Rubalcaba, a pesar de sus denodados esfuerzos sigue instalado en la mediocridad y convenciendo cada vez menos. Su pretendido liderazgo, día tras día, está siendo más cuestionado por militantes y simpatizantes. Esa injustificada fama de sagacidad e inteligencia que tantos le adjudicaban y otros tantos negaban, actualmente ambas opiniones coinciden en que carece del liderazgo que necesita el PSOE si pretende recuperar el poder. Con su acostumbrado cinismo, simulado tartamudeo y pobres argumentos, ha conseguido nada o muy poco en estos últimos seis meses en que viene ejerciendo como jefe de la oposición. Vive instalado en una permanente indefinición y sin aportar una sola idea brillante. Navega entre la ineficacia y la ramplonería siendo incapaz de rentabilizar la considerable caída del PP del 5,5% según la encuesta publicada en EL MUNDO, creciendo sólamente un ridículo 0,4%. Un líder debe ser capaz de entusiasmar, virtud que no entra en su repertorio
El tándem Chacón-Barroso está rentabilizando el deteriorado clima existente en la formación socialista que apoya a Rubalcaba, tratando de desestabilizar aquellas agrupaciones en las cuales la exministra cuenta con adictos. Por el momento su intención pasa por crear ambiente de primarias y que no se considere al Secretario General como candidato único e indiscutible, algo que defiende a ultranza el líder del PSOE madrileño Tomás Gómez en todas sus apariciones públicas, unido a su pretensión de un giro ideológico a la izquierda de su partido.
Por su parte, el exvicepresidente es consciente de estar perdiendo respaldo en algunas federaciones. Ya llega tarde a casi todo. Dentro de tres años largos, fecha de las próximas elecciones generales, habrá alcanzado la edad de jubilación, con el entusiasmo agotado y las energias sensiblemente deterioradas. Rubalcaba es malo y los malos, como ocurre en las películas, cansan y siempre terminan perdiendo. Su segunda en el partido, la atravesada (por su forma de colocarse tras el atril), doña Elena Valenciano. es la más pura representación de la zafiedad que solo aporta la manida demagogia que le inocula su jefe de filas; oirla es un dolor. Su frase sobre el jugador de futbol frances Ribery «habeis visto un tío más feo» enviada por twitter, refleja el talante de esta pobre e ignorante política a pesar de sus disculpas posteriores.
Las bases socialistas albergan grandes dudas sobre la afirmación de que todos los votos perdidos en los recientes comicios generales retornen al PSOE. El mal recuerdo del nefasto Ejecutivo de Zapatero todavía sigue pesando y perjudicando. Si las consultas que se efectúen a principios del 2013 no modifican el panorama del PSOE, habrá llegado el momento en que seriamente Rubalcaba deberá plantearse su abandono definitivo de la política.