Sociopolítica

EJÁ‰RCITO: Dos grandes fallos

 

                        Sí, a mi entender son dos grandes fallos en el funcionamiento de un ejército; el que en pocos días, “se le mueran” cinco miembros del mismo (pudieron ser algunos más puesto que quedan heridos) en lo que se nos dice, fueron unas prácticas de explosionar diferentes cargas y para lo que se nos dice, fueron especialistas muy preparados y que hacían prácticas para ir a un país de Oriente Medio (Líbano)… y que ocurrido ello, le roben veinte fusiles de asalto y diez pistolas, en una base militar de Extremadura, la que debe ser de gran importancia puesto que el jefe de la misma es nada menos que un general.

                        De lo relativo al robo de armamento ya hay una petición del Partido Popular, para que vaya al Parlamento la ministra del ramo y de explicaciones, que ya veremos en qué queda todo ello, puesto que en la españa actual (con minúsculas) nunca pasa nada y nunca nadie o casi nadie responde de nada; o sea que mientras más alto es el responsable menos responsabilidad acepta y menos se le impone. Aquí siempre la culpa de todo (si es que se acepta la culpabilidad)… “la tienen el botones o mandadero”.

                        De lo de los cinco muertos por explosión; pues ya lo vimos, el príncipe heredero (el rey le va dando paso a su hijo “por si las moscas”) con cara de circunstancias y repartiendo besos y condolencias a los deudos de los fallecidos; las banderas en los féretros, las medallas sobre estos y… “el muerto al hoyo y el vivo al bollo”… y tierra sobre el campo de las explosiones y “a otra cosa mariposa”; puesto que nada se ha publicado (que yo sepa) sobre los errores, imprudencias, falta de capacitación de los que intervinieron en este hecho, que fue provocado, puesto que eran prácticas para explosionar y por tanto no se debe admitir como un accidente fortuito… pero de esto, ya digo; el partido citado no tengo noticias que igualmente pidiera cuentas y exigiera responsabilidades, que se supone debe haberlas. Pero es claro que estas hay que pedírselas al Ejército Español y “de general para arriba”; y eso… “son otros López y la oposición dirá aquello de lagarto, lagarto”.

                        Y debe haberlas por cuanto y cuando ya han pasado muchos años en que yo estuviera en la mili como soldado de artillería; allí se hacían prácticas sobre explosivos y había artificieros, de diferentes grados para intervenir con los explosivos… y para casos delicados o difíciles sobre las prácticas de explosionar, cargar cañones, manipular obuses, etc. se tomaban todo tipo de precauciones y el oficial o suboficial, eran los encargados de “los puntos” más delicados y por descontado, que se reservaba el máximo riesgo para un solo individuo, que no era nunca un soldado “raso”… ¿pero que mueran de esa forma tan absurda cinco hombres y que pudieron ser algunos más? ¿Qué pasó y qué tipo de imprudencias se cometieron? Puesto que la lógica indica ello… y más hoy donde tanta alta tecnología tienen a su disposición; puesto que de lo que yo hablo, es nada menos que de los años 1960-1961, o sea medio siglo hacia atrás y aún se disparaban obuses en cañones rusos de la guerra de 1914/1918… Los de mi batería, del calibre 122/46… “pepinos de casi treinta kilos de peso”.

                        En cuanto al otro gran fallo al ser robada una base militar (base no es un cuartel o cuartelillo desguarnecido, se supone) y llevarse sin que nadie se entere, nada menos que treinta armas de guerra; eso es que no tiene explicación ninguna y me permito invitar a cualquier oficial, de teniente hacia arriba que lo explique y admita ese robo “tan limpio”, increíble por otra parte, salvo que asalten “a sangre y fuego” una base militar, al mando de un general, que como mínimo será de Brigada (una estrella de cuatro puntas, fajín, espuelas de oro y toda la parafernalia militar, que a su llegada se le forma la guardia y se le toca aquello de… “ya viene el pájaro”, presentándole armas.

                        Por lo mismo que arriba digo de mis casi dos años en el servicio militar obligatorio, sé lo difícil que era llegar al armamento especial, a los polvorines, a los depósitos de armas y a todo lo que por lógica era lo más vigilado; y donde no faltaba nunca un soldado armado en la puerta y un cuerpo de guardia, a cuyo mando había un oficial las veinticuatro horas de cada día; amén del capitán de cuartel, que igualmente tenía que estar como responsable de día, de todo el acuartelamiento.

                        El soldado sólo teníamos a nuestro cargo, el fusil y sin munición alguna, salvo en los días de guardia, que entonces sí, nos cargaban con veinticinco peines de cinco proyectiles, para el Máuser reglamentario; puesto que estábamos en Melilla y allí… “las relaciones con el moro no eran muy amigables y surgían algunos que otros chispazos en la frontera”; bueno pues aún así, estábamos desarmados… “la clase de tropa”. Huelgan comentarios sobre el gran control sobre armas y armamento; se supone que hoy, “las ordenanzas serán mucho más perfectas que en tiempos de la dictadura franquista”; puesto que tras Franco nos dicen que vino el progreso… en todo.

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

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Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.