Investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) han elaborado, por primera vez, un método de evaluación de riesgo sísmico en Barcelona como herramienta de gestión de riesgo, plan de emergencia y protección civil. Los resultados demuestran, mediante la creación de escenarios de riesgo sísmico y mapas territoriales, que los edificios de ladrillo en la ciudad catalana son altamente vulnerables a los terremotos.
A pesar de que la probabilidad de que ocurra un gran seísmo en Cataluña es baja, los investigadores muestran que las consecuencias materiales de un posible seísmo son considerables “aún con un terremoto de poca intensidad”. El objetivo de este pionero estudio, que se publica en la revista Soil Dynamics and Earthquake Engineering, es estimar el daño esperado por un seísmo específico en estructuras del área urbana y producir mapas o escenarios de riesgo, edificio por edifico.
En Barcelona la mayor parte de los edificios residenciales han sido diseñados y construidos sin tener en cuenta criterios sismo-resistentes, y muchos elementos y características típicas de las técnicas constructivas de la ciudad hacen que se hayan “identificado como una fuente potencial de daño”, explica a SINC Alex Barbat, autor principal del estudio e investigador de la UPC.
En total, los científicos han analizado 60.653 edificios residenciales con estructuras de mampostería u obra de fábrica de ladrillo y edificios de hormigón armado, es decir, el 97% de los edificios de Barcelona. “Durante varios años se ha ido recogiendo, mejorando y completando una importante base de datos de los edificios residenciales de la ciudad mediante un sistema de información geográfica (SIG)”, apunta a SINC Nieves Lantada, de la UPC, autora del trabajo con el SIG y de la generación final de los escenarios.
Los análisis señalan que más del 60% de los edificios de ladrillo podría sufrir daños completos, mientras que sería del 30% para los de hormigón armado. Esto se debe a que las estructuras de hormigón armado son más dúctiles y muestran mejor comportamiento sísmico que las de ladrillo. Así, los resultados obtenidos revelan una “alta probabilidad de riesgo sísmico para un relativo desplazamiento espectral” (4 cm).
La investigación ha establecido el grado medio de daño por seísmo para toda la ciudad en 0,86 para los escenarios determinados, con una desviación media de 0,71, lo que corresponde a un daño leve. Sin embargo, para los escenarios posibles, los investigadores obtuvieron un grado medio de daño de 1,51, lo que corresponde a un detrimento moderado.
Eixample y Ciutat Vella, dos barrios vulnerables
Los distritos de Eixample y Ciutat Vella son los barrios más antiguos y, por tanto, los que más riesgo de damnificación tienen. Según el estudio, se espera que Ciutat Vella sea el más afectado en el caso de terremoto, ya que comprende los edificios más antiguos de la ciudad, la mayoría de ladrillo. La mitad de los edificios de este barrio podría tener entre el 40 y el 50% de probabilidades de sufrir daños graves. En el caso del Eixample, situado en el centro de la ciudad, diseñado a mediados del siglo XIX y construido entre 1860 y 1950, las probabilidades de daños graves son del 30-40%, ya que el 70% de sus edificios son antiguos.
Para los ingenieros, “la metodología empleada no es directamente extrapolable a otras ciudades de la Península Ibérica”, aunque ya se han realizado estudios similares sobre riesgo sísmico en Granada, Murcia y Almería. La investigación forma parte de proyecto europeo (Risk-UE) en el que han colaborado ocho ciudades europeas, Protección Civil del Ayuntamiento de Barcelona y el actual Institut Geologic de Catalunya, además de la Universidad Politécnica de Cataluña.
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Referencia bibliográfica:
Barbat, Alex H.; Pujades, Luis G.; Lantada, Nieves. “Seismic damage evaluation in urban areas using the capacity spectrum method: Application to Barcelona” Soil Dynamics and Earthquake Engineering 28(10-11): 851-865 OCT-NOV 2008.