Así podemos leer en El Mundo a David Gistau: «Occidente se odia lo suficiente como para creer desde el 11-S y también en el 11-M, que merece los castigos del buen salvaje yihadista» (El Mundo 22.03.2012). O sea que relaciona el 11-M con la Yihad.
Por contra, Raúl del Pozo, en su columna del 23.03.2012 titulada Los Alemanes, dice: «Europa se arruina y se complica, se enrosca la serpiente. El yihadista de Toulouse no ha puesto a Francia de rodillas, pero está claro a que la Yihad es una quinta columna, un Afganistán que llega a las afueras de Barcelona o Londres». ¿Y Madrid, señor Raúl del Pozo? ¿Y las afueras de Madrid? ¿Y los trenes de cercanías de Madrid? ¿Olvidadizo Raúl del Pozo? ¿Una anotación de motu proprio? ¿O una imposibilidad manifiesta de no poder poner tierra de por medio con los teóricos de la conspiración del 11-M?
El caso de Jiménez Losantos es sencillamente de chiste. Acostumbrado a escribir columnas en las que el 11-M es omnipresente, relacionando cualquier cuestión o acontecimiento con el 11-M, resulta especialmente significativa su columna de fecha 23.03.2012 titulada Merah y Ternera, en la que no cita el 11-M, pero en la que en lugar de establecer similitudes y relaciones entre el islamista de Toulouse y los islamistas del 11-M, establece comparaciones entre Merah y Ternera, entre el terrorismo islamista y el terrorismo etarra, entre la Yihad y ETA. La misma cansina historia de la conspiranoia sobre la que lleva escribiendo más de ocho años; el paradigma de la manipulación y el engaño.
Pero pese a los ocultamientos de la conspiranoia, las similitudes entre los atentados del yihadista de Toulouse y el 11-M son más que evidentes:
El yihadista de Toulouse empezó a asesinar el 11 de marzo de 2012; mata a un paracaidista del 11º Regimiento. Los terroristas islamistas del 11-M atentaron el 11 de marzo de 2004, 911 días después del 11-S, 11 del 9, 11 del 9 a la inversa, ese 9/11 del que hablan los norteamericanos, fechado según su costumbre de anteponer el número del mes al del día.
El yihadista de Toulouse pensaba seguir atentando, por eso no se suicidó tras el primer asesinato. Los terroristas islamistas del 11-M no se suicidaron ese mismo día porque también tenían planeado seguir cometiendo más atentados.
El yihadista de Toulouse estuvo en Pakistán y Afganistán, y tuvo entrenamiento militar. La técnica de utilizar móviles programados en la función de despertador como sistema de activación para provocar las explosiones simultáneamente es una técnica que se enseñaba en el campo de adiestramiento cercano a Jalalabad (Afganistán), que estaba dirigido por el Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM). Este grupo, que está vinculado a Al Qaeda, ha sido señalado como responsable de los atentados de Madrid del 11 de marzo de 2004.
El yihadista de Toulouse asesinó en venganza por los niños palestinos, el despliegue militar francés en Afganistán y la prohibición del burka en Francia, asegurando ser un muyahidín y pertenecer a Al Qaeda. Los terroristas islamistas del 11-M dejaron un vídeo en el que salen las banderas de Estados Unidos, España, Gran Bretaña y Australia, e, inmediatamente, imágenes de George Bush, Tony Blair y José María Aznar. Las imágenes corresponden a víctimas civiles de los bombardeos sobre Irak, tras lo que una voz dice: «No sois vosotros, son humanos» y «esto es lo que hacen y siguen haciendo los invasores de Irak». Luego salen tres terroristas, con el cuerpo y el rostro cubiertos, con cinturones de explosivos adosados y armados con dos metralletas y una pistola. El que lee vestido de blanco es Jamal Ahmidan, el Chino; el más alto que figura junto a él es Rachid Oulad Akcha, mientras aún se desconoce la identidad del tercero, aunque por su estatura se cree que es Allekema Lamari. «Lo que os pasa y os pasará no es terrorismo, es justicia». La grabación, estiman los investigadores, iba a ser la reivindicación de una cadena de atentados (los del 11-M, los fallidos contra dos trenes AVE y otros que ya tenían en cartera), posiblemente para ser enviada a las televisiones de todo el mundo, al estilo de los grupos terroristas islamistas de la órbita de Osama Bin Laden.
El yihadista Mohamed Merah se refugió en un piso del barrio CÁ´te Pavée de Toulouse. Los terroristas islamistas del 11-M se refugiaron en el piso que tenían en el pueblo de Leganés, Madrid.
La policía francesa no pudo cogerle vivo y al final optó por abatir a tiros al yihadista de Toulouse. La policía española pudo coger vivos a unos cuantos participantes en el 11-M, a raíz de las pistas de los móviles, que llevaron a las Fuerzas de Seguridad comandadas por Aznar y Acebes al locutorio de Jamal Zougam. A otros autores del 11-M, como los del piso de Leganés, no pudo cogerles vivos porque optaron por suicidarse antes de ser detenidos para ser juzgados o ser abatidos a tiros en el enfrentamiento armado que se hubiese producido.
Los servicios secretos del Gobierno de Sarkozy han sido criticados por tener fichado al yihadista de Toulouse y no haberle detenido antes para evitar los asesinatos. Los servicios secretos del Gobierno de Aznar fueron criticados por tener en la órbita de sus radares a algunos de los participantes en 11-M. Entre otras cosas, las Fuerzas de Seguridad de Aznar y Acebes no tenían suficientes traductores de árabe para enterarse de las comunicaciones que mantenían los terroristas entre sí.
Las Fuerzas Especiales de Intervención de la Policía Francesa (RAID) han sido criticadas porque en el operativo del piso de Toulouse pudieron hacer esto, eso ó aquello en lugar de abatirle a tiros. El Grupo Especial de Operaciones del Cuerpo Nacional de Policía de España (GEO) fue criticado porque en el operativo del piso de Leganés pudieron hacer esto, eso o aquello antes de que se suicidasen.
Pero no se preocupen Uds., que la cosa irá para largo. Pese a todas estas evidencias y similitudes, habrá que esperar a la «versión oficial», la «versión oficial de la conspiranoia» claro, que dirá que el atentado fue obra de ETA en colaboración con el candidato socialista a la presidencia, FranÁ§oise Hollande, los servicios secretos argelinos y franceses, encubiertos por la policía francesa y los jueces galos. Además, Mohamed Merah, no será de Toulouse sino de Tolosa, Guipúzcoa. De ahí a decir que ha sido ETA sólo hay un paso. Y además también le tirotearon después de haberlo llevado congelado y muerto al piso ¡Ah, se me olvidaba!, ¡toda esta operación, claro está, con la supervisión y el visto bueno de Zapatero, y la aprobación en pleno del PSOE!
Por cierto, creo que Zapatero ha pasado a formar parte del Consejo de Estado. No acabo de entender como el periódico El Mundo y toda la trama conspiranoica político-mediática «no monta un pollo» diario en sus radios, televisiones y periódicos por el hecho de que un colaborador de ETA e inductor del 11-M (Zapatero y el PSOE, según la conspiranoia) esté tranquilamente sentado en un sillón del Consejo de Estado con la anuencia y el aval del PP, el Partido Popular que tanto le preguntó, avasalló y denigró a cuenta del 11-M. Entonces se produjeron noticias como ésta: El PP de Guadix (Granada) retira de su web un vídeo acerca de la conspiración del 11-M donde decía que los atentados eran un pacto del Gobierno con ETA. Fue el propio presidente del PP de Guadix, Santiago Pérez López, quien tomó la decisión de retirar el vídeo de inmediato, “al no compartir lo que ahí se dice ni querer crear polémicas estériles innecesarias”.
No quiero terminar este escrito sin exponer una Carta al Director de fecha 3 de julio de 2006, publicada en mi libro 11-M Cartas al director, titulada NICOLÁS SARKOZY Y EL 11-M. No dejar de tener su significado seis años después de haberla escrito.
3 de julio de 2006
NICOLÁS SARKOZY Y EL 11-M