Contra lo que pudiera pensarse, “el aragonés oriental†no es el propietario del bazar chino de la esquina. Se trata de la última ocurrencia del gobierno de Aragón, destilada sin duda por las profundas mentes polÃticas del PAR. Consiste en eliminar de la nueva ley de lenguas el término “catalán†para referirse al idioma que hablan muchos aragoneses de Nonaspe, Maella, y demás localidades de la zona. Como cualquier nacionalista de pro, se trata de aplicar la máxima de “al enemigo, ni aguaâ€, considerando enemigo a todo aquél que no es de su aldea. Cuando entre en vigor la ley, todas esas personas ya no hablarán oficialmente catalán, sino “aragonés orientalâ€, que es mucho más patriótico.
El proceso de atontamiento generalizado de la sociedad española le debe mucho al empleo profuso de los eufemismos. A base de dejar de llamar a las cosas por su nombre, terminamos sin saber qué significa cada cosa, lo que asegura la confusión más absoluta. Y de la dificultad en el hablar a la dificultad en el pensar sólo hay un paso. Algo muy bueno para nuestros polÃticos, ya que cuando es difÃcil pensar, es más fácil votar al más tonto, al más inepto, o al más corrupto.
Lo de “aragonés oriental†es como si en Méjico decidieran llamar a su idioma “mexicano europeoâ€; o en Argentina llamaran al suyo “argentino borealâ€. Ya puestos a hacer ingenierÃa lingüÃstica, podrÃan haber buscado una única palabra, en vez de dos. Seguro que en Valderrobres estarÃan orgullosos de hablar “catalanés†o “aragolánâ€. El ridÃculo serÃa el mismo, pero tendrÃa algo más de originalidad.