EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
“Muy a nuestro pesar y sin que sirva de precedente, el Partido Popular va a apoyar al Gobierno en su decisión de intervenir militarmente en Libia”. Estas son las palabras que jamás figuraran en el Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados porque nunca fueron pronunciadas por aquel que las pensó pero que no se atrevió a hacerlo porque ello hubiera supuesto un enorme ejercicio de descaro y porque se les hubiera visto la “patita”. Me estoy refiriendo, naturalmente, a Mariano Rajoy en su intervención del pasado día 22 en el Congreso de los Diputados en la sesión en la que Zapatero expuso los motivos por los cuales su Gobierno había decidido intervenir en el Líbano y solicitaba el apoyo del resto de los grupos presentes en la Cámara Baja.
No obstante lo que no ha podido evitar Rajoy es que los españoles se hayan dado perfecta cuenta de que el Partido Popular, Rajoy, con el precedente de la ilegal guerra de Iraq, sin acuerdo de la ONU, no como en el caso de Libia que sí lo ha habido, no tenía más remedio que apoyar al Gobierno de España en estos momentos porque caso contrario se hubiera puesto claramente en evidencia ante la opinión pública española y del resto del mundo y por tanto y “muy a su pesar” dieron su “sí” pero sin ningún signo de “enamoramiento”. Más bien fue un “sí pero no”. Dejar a la “novia plantada” al pie del altar hubiera sido un acto imperdonable y totalmente irresponsable, aunque a esto último ya nos tiene Rajoy más que acostumbrados.
No hace falta recordar la actitud de constante deserción de Rajoy a la hora de coadyuvar a resolver la crisis que sufre España, al igual que el resto del mundo, incluidas, naturalmente, las grandes potencias, de este tsunami económico no se ha salvado nadie, cada uno va saliendo como puede y aquellos países que tienen más fuerza “física”, más medios de toda naturaleza, van saliendo con mucha dificultad y muy lentamente de entre los ·”escombros”.
Se dice que en ocasiones las personas somos rehenes de nuestros propios actos y palabras y en este caso de Libia el Partido Popular lo ha sido por lo de la guerra ilegal de Iraq. De otro modo no habría prestado, como es norma en la derecha, ningún tipo de apoyo a un Gobierno socialista.