Los españoles ya no nos extrañamos cuando vemos que los foros parlamentarios, Congreso de los Diputados y Senado, son utilizados por sus señorías para soltar cuantas barbaridades, tonterías y mentiras se les antojan.
Hace pocos días, los medios de comunicación daban cuenta de la intervención de la diputada del Partido Popular, Beatriz Escudero, la cual intentaba justificar el proyecto de modificación de la Ley del Aborto que está llevando a cabo el ministro “progresista” Alberto Ruíz Gallardón.
Todos sabemos que cuando no hay argumentos solventes y de peso para defender cualquier postura se recurre a decir lo primero que al político le viene a la mente y que no hace más que poner en evidencia la falta de capacidad y de razones para defender lo indefendible a más de que esto sirve para que los ciudadanos nos percatemos de la “calidad intelectual” que atesora el interviniente. Como es conocido esta diputada dijo, entre otras cosas, lo siguiente: “¿Saben que en España las mujeres que se ven abocadas al aborto son las que menos formación tienen?» Planteada así la cosa uno puede llegar a pensar que la parlamentaria podía referirse a escasez de formación cristiana, pero no era así, se refería a la formación intelectual. Está claro que quería dar a entender que la mayoría de las mujeres que deciden abortar son prácticamente analfabetas. Cuando realmente estas son una minoría bastante reducida.
Esto de la diputada despertó mi curiosidad y me puse a buscar en Internet que estadísticas habían sobre las circunstancias de las mujeres que decidían abortar y me encontré con unos datos, datos de 2011, no están los de 2012, aunque la diputada popular no lo especificó se refería a este año, datos proporcionados por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en los que se daba cuenta de la distribución según nivel de instrucción, señalando lo siguiente: En 2011 abortaron un total de 118.359 mujeres y con respecto a la formación de las mismas se dice que el 35,57% de ellas, en total 42.100, tienen estudios de ESO y equivalentes, que el 25%, 29.589, tienen estudios de bachillerato y Ciclos de FP equivalentes y que el 11,68%, 13.824 mujeres, tienen estudios universitarios, lo que viene a demostrar que de las 118.359 mujeres que abortaron el 72,25% de ellas poseían una formación bastante aceptable la mayoría de ellas más que aceptable. Finalmente decir que en estos datos se manifestaba que había un 25,46 de mujeres que habían abortado y cuya situación no quedaba bien especificada repartiéndose entre las que tenían estudios primarios y equivalentes y un 2,65% que no constaban datos sobre su formación. En total 30.134 mujeres. Lo que completa la cifra de 118.359 antes mencionada.
Pero el meollo de la cuestión en lo que dijo la diputada del PP se concreta en que pretendió dar a entender que el número de mujeres que abortaban porque carecían de formación era elevadísimo, cuando esas estadísticas del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad señalan que el número de mujeres sin formación, analfabetas, se concretaba en el 2,3%, es decir 2.722 mujeres de un total de 118.359 que abortaron en 2011. Como se puede comprobar había mala intención por parte de la diputada popular y sobre todo un enorme deseo de confundir a la opinión pública que es lo que se suele hacer cuando desde el Partido Popular se quiere salir en defensa de las indefendibles, por torpes, iniciativas del Gobierno, llegando al punto de quedar en el más esperpéntico de los ridículos. Pero una cosa queda clara: Para el Partido Popular el aborto es solo para mujeres intelectuales. Se referirán a aquellas que en otros tiempos marchaban a Londres para abortar. Las analfabetas, las pobres, no podían permitirse ese “lujo”.
La verdad es que fueron días en que la movilización por defender el proyecto del “progre” Gallardón, fue, masiva, hasta tal punto lo fue que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en la rueda de prensa que dio para hablar sobre la detención de unos etarras en Francia, aprovechó para decir que “el aborto tiene algo que ver con ETA”. Ya no son solamente proetarras los de la plataforma contra los desahucios y los que “escrachean” a algún ministro o parlamentario popular, ahora, según este ministro, ojo con él, lo son también las mujeres que, por lo visto el ministro no lo sabe, tienen todo el derecho a decidir sobre ellas y sus circunstancias.
Y no olvidemos la frase de un arzobispo mexicano, Fabio Martínez Castilla, que ha dicho recientemente que “es más grave que una mujer aborte que el que un sacerdote pederasta abuse de un niño”.
Mentiras y confusión.