A la hora de pedir ayuda por parte de las personas, tenemos que tener en cuenta que nunca nos van a describir la historia de una forma periodística, con todo lujo de detalles: dan cosas por supuestas, utilizan latiguillos, frases hechas, no suelen decir cómo se sienten, dan datos poco o nada importantes, a veces nos ponen a prueba antes de contarnos algún tema un tanto duro y escabroso. Con una buena capacidad de empatía podemos detectar todo esto y ahondar y ahondar en aquellos aspectos que realmente son importantes en la historia del enfermo (usuario).
Foto: Alex E. ProimosEs muy importante que perciba que le entendemos, pues le va y nos va a facilitar que confíe profesionalmente en nosotros; autenticidad, supone expresar de forma abierta, clara y sincera opiniones y emociones, y además hacerlo de la manera adecuada y en su debido tiempo.
Si nos ponemos en la piel de alguien (como yo en su día) que pide ayuda, entenderemos la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra. Inseguridad, miedos, desconfianza, miedo a lo que los demás puedan pensar, malestar,… son sentimientos muy comunes en las personas que nos visitan. Crear un ambiente que permita sentirse respetado, escuchado, no juzgado, es una condición para que uno se sienta libre de expresarse.
Las habilidades de comunicación son importantísimas. Se pueden aprender y entrenar: por ejemplo la escucha activa, la empatía, …
Me baso en mi propia experiencia y en las diferentes consultas e ingresos en plantas de algunos Hospitales (Psiquiatría) con otras personas afectadas por otro tipo de enfermedades; en su trato; en mis recuerdos… en los médicos que han pasado por mi vida, su forma de entender y tratar mi problema; mis intentos de suicidio; estar 4 días atado en una cama para no lesionar a nadie, ni a mí mismo… Todo ello me ha hecho estudiar, aprender y evaluar, en mi propia experiencia, qué me ha servido para estar donde estoy ahora, sacando la cabeza y comprendiendo al enfermo como yo y, de esa forma, entenderle y atenderle cuando sea preciso, sin prisas y con mucha paciencia. Mis errores los evalúo y los estudio para saber el ¿cómo? y el ¿por qué?
Me debo a los demás . Yo un día espere mucho y recibí poco.»ESTABA MUY ENFERMO AMIGOS». Lo que sí os puedo decir es que se sale. Seamos positivos.
También hay que acordarse de los que murieron en el intento, y eso te tiene que infundir mas fuerza para entender el problema y sus dimensiones, y el grado de compromiso al que estamos dispuestos, pues no es nada fácil y hay que guardarse el rencor y trabajar por el prójimo.