Los trenes de alta velocidad consumen de media y por pasajero transportado un 29% menos de energía que los trenes convencionales, además de reducir las emisiones de CO2 en la misma proporción. Así lo confirma un estudio de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles publicado en la revista Transportation Research Record.
“Un tren de alta velocidad, bajo condiciones normales de operación y por pasajero transportado, consume menos energía y produce menos emisiones de CO2 (un 29% de promedio) que un tren convencional que se desplace entre los mismos dos puntos a una velocidad inferior”, declara a SINC Alberto García, autor del estudio e investigador de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles.
El ingeniero explica que el AVE consume menos por las características intrínsecas del sistema de alta velocidad, “como el perfil de velocidad más homogéneo o que haya menos paradas y curvas en el trayecto”. Además, el consumo de los servicios auxiliares (aire acondicionado, iluminación o ventilación) también se reduce directamente con la velocidad.
Respecto a las emisiones, los trenes de alta velocidad son de tracción eléctrica, por lo que no expulsan gases de efecto invernadero y contribuyen menos al consumo de combustibles fósiles respecto a otros medios de transporte. En esto coinciden con el resto de trenes eléctricos.
Alberto García destaca que la principal ventaja de una línea de alta velocidad no se deriva de sustituir al tren convencional, sino de su capacidad para atraer una parte importante de los viajeros que utilizan el avión y el coche privado en sus desplazamientos.
Menos gases a la atmósfera
El AVE evita la emisión de 3 kg de CO2 por pasajero en relación a otros trenes, pero si se examina en conjunto lo que deja de emitir un viajero que no usa el coche ni el avión esa cifra se eleva hasta los 31 kg de CO2, una cantidad de gas que ya no llega a la atmósfera.
Para realizar el estudio, que se ha publicado en la revista Transportation Research Record, el ingeniero usó los datos de 2008 y un simulador desarrollado por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, validado con registros de la realidad de explotación de más de 15 años de alta velocidad.
Con el simulador matemático se han cotejado cerca de 200 variables relacionadas con el tren convencional y el AVE (características de las vías, número de paradas, sistemas eléctricos, coeficientes de corrección…) en diez trayectos de media y larga distancia. El estudio incluye las dos líneas de alta velocidad que se inauguran esta semana, Madrid-Valencia y Madrid-Albacete.
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Referencia bibliográfica:
Garcia Alvarez, Alberto. “Energy Consumption and Emissions of High-Speed Trains”. Transportation Research Record 2159: 27-35, 2010.
Fuente: SINC