Los signos religiosos como el velo o la kipá en centros educativos generan rechazo en la mayoría de los países europeos, según el estudio European Mindset presentado hoy por la Fundación BBVA. Sin embargo, existen diferencias muy variables que van de la amplia aceptación de Dinamarca, al rechazo de Bulgaria, Francia y Grecia. España se sitúa en una posición intermedia.
El Departamento de Estudios Sociales y Opinión Pública de la Fundación BBVA ha presentado hoy su estudio European Mindset, en el que se analiza el vínculo de la ciudadanía con la idea de Europa y con la identidad europea, así como los valores políticos, económicos, religiosos y éticos de los diferentes países a partir de una encuesta a 1500 personas de 14 países europeos.
La posible exhibición en centros educativos de signos cristianos (cruces) no genera demasiada controversia. La mayoría de la población europea tiende a rechazar la posibilidad de exhibir prendas o signos de otras religiones como los velos o la kipá. El porcentaje que está en desacuerdo con su exhibición es del 53% para el velo y del 44% para la kipá.
España se encuentra a poca distancia de la media europea (26%). El 28% de la población española está de acuerdo con la exhibición del velo, el 21% ‘ni de acuerdo ni en desacuerdo’ y cerca del 50% lo rechaza, según el estudio.
“Ni la religión ni la identificación ideológica tienen una influencia clara en el rechazo hacia la exhibición de los velos. Sí parece que hay una cuestión generacional que está incidiendo. En el caso de España, los jóvenes presentan menor rechazo”, apunta Mariana Szmulewicz, del Departamento de Estudios Sociales y Opinión Pública de la Fundación BBVA.
Aunque la mayoría de los encuestados declara pertenecer a alguna religión, el nivel de religiosidad es muy desigual. Grecia, Italia, Polonia y Turquía alcanzan los niveles más altos, y los suecos, daneses y británicos, los más bajos. En España el nivel de religiosidad es medio bajo, aunque 7 de cada 10 españoles dicen pertenecer a alguna religión.
“Existe un acuerdo en todos los países de que religión y Estado deben estar separados, aunque existen diferencias en torno al apoyo que el Estado debe prestar a las instituciones religiosas y si debe o no guiarse por valores religiosos”, explica Szmulewicz.
Prácticas de controversia social o religiosa
Hay una “clara aceptación” por parte de la población europea en temas como la vida en pareja sin casarse, el divorcio y ser padre o madre soltera. Asimismo, aunque predomina la aceptación, hay diversidad de opiniones por países con temas como la eutanasia o el aborto.
En estas dos prácticas sociales, el mayor rechazo se encuentra en Polonia, Grecia y Turquía, y la mayor aceptación en Dinamarca, Suecia y Bélgica. En España la aceptación de la eutanasia supera la media europea con un 6,8 sobre 10, mientras que el aborto hay una mayor división de opiniones (5,1 sobre 10).
En temas como las madres de alquiler, el matrimonio homosexual y la adopción, así como la concepción de un niño por parte de una pareja homosexual, prevalece la desaprobación. A este respecto se desmarcan Dinamarca y Suecia, con un nivel de aceptación muy algo (6,5 sobre 10 respectivamente) y España se encuentra en una posición moderada (4,5 sobre 10).
La construcción europea a espaldas de la ciudadanía
La ciudadanía se siente poco implicada en el proceso de construcción europea. La mayoría, salvo en Reino Unido, valora positivamente la pertenencia a la UE (el 58% la valora favorablemente), pero cree que la construcción europea se está haciendo al margen de los ciudadanos (media de acuerdo de 6,6 en una escala de 0 a 10).
Respecto a la evolución del proceso de construcción europea, predomina la idea de que debería impulsarse más. Esta percepción es significativamente alta en España (60,3%).
“En relación con la identificación con Europa, Reino Unido, con una media de de 4,4 en una escala de 0 a 10 y Turquía con un nivel de identificación de 3,5, se distancian de la media europea” Szmulewicz, señaló
Un 45% del total de la población se siente en exclusiva de su nacionalidad. Mientras que cerca de un 50% se siente de su nacionalidad y europeo, aunque en diferente medida, “más nacional que europeo”. En España cerca de un 70% se siente en forma conjunta español y europeo.
El estudio se ha llevado a cabo en los 12 países de la Unión Europea (Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Polonia, Portugal, España, Suecia, y Reino Unido), más Suiza y Turquía. La encuesta se ha basado en entrevistas personales en cada país (un total aproximado de 21.000 entrevistadas) a población de 15 y más años, llevadas a cabo entre noviembre y diciembre de 2009.
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Referencia bibliográfica:
European Mindset, Departamento de Estudios Sociales y Opinión Pública – Fundación BBVA.
Fuente: SINC