El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha ordenado que los inspectores de Hacienda participen en unos cursillos de formación para controlar las grandes celebraciones familiares como bodas, bautizos, comuniones contactando con novios y padres y pedirles facturas de sus contrataciones con restaurantes, animación, transporte (limusina para novios, autobuses para invitados y la ceremonia y despedidas de solteros…) modistas, peluqueros, o floristerías. La finalidad no es otra que la de controlar el pago del IVA.
También quiere que las comunidades de vecinos sean inspeccionadas para tener más información sobre los proveedores de servicios, ya sean fontaneros, electricistas, o socorristas incluyendo a las empresas de administradores. El fin, el mismo, controlar el IVA. Esto que puede parecer un comentario sarcástico no lo es en absoluto, es real. Aquí no se va a escapar nadie. Ahora bien faltaría saber si el partido de Montoro, el Partido Popular, cumple con sus obligaciones sobre el IVA y que explique el porqué no pagó el IVA al arquitecto que hizo la reforma en la sede del PP.
En los últimos meses a muchos emigrantes retornados, principalmente gallegos y andaluces, se les está comunicando por la Agencia Tributaria el inicio de un expediente de gestión tributaria de comprobación limitada, por lo del IRPF sobre los salarios que percibieron en el extranjero y que según los afectados estas rentas no aparecían en los borradores que les aportaba Hacienda para hacer la declaración de la Renta. Los afectados son personas que emigraron al extranjero en los años 50, 60 y 70, personas con escasa cultura tributaria, pero muchos de ellos se preocuparon por aclarar su situación ante la Administración, que siempre les manifestó que eran rentas exentas de tributación en España. Ahora les amenazan con aplicarles multas.
Como antes he dicho, aquí se no escapa nadie. Eso sí, para los grandes defraudadores si ha habido una amnistía fiscal, para los que han estado fuera de su país durante muchos años trabajando a ocasiones en condiciones bastante penosas, sobre esos que caiga el peso de Hacienda. Está claro que el afán recaudatorio de este Gobierno no tiene límites, aunque esto ya no nos sorprende desde el momento en que los retretes de la estación de Atocha fueron, no hace mucho, privatizados.
Y ya que hablamos de Montoro, me permito querido lector, hacerle una advertencia: como usted sabrá, tanto Montoro como Botín, como César Alierta y otros, no se cansan de decir que el dinero está entrando en España, ante esto me permito aconsejarle que cuando usted vaya a salir de su casa abra la puerta poco a poco, como hago yo a diario, ya que si lo hace de golpe se le puede venir encima un alud de fajos de billetes de 500 euros que podrían causarle importantes daños físicos.
Nada más desconvocarse la huelga de las basuras en Madrid, la alcaldesa Ana Botella, no pudo sustraerse a su carismática imagen de chulapona madrileña y dijo que el final de la huelga ha sido posible gracias a la reforma laboral del Gobierno, cuando era todo lo contrario, pues es la reforma laboral del Gobierno lo que posibilitaba el despido de 1.130 empleados de las empresas de limpieza y la rebaja del 40% en sus salarios de aquellos que quedaban en plantilla. Han sido las medidas de presión adoptadas por los trabajadores las que han impedido esta masacre laboral.
Y no quiero acabar sin decirle a la prensa que sean más rigurosos a la hora de publicar las noticias. Hace unos días leíamos todos que debido al alargamiento del verano los comercios estaban sufriendo una retención en las prendas de vestir de invierno, esta información era totalmente errónea. El hecho de que la gente no se comprara ropa de invierno venía dado porque Montoro no cesa de repetir que “vamos a crecer” y claro nadie se atreve a comprar por si crece y se le quedan pequeñas las prendas de vestir. Lógico ¿no?
Por otro lado decir que los clérigos, los obispos españoles, andan jodidos con Wert, porque este no ha metido como obligatoria la asignatura de religión en todos los niveles y solamente en algunos, los obispos se quejan de ello –todos queremos más y más y más y mucho más- y el exportavoz de la Conferencia Episcopal, el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, ha dicho que según los Acuerdos Iglesia-Estado, tanto en su letra como en su espíritu, establecen que la disciplina de Religión y moral católica ha de estar presente en todos los niveles de la enseñanza preuniversitaria, incluida la Formación Profesional. Y pregunto yo: ¿Y por qué una vez puestos no se canta al Cara al Sol a la entrada y salida de clase cómo antaño hacíamos? Y ya que hablamos de la Iglesia decir que el “librito” “Cásate y se sumisa” escrito por una mujer italiana y patrocinado por el Arzobispado de Granada ha venido a demostrar algo que siempre se ha dicho: Que el principal enemigo de la mujer es la mujer. Y la Iglesia Católica, claro. En fin, así están las cosas.