Por una economÃa cercana y real
“El pensamiento económico al servicio de los ciudadanosâ€. Esa es la idea que persiguen asociaciones como Economistas Frente a la Crisis o Economistas sin Fronteras ante las estructuras de poder que se han generado al margen de la sociedad. Buscan crear un cambio de conciencia en el que los individuos tengan un papel activo y no sean meros receptores de las decisiones que se toman por ellos.
“Las medidas que se han adoptado en los últimos años atienden a datos macroeconómicos sin tener en cuenta las situaciones personales. Para la reducción del déficit se aplican recortes que no contemplan los daños que pueden causar en la población y se han detraÃdo recursos de la ciudadanÃa para pagar más deuda a fin de cuentasâ€, explica Jorge Peñas, miembro de Economistas Frente a la Crisis.
También apunta a la cada vez más estrecha relación entre el poder polÃtico y económico que se ha convertido en una tendencia general y globalizada; las multinacionales y las grandes corporaciones obtienen una mayor cuota de beneficio y los sueldos astronómicos de los altos cargos se miden con el del resto de empleados e incluso con los Ãndices de pobreza.
En España, los sueldos de los directivos aumentaron en 2013 un 7% respecto al año anterior. La cifra equivale a un ingreso anual de más de 80.000 euros frente a los 36.000 de los mandos intermedios y los 21.300 de media del resto de empleados. Las empresas amasan fortunas sin precedentes que se trasladan a la clase polÃtica; los jefes de los gobiernos europeos sobrepasan de forma holgada los 10.000 euros mensuales como es el caso en Reino Unido, Holanda, Bélgica, Alemania o Francia, entre otros paÃses.
“Los economistas están en su mayorÃa están al servicio de quien les paga y la influencia es de una presión sin lÃmites para que los que tienen el privilegio del poder no lo pierdanâ€, afirma José Molina, miembro de Economistas Frente a la Crisis y autor del blog EconomÃa a pie de calle.
El economista Robert Skidelsky y su hijo Edward escriben en su libro “¿Cuánto es suficiente?†que el capitalismo “ha conseguido un progreso imparable en la creación de riqueza pero nos ha dejado incapaces de darle un uso civilizadoâ€. En esa lÃnea trabajan ambas asociaciones: para tratar de generar un debate en la ciudadanÃa que se cuestione y actúe ante esta situación.
Economistas Frente a la Crisis la creó un grupo de “economistas crÃticos†que encabeza Jorge Fabra, especializado en el sistema energético español. En una entrevista a la radio Cadena Ser, aseguraba que EFC surgió porque se recurrÃa en vano al pensamiento económico “para hacer una polÃtica contraria a los intereses generalesâ€. Desde la asociación han creado un manifiesto en el que plantean reformas alternativas que no destruyan el Estado de Bienestar bajo el que se ideó la Unión Europea. Su acción también se centra en la publicación de artÃculos y la creación de foros de debate entre los ciudadanos.
Por otro lado, Economistas Sin Fronteras es una ONG que fundaron en 1997 un grupo de catedráticos y profesores universitarios para apoyar la creación “de una sociedad más justa e igualitariaâ€. Su actividad, en la que participan alrededor de 50 voluntarios y 12 empleados, se focaliza en la educación, la mejora de la responsabilidad social corporativa, la cooperación para el desarrollo y la búsqueda de alternativas económicas.
Entre las actividades que realizan destacan varios ciclos de cine en los que se proyectan pelÃculas relacionadas con estos asuntos y se crean varios foros de debate; también la iniciativa “Desafiando a la crisis†que realizan en colaboración con otras siete ONG’s que aúna el trabajo de jóvenes y expertos de distintos paÃses para redactar una iniciativa legislativa popular marcada por la justicia social en el seno de la zona euro; o su actividad en Perú en donde apoyan a mujeres feministas del entorno rural que se dedican al trabajo textil y de muñequerÃa y en República Dominicana donde involucran a la ciudadanÃa en la elaboración de presupuestos y su representación en las decisiones colectivas. Un trabajo para que la economÃa esté al servicio de los ciudadanos y no al revés.