gobierno.

 

La grave situación económica y el temor a ser estatizados, llevo a la agrupación de dueños de camiones, con el apoyo de los gremios, a declarar un paro nacional en octubre, agravándose aun más los problemas de distribución. En este paro estaba detrás dinero de la CIA, que conspiraba para hacer caer el gobierno de Allende, entregando también recursos a diarios opositores, principalmente a “El Mercurio”. La oposición se plegó a la movilización, adhiriéndose ingenieros, abogados, odontólogos, médicos, profesores, estudiantes y muchos más, quedando el país virtualmente paralizado.

 

Los camioneros enviaron demandas que se conoció como el “Pliego de Chile”, donde se demandaba el fin de las clausuras radiales, la Banca Ášnica, el ahogamiento de la papelera y otras demandas de parecida categoría.   El paro sólo se detuvo con el ingreso de miembros de las Fuerzas Armadas en el Consejo de Ministros: el Comandante en Jefe del Ejercito, Carlos Prats, en Interior; el Contralmirante (Armada) Ismael Huerta en Obras Públicas, y el General de Brigada (Aviación) Claudio Sepúlveda en Minería. El gabinete duraría hasta las elecciones parlamentarias de marzo del 73.

 

1973, el Quiebre de la Democracia.

 

Manifestación pro Unidad Popular.

 

En marzo del 73 se producen las elecciones parlamentarias. La oposición, agrupada en la CODE (Confederación de la Democracia) deseaba obtener dos tercios del Congreso. Si lo lograba, podría emitir una acusación constitucional contra Allende y destituirlo de la Presidencia. Pero la UP logró el 43.3% de los votos y la CODE el 55%. Allende, buscando una solución a la crisis, intento un acercamiento con la DC. El primer intento fue con el proyecto de reforma constitucional Hamilton-Fuentealba que fue vetado por el ejecutivo. Antes de que el parlamento respondiese al veto, se desarrollaron una serie de conversaciones entre el gobierno y la DC para hacer aprobar la reforma, de tal forma de que el traspaso de las empresas al “Área social” de la economía, fuera leal y pacifico. La piedra de tope era que habría que devolver las empresas tomadas ilegalmente o de legalidad dudosa.

 

El acuerdo no se concreto debido a la oposición del PS, en cambio su compañero de alianza, el comunismo, trabajo por el entendimiento.

 

Otro intento de acercamiento fue propuesto por el cardenal Raúl Silva Henríquez, propiciando un dialogo entre Allende y el Presidente de la DC, Patricio Aylwin, para buscar un acuerdo que pudiera hacer superar esta situación. Pero el dialogo no prosperó. Según el cardenal, fue la intransigencia de la UP la que hizo fracasar la búsqueda de consenso, pero hay que considerar también la oposición al dialogo que manifestó Eduardo Frei, y de que Aylwin pedía ministros militares con poderes muy amplios, que dejarían fuera del poder a la UP.

 

A Allende no le quedan muchas opciones. Si el golpe todavía no se da, es porque el recuerdo del comandante René Schneider y su doctrina (según la cual las Fuerzas Armadas deben apegarse estrictamente a la constitución y las leyes) los detenían. Pero el recuerdo se iba esfumando, y la realidad los impulsaba a tomar el camino del golpe de estado. Sectores civiles opositores al gobierno se manifiestan frente a los cuarteles arrojando trigo y maíz, y insinuándoles que eran gallinas. Según sostienen algunas fuentes, las acciones de estos sectores eran directamente financiadas por la CIA. Sin embargo, el Comandante en Jefe era Carlos Prats, quien jamás en su vida se hubiera plegado a un golpe de estado, por lo que si las otras ramas de las fuerzas armadas lo intentaban, se podrían eventualmente enfrentar al Ejército y devenir en una guerra civil. El Partido Comunista lanzó entonces su campaña “No a la Guerra Civil”.  Pero en esos mismos instantes críticos, Carlos Altamirano, secretario general del PS decía: “el golpe no se combate con diálogos, se aplasta con la fuerza del pueblo”.

 

La violencia callejera se vuelve más y más intensa, acercándose a la barrera de los 100 muertos por violencia política durante el gobierno de Allende. Un nuevo foco de violencia se crea entre el estudiantado por el proyecto de la Escuela Nacional Unificada (ENU), el que deseaba cambiar la educación en Chile, de una basada en los valores del capitalismo a una con valores del “hombre nuevo” del socialismo. También este plan integraría una “educación permanente”, y aunque el proyecto se encontraba en pañales se produjo una violenta reacción de sectores estudiantiles liderados por fuerzas de derecha. La FEUC (Federación de Estudiantes de la Universidad Católica) llama a defender la libertad educacional contra el “instrumento de concienciación política del marxismo” por lo que se enfrentan en luchas callejeras con agrupaciones de las juventudes socialista y comunista. La Feses (Federación de Estudiantes Secundarios) se divide entre los que apoyan la ENU, entre ellos el dirigente Camilo Escalona, y los que la rechazan, encabezados por Miguel Salazar. Finalmente el proyecto es retardado por petición del cardenal.

 

Pero el conflicto educacional no es el único tema de discordia entre los chilenos, el desabastecimiento, las JAP, la reforma agraria, las “tomas”, los grupos armados, los cordones industriales, etc. Son todos motivos de discordia entre los chilenos, cuya convivencia democrática esta rota, y ya existen grupos que hablan directamente de realizar un golpe de estado.

 

El 11 de junio el congreso aprobó la reforma constitucional Hamilton-Fuentealba por 106 votos, que vuelve inexpropiable los predios inferiores a 40 hectáreas y da garantías a los comerciales y transportistas. Allende se niega a promulgar toda la reforma, y se limita a publicar aquella en la que no tienen grandes diferencias la DC con la UP. Se basa en la facultad que tiene el presidente de vetar una ley, y esta debe ser aprobada por 2/3 de los votos para sobrepasar el veto. La oposición considero este acto inconstitucional, y la contraloría general de la republica le dio la razón. Ahora Allende se va al filo de la legalidad, e incluso fuera de ella según la apreciación de la oposición, al ignorar las facultades de la contraloría y del poder legislativo.

 

El General Carlos Prats, que cada día se veía con menos apoyo, sufrió un incidente el día 27 de junio. Cuando el Comandante en Jefe viajaba en su vehículo por la costanera, se le acerco una recoleta de color rojo del cual sus pasajeros empezaron a hacerle burlas e insultos. Prats, alarmado, trata de evadirlos, recordando lo ocurrido con el General Schneider. El “conductor” de la recoleta le saca la lengua y un exasperado General le dispara al automóvil que se detiene al instante.

 

Prats se baja de su auto y recibe una gran sorpresa al darse cuenta que el “conductor” era en realidad una conductora (su peinado causaba la confusión), Alexandra Cox. Anonadado, el Comandante se vio pronto rodeado de un gran gentío que le demostraba su repudio. Al regresar al centro de Santiago presento su renuncia ante el presidente, el cual la rechazo. Un hecho ocurrido dos días después lo salvaría frente a la opinión publica, por el momento.

 

El 29 de junio, el regimiento blindado N° 2, al mando del Coronel Roberto Souper, protagonizo un levantamiento militar contra el gobierno, usando varios tanques, un porta tanques y dos camiones con 40 hombres cada uno. Los sublevados intentaron tomar el palacio de gobierno, enfrentándose a las fuerzas de la Guarnición Santiaguinas dirigidas por el mismísimo Comandante en Jefe del Ejercito Carlos Prats, el cual arriesgando su vida logro obtener la rendición de los sublevados. Los miembros de Patria y Libertad, que estimularon el golpe, se asilaron en la embajada ecuatoriana. El resultado de este intento conocido como «el tanquetazo» fue de 20 muertos, de cual gran parte fueron civiles. Alarmado, Allende llama nuevamente a los uniformados a integrar el gabinete, en esta ocasión con los cuatro miembros máximos de las Fuerzas Armadas, mientras planea su ultima arma para salir de la crisis: el plebiscito.

 

El fallido plebiscito.

 

Esta seria la única solución viable que veía Allende. El plebiscito debía consultar a los chilenos sobre su mandato, y renunciaría si el resultado le era negativo. Si se aprobaba el plebiscito, el golpe se volvía muy improbable, y si perdía (lo más probable por la composición política del país), se retiraría con la cabeza en alto por dejar su mandato no por las presiones opositoras sino por designio del pueblo.

 

Pero su problema estaba en el Comité de la Unidad Popular, que no acepto la idea del plebiscito. El Partido Socialista sostenía que «seria una renuncia a los logros alcanzados. Apoyaban la posición socialista una fracción del MAPU y la Izquierda Cristiana dentro del comité, y el MIR se indigna tanto con la idea, que dejan de llamar a Salvador Allende “compañero”, refiriéndose a él en adelante como “señor”. El único baluarte de Salvador Allende eran para entonces el MAPU Obrero-Campesino (sección moderada), el Partido Radical, y principalmente el Partido Comunista, que compartía su idea de la vía pacifica al socialismo.

 

Intentó Allende nuevamente la idea del plebiscito a inicios de septiembre, pero seguía la intransigencia del Partido Socialista. El comunismo da vía libre a Allende para que proclame el plebiscito a pesar del veto socialista. Una gestión de Orlando Letelier (entonces Ministro de Defensa), convence al PS para que retire su veto. Allende podría finalmente convocar al plebiscito, y existen testimonios de que lo pretendía hacer el día siguiente. Pero la gestión de Letelier ocurrió en la noche del 10 de septiembre, cuando el golpe de estado ya estaba en marcha.

 

Sucesos anteriores al Golpe de Estado.

 

El golpe era planeado por prácticamente toda la plana superior de la Armada salvo el Almirante Montero, pero este se encontraba aislado y la Armada obedecía al Vicealmirante José Toribio Merino. Lo mismo sucedía en la Aviación, excepto por el General Cesar Ruiz, cabeza de la entidad. Mas al retirarse este último del Ministerio de Obras Públicas y Transporte (que había asumido como consecuencia del «tanquezazo»), Allende lo obligo a renunciar a ambos cargos, Ministro y Comandante, asumiendo en su lugar el cargo militar el General Gustavo Leigh, opositor al gobierno. El Ejército estaba dividido, pero la balanza cada vez se cargaba más hacía la opción del golpe. En Carabineros no conspiraban más que dos o tres generales de baja antigÁ¼edad, entre ellos el General César Mendoza.

 

Finalmente cayo Prats. El 21 de agosto, una manifestación de esposas de generales se inició frente a su casa, a la que llegaron también varios oficiales de civil a protestar contra él. Le tiran insultos y piedras, y al deshacer la manifestación carabineros, esta se vuelve a organizar. Llegan al lugar Augusto Pinochet (considerado el “segundo” de Prats), Allende y sus ministros. Todos son abucheados. Desilusionado, pidió a los generales que reafirmaran su lealtad hacia él; como pocos lo hicieron, resolvió renunciar como Comandante en Jefe.  

 

Recomendó a Allende para el cargo a Augusto Pinochet Ugarte, que tenia una larga hoja de vida como soldado profesional y apolítico.

 

Augusto Pinochet.

 

El 23, a las 17.00 horas, se reúnen Allende, Prats y Pinochet en la Moneda. Al finalizar la reunión se produce el siguiente dialogo:

 

Allende: General, yo creo que usted es la persona que debe seguir en el puesto del General Prats.

 

Pinochet: Presidente, mucho se lo agradezco, pero creo que el General debe continuar.

 

Allende: El General esta muy cansado y debe recuperarse; después le daremos otro cargo.

 

Pinochet: Le agradezco presidente, pero en estos momentos es fundamental tener amplias atribuciones de mando en la institución.

 

Allende: Lógico General, usted las tiene.

 

Y así, Augusto Pinochet sale de la Moneda convertido en el flameante nuevo Comandante en Jefe del Ejercito.

 

El 22 de agosto la cámara aprobó el “Acuerdo de la Cámara de Diputados sobre el grave quebrantamiento del orden constitucional y legal de la Republica”, causada por la negativa del ejecutivo a promulgar la reforma constitucional de las tres áreas de la economía, a pesar de haber sido aprobadas por el congreso y actuando en contra de la constitución según el contralor. El texto deja en claro que es responsabilidad de los ministros militares terminar con la situación de ilegalidad.

 

El texto dice:

 

“Primero – Representar a Su Excelencia Presidente de la República y a los señores Ministros del Estado miembros de las Fuerzas Armadas y del Cuerpo de Carabineros, el grave quebrantamiento del orden constitucional y legal de la República;

 

Segundo – Representarles, asimismo, que les corresponde poner inmediato término a todas las situaciones de hecho referidas, que infringen la Constitución y las leyes, con el fin de encauzar la acción gubernativa por las vías del Derecho y asegurar el orden constitucional de nuestra patria y las bases esenciales de convivencia democrática entre los chilenos;

 

Tercero – Declarar que, si así se hiciere, la presencia de dichos señores Ministros en el Gobierno importaría un valioso servicio a la República. En caso contrario, comprometerían gravemente el carácter nacional y profesional de las Fuerzas Armadas y del Cuerpo de Carabineros, con abierta infracción a lo dispuesto en el artículo 22 de la Constitución Política y con grave deterioro de su prestigio, y

 

Cuarto – Trasmitir este acuerdo a Su Excelencia Presidente de la República y a los señores Ministros de Hacienda, Defensa Nacional. Obras Públicas y Transportes y Tierras y Colonización”.

 

Más leña es echada al fuego. Marineros se juntan con Altamirano para advertirle de los intentos golpistas, siendo los primeros procesados por la Armada. Altamirano lanza un discurso incendiario, reivindica su derecho a recibir informes de cualquiera que denuncie conspiraciones, «Si pudiera hablaría de nuevo con ellos». Si se intenta un golpe, Chile será un segundo “Vietnam heroico”. Allende se angustia tanto al saber el discurso que permanece con el rostro entre las manos varios minutos.

 

Por su parte, la corte suprema responderá a la petición de desafuero de Altamirano (pedida por la Armada) el día 11 de septiembre.

 

Preparativos del golpe.

 

Las fuerzas armadas estaban preparadas para dar un golpe militar mucho antes de pensar en el. El ejercito tenia “planes de contrainsurgencia”, para el caso de que una subversión sobrepasase a las fuerzas de orden (carabineros). Este plan consistía en que el país estaba dividido en diferentes secciones, y para cada una se establecía un plan para actuar contra la posible insurgencia. Este plan seria la base prima para los golpistas, que solo tuvieron que adaptarlo a las nuevas circunstancias.

 

El problema era el General Prats, que mantenía su lealtad al presidente y tenia a la Guarnición de Santiago y al comando de Institutos Militares en manos de gente cercana (generales Sepúlveda y Pickering).

 

Se tenia que adelantar el golpe para antes de fiestas patrias, porque si se retardaba mucho podía ocurrir otro “tanquetazo”, que permitiría limpiar de oficiales golpistas la plana del ejercito. Pero cae Prats, y Sepúlveda y Pickering renuncian en un gesto de solidaridad. El nuevo comandante en jefe es Pinochet, del cual no se sabe si es o no golpista.

 

El día viernes 7 de septiembre los generales fijan el día D, el 11 de septiembre, y la hora H (6.30 en Valparaíso y 8.30 el resto del país).

 

El sábado se envía al General Arellano a hablar con Pinochet, le explica la situación y le dice que va a haber golpe y va con o sin su apoyo, a lo que Pinochet responde: “¡Yo no soy marxista, mierda!” y golpea el sillón en que estaba sentado.

 

El general Arellano interpreta su gesto como apoyo al golpe, y se lo comunica a Leigh y a Merino, más todavía no hay nada claro con Pinochet.

 

El domingo en la mañana Allende se reúne con el Comandante en Jefe y otros generales. Allí les explica que pretende anunciar un plebiscito.

 

Seria la ultima vez que se verían los dos protagonistas del golpe. Pasada la tarde, Leigh visita a Pinochet, quien (según el testimonio de Leigh) todavía vacilaba. Llegaron a la casa de Pinochet el Contralmirante Sergio Huidobro y el Capitán Ariel Gonzáles, venían para saber la posición del ejercito.

 

Huidobro saco un papel firmado por Merino que ratificaba el día D y la hora H, dirigiéndose a “Augusto” y “Gustavo”.

 

“Los saluda con esperanzas de comprensión. J.T. Merino.”

 

Y al reverso:

 

“Gustavo: es la ultima oportunidad. J.T.”

 

“Augusto: Si no pones toda la fuerza en Santiago desde el primer momento, no viviremos para ver el futuro. Pepe”.

 

Leigh y Pinochet firmaron el documento. El Comandante en Jefe del ejercito se acababa de plegar al golpe, la suerte estaba echada.

 

El 11 de septiembre de 1973.

 

El 10 de septiembre a las 16 horas zarpa la escuadra, tal y como estaba previsto, ya que debe participar en las maniobras navales internacionales UNITAS. Mientras el Ejército se acuartela. La razón dada: el probable desafuero de Altamirano y Garretón el día 11. Este desafuero, según explicó Pinochet al Ministro de Defensa Orlando Letelier, podía causar disturbios, por lo que se hacía necesario el acuartelamiento.

 

En la madrugada del 11 de septiembre, la escuadra reaparece en Valparaíso y las Fuerzas Armadas toman la ciudad. El prefecto de Valparaíso, Luis Gutiérrez, realiza una llamada por el único teléfono que funciona en el puerto, el suyo (línea dejada libre a propósito por los golpistas), para avisar al Subdirector de Carabineros, General Jorge Urrutia, que la Infantería de Marina está en las calles y ha empezado a tomar posiciones de combate. Urrutia telefonea al presidente, que se encuentra en su residencia de Tomás Moro. Allende, calmado, pide ubicar a Pinochet y a Leigh, pero son inubicables.

 

A las 7.15 AM, Allende, en su Fiat 125, y el GAP se enfilan hacia la Moneda, llegan veinte minutos después.  Viste Allende una chaqueta de tweed y un pantalón marengo. Carga con un fusil AK-47 Kalashnikov y el GAP ingresa al palacio de gobierno dos ametralladoras y tres RPG-7, además de sus armas personales.

 

Paralelamente llega a esas hora Pinochet al Comando de Comunicaciones, un poco retrasado en la hora. Se organizan las redes de comunicaciones con las demás ramas de las Fuerzas Armadas, especialmente con Leigh, que se encuentra en la Academia de Guerra Aérea, y con Patricio Carvajal, que será el coordinador de todo el golpe.

 

Sepúlveda, director general de Carabineros llega a la Moneda, y le asegura que Carabineros le seguirá fiel al gobierno. Lo ignora, pero Carabineros esta ahora controlado por los generales Mendoza y Yovane.

 

La “Cadena Democrática”, formadas por las radios Minería y Agricultura, emite la primera proclama militar, Allende debe hacer entrega inmediata de su cargo a la junta de gobierno, integrada por los jefes supremos de las fuerzas Armadas: Pinochet, Leigh, Merino y Mendoza (los dos últimos recién acaban de tomar las jefaturas supremas de sus ramas, Armada y Carabineros respectivamente).

 

La Junta Militar: Pinochet, Leigh, Merino y Mendoza.

 

La proclama decía:

 

Teniendo presente:

 

1.- La gravísima crisis social y moral por la que atraviesa el país; 2.- La incapacidad del Gobierno para controlar el caos; 3.- El constante incremento de grupos paramilitares entrenados por los partidos de la Unidad Popular que llevaran al pueblo de Chile a una inevitable guerra civil, las Fuerzas Armadas y Carabineros deciden:

 

1.- El Presidente de la Republica debe proceder a la inmediata entrega de su cargo a las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile.

 

2.- Las FF.AA. y Carabineros están unidos para iniciar la histórica y responsable misión de luchar por la liberación de la Patria y evitar que nuestro país caiga bajo el yugo marxista y la restauración del orden y la institucionalidad.

 

3- Los trabajadores de Chile pueden tener la seguridad de que las conquistas económicas y sociales que han alcanzado hasta la fecha no sufrirán modificaciones en lo fundamental.

 

4.- La prensa, radiodifusoras y canales de televisión adictos a la Unidad Popular deben suspender sus actividades informativas a partir de este instante. De lo contrario recibirán castigo aéreo y terrestre.

 

5.- El pueblo de Santiago debe permanecer en sus casas a fin de evitar victimas inocentes.

 

Firmado: Augusto Pinochet Ugarte, Comandante en Jefe del Ejercito; José Toribio Merino, Cdte. en Jefe de la Armada Nacional; Gustavo Leigh, Cdte. en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile, y; Cesar Mendoza Duran, Director General de Carabineros.

 

Se le da también al presidente un ultimátum: si la moneda no es desalojada antes de las 11 horas, será atacada “por tierra y aire”. El ambiente en la Moneda es de tristeza, lo peor que podía ocurrirles estaba pasando.

 

Carabineros retira las tanquetas apostadas frente a la moneda y el personal se retira. Los militares se contactan con la Moneda y le hacen la proposición a Allende de sacarlo del país, pero reciben una respuesta clara, Allende no se va a rendir.  Pinochet se contacta con Carvajal, que indica la negativa del presidente a rendirse:

 

Carvajal: yo hable personalmente con él, le intime rendición en nombre de los Comandantes en Jefe. Eh… Contestó con una serie de garabatos, no más.

 

Pinochet: O sea, quiere decir que a las 11, cuando lleguen los primeros pericos… Vai a ver lo que va a pasar. ¡A las 11 en punto se bombardea!

 

Carvajal: Cuando se evacue la Moneda va a ser más fácil asaltarla

 

Pinochet: Una vez bombardeada la asaltamos con el Buin y con la Escuela de Infantería. Hay que decirle a Brady.

 

Carvajal: Conforme. Vamos a esperar no más que evacuen los edecanes y los carabineros

 

Pinochet: Conforme.

 

A las 9.55 los tanques del General Palacio ingresan en el perímetro de la Moneda. Francotiradores apostados en los edificios aledaños los tratan de repeler, y se inicia la balacera. A las 10.15 horas, a través de radio Magallanes (la única pro-gubernamental aún no silenciada), Allende emite su último mensaje a la Nación:

 

 “…Colocado en un trance histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que entregáramos a la conciencia digna de miles y miles de chilenos no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos. ¡Trabajadores de mi Patria!: Quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y así lo hizo. En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, espero que aprovechen la lección.  El capital foráneo, el imperialismo, unidos a la reacción, crearon el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición: la que les señaló Schneider y que reafirmara el Comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará en sus casas esperando, con mano ajena, reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios…Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz no llegará a ustedes. No importa, la seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la Patria. El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse. ¡Trabajadores de mi Patria!: Tengo fe en Chile y en su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán de nuevo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile! , ¡Viva el pueblo!, ¡Vivan los trabajadores! Estas son mis últimas palabras, teniendo la certeza de que mi sacrificio no será en vano. Tengo la certeza de que, por lo menos, habrá una sanción moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.”

 

A las diez y media los tanques abren fuego contra la Moneda, les siguen las tanquetas y los soldados, fuego que es respondido por los miembros del GAP y francotiradores apostados en los edificios aledaños.

 

Carvajal se comunica nuevamente con Pinochet, informándole de la intención de parlamentar:

 

Carvajal: me acaban de informar que habría intención de parlamentar

 

Pinochet: no, se tiene que ir a la moneda él con una pequeña cantidad de gente

 

Carvajal: …se retiraron, pero ahí…

 

Pinochet: ..al ministerio, al ministerio…

 

Carvajal: Que se está ofreciendo parlamentar.

 

Pinochet: Rendición incondicional, ¡nada de parlamentar!, ¡Rendición incondicional!

 

Carvajal: Bien, conforme, rendición incondicional, y se le toma preso, ofreciéndole nada más que respetarle la vida, digamos.

 

Pinochet: La vida y la integridad física, y en seguida se le va a despachar a otra parte.

 

Carvajal: Conforme. Ya… O sea que se mantiene el ofrecimiento de sacarlo del país.

 

Pinochet: Se mantiene el ofrecimiento de sacarlo del país. Pero el avión se cae, viejo, cuando vaya volando.

 

Carvajal: Conforme… conforme. Vamos a proponer que prospere el parlamento.

 

Se oirá a Pinochet durante el resto de la jornada usar frases como estas:

 

“Denle más guaraca hasta el final y que no se le apague el incendio, viejo”

“Más vale matar a la perra y se acaba la leva”

 

“Esas no son balas, no más… Ese huevón no se dispara ni una pastilla de goma”

 

Pero también se muestra en ocasiones mucho más humanitario que sus compañeros de golpe: ofrece a Allende salir del país (Carvajal quería apresarlo), y consiguió que Leigh detuviera el bombardeo aéreo unos minutos, para sacar a las mujeres del interior de la Moneda (a lo que Leigh se oponía).

 

A las 11.52 los aviones Hawker Haunter inicia su ataque a La Moneda, disparando en cuatro oportunidades sus cohetes sobre la casa de gobierno, el daño causado es devastador. Otros dos aviones bombardean la Residencia Presidencial en la Calle Tomás Moro, a la sazón defendida por los miembros del GAP que no alcanzaron a llegar con Allende.

 

El ataque prosigue al palacio de gobierno con el uso de gases lacrimógenos, pero al ver que La Moneda todavía se negaba a rendirse, el General Palacios decide tomarla y envía a un grupo de soldados a derribar la puerta del palacio, son las dos y media de la tarde.

 

Dentro le gritan a Allende: “¡Presidente!, ¡el primer piso esta tomado por los militares! ¡dicen que deben bajar y rendirse!”

 

El presidente dispone rendirse: “¡Bajen todos! ¡dejen las armas y bajen! Yo lo haré al ultimo”.

 

Entonces – según el testimonio de uno de sus doctores, Patricio Gijón, que regresó para llevarse su mascarilla antigas («de recuerdo», dice) – con la metralleta que le regalo Fidel Castro durante su estadía en Chile, se dispara en la barbilla, explotando la bóveda craneana y muriendo al instante. Fue este el ultimo acto de consecuencia de un hombre que dijo que de La Moneda no saldría sino acribillado a balazos.

 

Palacios entra en el salón independencia, y se encuentra con Allende y el doctor Girón. Reconoce al presidente por su macizo reloj Galga Coulde. Llama al oficial de radio y entrega su escueto informe: “Misión cumplida. Moneda tomada, presidente muerto».

 

A las 14.38 horas, Carvajal le informa a Pinochet y a Leigh: «Hay una comunicación, una información de personal de la Escuela de Infantería que está ya dentro de La Moneda. Por la posibilidad de interferencia, la voy a transmitir en inglés: They say that Allende commited suicide and is dead now.»

 

A las 18 horas se reunieron y se abrazaron en la Escuela Militar los cuatro Comandantes máximos de las Fuerzas Armadas, eran la nueva junta militar. A excepción de unas pequeñas escaramuzas en sitios aislados de Santiago, la junta domina todo el país. La Unidad Popular y su presidente habían muerto, se iniciaban los 16 años de Dictadura militar.

 

Sus restos fueron enterrados en el Cementerio Santa Inés de Viña del Mar, sin una placa que lo identificara, en una discreta ceremonia a la que solo pudieron asistir Hortensia Bussi, algunos familiares y amigos cercanos, además del comandante de la FACH, Roberto Sánchez. Casi 18 años después, el 4 de septiembre de 1990, por órdenes del presidente Patricio Aylwin, Salvador Allende recibió un nuevo funeral, pero esta vez masivo y con los honores de Estado que le correspondían como ex mandatario de la nación.

 

* Biografía de Salvador Allende Gossens.

Enlace: http://es.wikipedia.org/wiki/Salvador_Allende

 

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.